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♣ Sikarú, un respiro para los animales (Sikarú nace en el año 2012). Los inquilinos del Santuario de Sikarú son animales que han sido víctimas del abandono, la violencia y la explotación más brutal por parte de los seres humanos. A diferencia de los refugios de a
nimales, cuya función básica es alojar por un tiempo limitado y luego colocar a los animales sin un hogar, un santuario tiene como objetivo albergar y dar un refugio permanente a cada uno de sus residentes, brindándoles un hogar hasta el día de su muerte natural. Su misión es ser un sitio definitivo y seguro donde los animales reciban los mejores cuidados posibles proporcionándoseles la oportunidad de vivir tan naturalmente como sea posible en un entorno sano, pacífico, y protector. Pero más importante aún, un santuario es un área que se define por estar libre de las raíces mismas y de las consecuencias del especismo, un lugar en el cual se mantiene un entorno adecuado y específico para cada residente en función de sus necesidades e intereses propios, de acuerdo con sus características personales, y en el cual cada uno cuenta con su propio espacio privado. Más aún, el santuario es un sitio donde los animales refugiados no son acogidos como meros «animales», sino reconocidos como los sujetos que son, dotados de inteligencia, de una personalidad, de una conciencia personales, y considerados sobre la base de su valor y unicidad impares como individuos. Consiguientemente, un santuario es asimismo una plataforma orgánica y viva desde donde se defienden incansablemente los derechos y prerrogativas naturales de dichos individuos, un trampolín desde el cual se aplican y proyectan los principios mismos de la abolición de la explotación animal a través de su aplicación formal, tanto por medio de la palabra, del pensamiento, como, sobre todo, de los hechos y realizaciones concretos.
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Santuario Sikarú
Remanso anti especista. Sikarú Sanctuary, a breath of fresh air for animals was established in 2012. The residents of the Sikarú Sanctuary are animals that have been victims of neglect, violence and the most brutal exploitation by humans. Unlike animal shelters, whose basic function is to provide temporary housing and then place them in homes, a sanctuary aims to accommodate and provide permanent shelter to each of its residents by providing a home to the day of natural death. Its mission is to be a permanent safe heaven where animals receive the best possible care and providing the animals the opportunity to live as naturally as possible in a healthy, peaceful, and protective environment. But more importantly, a sanctuary is an area that is defined by freedom from the roots and consequences of speciesism, a place which has an appropriate and specific environment for each resident according to their needs and interests based on their personal characteristics, and in which each individual has his or her own private space. Moreover, the sanctuary is a place where animals are not welcome as mere 'animals', but recognized as individuals who are endowed with intelligence, a personality, a conscience and considered on the basis of their uniqueness as individuals. Accordingly, a sanctuary is also an organic and lively platform from where rights and privileges of such individuals are protected. It is a springboard from which the same principles of the abolition of animal exploitation are applied and lived by formal enforcement through word, thought, and, above all, of facts and specific actions.
