01/03/2022
GRASAS O CARBOHIDRATOS EN PERROS DE TRABAJO
Por lo general existe un gran desconocimiento sobre que
cantidad de grasas o carbohidratos se deben dar a un
perro deportivo o de trabajo. Podría decir que es sencillo
pero mentiría. Mentiría porque cada deporte, cada
actividad, cada ejemplar, necesita un aporte
determinado y ajustado a su tipología y raza entre otras
muchas variables, como puede ser el clima, el tiempo de
descanso, etc.
Normalmente todos los perros de trabajo
tienen requerimientos energéticos más altos que los
perros adultos durante los períodos de mantenimiento
normal.
Durante los ejercicios de baja intensidad (aeróbico)
asociados con resistencia, la grasa es el combustible
más importante. Este combustible es aportado por los
ácidos grasos libres derivados
de los triglicéridos del músculo y otros tejidos. A medida
que la intensidad del ejercicio aumenta, ocurre un
desviación hacia el metabolismo anaeróbico y los
carbohidratos aumentan en importancia como fuente de energía.
Hay diferencias importantes entre los atletas humanos y
los perros de trabajo. En los perros, aproximadamente el
70-90% de la energía para un trabajo sostenido deriva
del metabolismo de las grasas y sólo una pequeña
cantidad de energía es derivada del metabolismo de los
carbohidratos.
Un segundo estudio controlado examinó el efecto de la
dieta sobre el consumo de oxígeno (VO2 max), el
volumen mitocondrial, y la velocidad máxima de la
oxidación de la grasa en un grupo de Labradores
entrenados para resistencia.9 Cuando la grasa de la
dieta fue aumentada de 15% a 60% de las calorías, los
perros mostraron casi un 50% de aumento en
la VO2max y un 45% de aumento en la oxidación
máxima de las grasas durante las pruebas de ejercicios
aeróbicos, sencillamente brutal.
Tanto el nivel de entrenamiento como el tipo de dieta
recibida afecta el uso de la energía en los perros de
trabajo en los perros de trabajo. Administrando una dieta
rica en grasa a perros de trabajo antes y durante
el entrenamiento deportivo se fomenta la capacidad del
perro para movilizar y usar ácidos grasos como
combustible
durante el ejercicio de resistencia y puede ayudar a
ahorrar glucógeno almacenado.
Aunque la grasa es el principal combustible metabólico
para los perros con actividades de resistencia, y las
dietas ricas en grasas son las que mejor aportan este
combustible, los adecuados almacenamientos de
glucógeno muscular son importantes durante el ejercicio.
Como en otras especies, la depleción del glucógeno
muscular durante el ejercicio prolongado se asocia con
fatiga y una merma en el rendimiento de los perros de
trabajo.
Los dos factores que parecen tener la mayor influencia
en el almacenamiento del glucógeno muscular son el
entrenamiento deportivo y la dieta
Para aprender más acerca de las necesidades de
los perros durante estos periodos, los investigadores
también examinaron el metabolismo energético en
perros de trineo entrenados para resistencia durante
explosiones de intensa actividad anaeróbica.
Una vez completado un periodo inicial de entrenamiento
de 4 semanas hubo un aumento significativo de los
niveles de glucógeno muscular en todos los perros
incluidos en el estudio, más allá del tipo de dieta
recibida. Si bien los perros que fueron alimentados con
una dieta rica en carbohidratos almacenaron más
glucógeno muscular que aquellos que recibieron una
dieta rica en grasa, los perros alimentados con
carbohidratos también
metabolizaron más glucógeno para completar la prueba
anaeróbica.
Como resultado de esto, los niveles de glucógeno
muscular al final de las pruebas anaeróbicas estándares
fueron disminuidos
en forma similar en los grupos de perros alimentados con las dos dietas diferentes.
Como en otras especies, los perros que realizan pruebas
anaeróbicas se apoyan mucho en el glucógeno muscular
como fuente de energía, recordemos que en el IGP, los
esfuerzos a los que se somete el perro, son
predominantemente anaerobios, por tanto, orientemos
la alimentación de nuestros perros a maximizar su
capacidad de almacenamiento de glucógeno, y
obtendremos mejor rendimiento.
Fuente: Fernando Jiménez