23/02/2022
Existen ocasiones en las que deberemos proteger a nuestros perros y gatos ante la posibilidad de que se autoinflinjan algún tipo de daño: erupciones, inflamaciones, cirugías…, pero ¿sabéis que podría ser peor el “remedio que la enfermedad”?.
Diferentes estudios confirman que los collares isabelinos que ponemos a los perros y gatos para evitar el auto traumatismo, tienen un impacto muy negativo en su calidad de vida, así como en diferentes aspectos cotidianos:
Dificultad para comer y beber
Dificultad de interacción con otras mascotas
Dificultad para jugar
Dificultad para dormir
Dificultad para acicalarse
Les pueden causar lesiones o irritaciones
Pueden dañar el entorno
Pueden provocar contusiones a los propietarios
En resumen, les provocan una gran angustia y estrés.
Por eso