13/01/2024
Recuerda que las carnazas comerciales están hechas de piel y otros compuestos de difícil digestión, a los que posteriormente, se le agregan químicos para blanquearla y conservarla, colorantes artificiales, y finalmente se da la forma de hueso utilizando pegamento. Suena a algo que no comeríamos jamás ¿no?
Estas pueden generar desde problemas gástricos como colitis crónica o gastritis, daños en la dentadura y el estómago al quedarse pequeños pedazos incrustados, obstrucciones intestinales, alergias por químicos, desgaste dental e incluso la muerte.
Si tú no lo comerías, tu perro tampoco debería hacerlo. Por ello te recomendamos optar por premios de origen natural como patas de pollo, tráqueas, hígados deshidratados, pezuñas o incluso huesos crudos naturales (jamás cocidos o ahumados) como lo son la rodilla de res, la cadera o el húmero, dependiendo del tamaño, raza y edad de tu mejor amigo.
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