07/04/2022
Mi gato me muerde, me ataca…
Este es un tema muy frecuente por el que muchas personas me llaman. Lo primero que me dicen “mi gato me ataca…” a lo cual les suelo preguntar “¿a qué se refiere con que su gato le ataca?” “bueno pues que me muerde”
Si analizamos bien, lo que en realidad le está pasando a la persona con su gato, para nada es lo mismo que el gato le muerda manos y pies a que su gato le ataque de tal manera que lo llegue a acorralar, son dos problemas diferentes con origen y tratamientos por lo tanto diferentes.
Antes de profundizar más en este tema hay que tener en cuenta dos aspectos importantes.
En primer lugar nunca adoptemos un gato de menos de tres meses de edad.
Si queremos que nuestro gato sea un gato equilibrado, no debemos separarlo antes de esta edad de su madre y hermanos, con ellos aprenderá a controlar la mordida y gestionar sus emociones de la manera equilibrada.
En segundo lugar, es totalmente contraproducente relacionarnos con los gatos agresivamente: chillándoles, pegándoles, haciéndoles rabiar o pasar miedo innecesariamente.
Esta manera de relacionarnos con nuestros gatos, hace que en la mayoría de los casos estemos creando pequeñas “bombas de relojería”, que a la larga pueden tener serios problemas de comportamiento.
Si nos relacionamos agresivamente con nuestro gato, él también se relacionará con nosotros agresivamente.
· Mi gato muerde manos y pies
En la mayoría de los casos por no decir en todos, se tratan de gatos que han sido adoptados con menos de tres meses, con lo cual, el aprendizaje del control de la mordida tal cómo explicamos anteriormente no lo han tenido.
Por lo general cuando tenemos un hermoso cachorro de gato en casa, muchas personas lo que hacen es jugar con sus manos y pies con el gatito a que les muerda.
Cuando hacemos esto y el cachorro nos muerde, tiende hacernos mucha gracia y seguimos jugando con él de esta manera. Lo que ocurre es que llegado el momento en el que el gato tiene ya unos cuatro o cinco meses y seguimos jugando de la misma manera y él sigue mordiéndonos, ya no nos hace tanta gracia y empezamos a quejarnos que “el gato nos muerde” porque su boca y sus dientes ya no son lo que eran de cachorrito, ya nos hace daño. Los únicos culpables de llegar a esta situación somos nosotros, puesto que no hemos sabido como enseñar al gato a controlar la mordida. Por lo general se le riñe, se le castiga, etc. por algo que nosotros mismos hemos provocado y que evidentemente el gato no entiende nuestro cambio de aptitud hacia él. Este comportamiento tiene solución, siempre que el humano entienda cual es el problema y lo trabaje con su gato.
Fuera juegos con pies y manos, siempre con un juguete de gatos (tranquilamente puede ser casero). Cada vez que el gato intente mordernos emitiremos un sonido agudo, como un quejido, automáticamente el gato dejara de mordernos, pero es importante en ese momento proporcionarle un juguete u otro juego y nosotros cambiarnos de lugar. Con el quejido agudo conseguimos que se dé cuenta que nos está haciendo daño si nos muerde. Y así poco a poco y día tras día, conseguiremos disminuir la intensidad de la mordida.
· Mi gato me ataca llegando incluso a acorralar a la persona
Este tipo de ataques es algo muy serio, sucede en gatos que como anteriormente he dicho han sido apartados de sus madres y hermanos antes de los tres meses de edad.
Suelen ser de carácter tímido, miedosos, que cualquier cambio o pico de estrés lo gestionan desde el miedo. Este tipo de animales sometidos a una situación inesperada de estrés que ellos no controlan, y debido al estado de shock en el que se encuentran, suelen reaccionar muy agresivamente con el primer ser vivo que ven después de estar sometidos a este estrés, aunque este ser vivo sea o no el causante de su situación de estrés. Su mente lo relaciona con el miedo que han experimentado. Siempre que vean al ser que ha relacionado con su mala experiencia, tendera a reaccionar con él de manera agresiva como válvula de escape del miedo que vuelve a experimentar.
Lo primero con un gato que ataque de esta manera, es aislarlo en una habitación.
Sólo una persona lo atenderá y siempre la misma, esta persona no lo mirará no le hablara nada sólo le facilitará lo básico, agua, comida y arena. Es muy importante que la persona que lo atienda tal cómo es fácil de entender no sea la misma a la que ataco.
Esto ayudara a ir bajando el pico de estrés en el gato, a partir de aquí yo os recomiendo que contactéis con un terapeuta felino para que os siga ayudando en la readaptación del gato a su hogar, esto no va a ser algo de tener un día al gato encerrado, conllevara un tiempo de aislamiento del animal hasta ir poco a poco ayudando al gato para que se vaya recuperando y aprender junto a él una manera nueva de relación y no se repitan los ataques.
Por lo general la familia del gato tiende a asustarse mucho ante esta reacción y por desgracia en la mayoría de los casos estos animales terminan siendo sacrificados, cuando no es necesario el sacrificio de este tipo de animales. Existen tratamientos para este tipo de animales que les ayudan a rehabilitarse, pero es un trabajo para realizar desde el amor profundo hacia tu gato y entender lo mal que él lo está pasando para terminar reaccionando de esa manera.
Estos animales implican un trabajo muy a conciencia de sus humanos, en muchos casos no los entienden o no están dispuestos al trabajo a realizar y nos vemos en la necesidad de buscar otra familia para ellos donde puedan gestionar correctamente su comportamiento.