30/12/2020
Cómo afecta la consanguinidad en la cría de gallinas
Como es sabido por todo criador y aficionado a la avicultura de ocio la consanguinidad es uno de los principales problemas que podemos encontrarnos en la cría de aves de corral.
Si criamos con los mismos ejemplares y sus descendientes entre sí durante varias generaciones sin refrescar ni meter sangre nueva, los defectos en los nacimientos de los pollitos venideros se presentan con más frecuencia y tanto la salud como la fertilidad también se ven afectados de forma negativa. Esta situación se debe a que las mutaciones recesivas perjudiciales se vuelven más comunes con la endogamia, es lo que conocemos con el término “depresión endogámica”. Esta expresión hace referencia a la pérdida de adaptación (vigor, viabilidad, fecundidad...) producida por la pérdida de variación genética debido a la homocigosidad, que impide la supervivencia de la especie.
El grado de consanguinidad se establece por el coeficiente de consanguinidad y mide la probabilidad de que dos alelos de un gen en un individuo sean idénticos por motivos de la descendencia. Este coeficiente es de un 25% para el apareamiento entre un padre y un hijo y entre hermanos; un 12,5% para el apareamiento entre abuelos y nietos y un 6,25% entre los que serían primos hermanos.