07/09/2021
"La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la manera en que se trata a sus animales", decía Gandhi. Aunque en España se han producido algunos avances en lo que a animales domésticos respecta, aún queda mucho camino por recorrer. Cada cuatro minutos se abandona un perro o gato en nuestro país y no estaría de más que tomásemos nota de cómo Holanda ha logrado ser el primer país sin perros abandonados.Y no, no ha sido un proceso rápido. En los Países Bajos llevan luchando por los derechos de los perros desde 1864, cuando se estableció la primera agencia protectora de animales en La Haya; años después, en 1877, se abrió el primer asilo canino.La Agencia Holandesa de Protección Canina ('Hondenbescherming'), la Plataforma de Fundaciones Animales ('Animal Foundation Platform') y la Universidad HAS Den Bosch, se unieron hace algunos años para investigar cuáles podían ser los motivos por los que a diferencia de otros países europeos, los Países Bajos si habían conseguido terminar con el abandono de animales y para ello tuvieron que rastrear la historia de la región.Desde el año 1800 casi todas las unidades domésticas compartían su techo con perros. Es más, el tipo de can que tenía cada familia, era un símbolo del estatus de la misma. La clase alta recurría a perros de raza con pedigrí, mientras que los mestizos eran comunes entre aquellos que tenían menos nivel adquisitivo, pues los empleaban como perros de trabajo.En el siglo XIX comenzaron a elaborarse leyes relacionadas con la tenencia de canes, aunque no les favorecían demasiado, ya que estaba permitido que una vez cumplida su "vida útil" fueran echados a la calle. Como era legal abandonarlos, la población de perros callejeros se fue incrementando y al no existir un control sanitario, fueron expandiéndose enfermedades como la rabia. Apareció entonces una nueva profesión, el cazador de perros, ya que el miedo a una epidemia condujo a la sociedad al sacrificio de multitud de canes callejeros.Además de tomar medidas como el uso obligatorio de correas y bozales para los perros algunas regiones holandesas decidieron establecer impuestos caninos, para ejercer un control más estricto de los peludos que campaban a sus anchas por las calles, sin embargo, fue un error. Aumentaron los abandonos, pues gran parte de la población no estaba dispuesta a hacer frente al pago o no podían permitírselo. Por contrapartida un perro con buena salud y bien alimentado era un sinónimo de riqueza, lo que desembocó en una mayor preocupación por proporcionarles a los animales un mejor trato. La importancia del bienestar de los perros condujo a la creación de sociedades y organizaciones caninas. Y en 1886 comenzaron a imponerse p***s a los maltratadores.