08/05/2023
Siempre he sentido gran amor por los animales, especialmente por los perros. Desde niña siempre pedía a mis padres un cachorro y por lo general accedían pero en aquel tiempo yo era una niña.
SURY llegó para quedarse conmigo 15 años. Cuando él seguía conmigo un día apareció una peludita en la calle y empezó a seguirme, decidí tomarla en mis brazos y llevarla al veterinario con la intención de que la revisara y bañara, se veía perdida ya que no estaba descuidada ni desnutrida. Le pedí al veterinario que le buscara casa pero pese a ser una linda frech poodle nadie aceptaba así que decidí quedarme con ella, yo ya trabajaba así que no fué tan difícil decidir. Ella era pelusa, así le pusimos y fué mi primer rescate, sin saber que así era la dinámica, solo pensaba en darle un lugar amoroso y que mi Sury tuviera compañía. Pasaron los meses y un buen día, nuevamente se presentó en mi camino una hermosa peluda de talla grande, pelo largo y necesitada de comida y cariño, ya no podía tener otro más porque ya eran dos, así que solo le daba de comer en ocasiones cuando la veía pero una buena vecina que también la alimentaba a veces, me dijo que si la resguardaba en la reja que tenía yo en la calle, era un espacio para coche (y en ese momento yo no tenía carro), ella me ayudaría a cuidarla lavando ese lugar y dándole de comer. La verdad con su ayuda fue fácil tomar la decisión de quedarme con ella, así es que La niña, como la llamé, se convirtió en mi segundo rescate y te repito, sin yo saber que era eso lo que estaba haciendo,yo solo pensaba en que tuviera un lugar seguro y comida. Con el apoyo de mi vecina, las dos cuidando, limpiando y alimentando, sin querer se volvió aquella reja un lugar de refugio ya que albergue a dos perritas más en aquellos años, una a la que llamé Manchas y otra Cangurita. Manchas parecía ser una pitbull y la otra una linda criollita. Esta historia es triste al recordar porque la gente desgraciada y maldita como ya sabemos que lo es, me las envenenaron 😭, me dolió tanto, eran tan inteligentes, amorosas y no merecían algo así y no pudimos hacer nada para salvarlas, la única que pudimos salvar de esa muerte fue Cangurita ya que logramos que la adoptaran poco antes de estos trágicos hechos. Después de eso la verdad ya no quise repetir la historia porque estando ahí esas personas volverían a hacerlo y no era justo. Pasaron los años, tuve a mis hijos, mi Sury había mu**to antes de que naciera Jafet y solo me quedaba Pelusa. Cuando me cambié de casa, y mis hijos eran pequeños aún, llegó a nuestra vida Lluvia que la estaban ofreciendo en venta afuera de la escuela de mis hijos, yo no tenía $ en ese momento pero me había enamorado de una de esas cachorritas, el señor lo noto y como lo que quería era deshacerse de ellas pues me la dió sin que le pagara, aunque días después regreso para ofrecer a la que le quedaba y le pagué finalmente. Lluvia le pusimos, era supuestamente cocker Spaniel pero es obvio que es criolla, una cruza con no se qué, porque eso es lo que pasa con los pobres animalitos que nunca esterilizan y que dejan salir a la calle o que los abandonan. Es un horroroso ciclo sin fin gracias a gente irresponsable que no esteriliza. Al poco tiempo de que Lluvia llegó a ser parte de la familia, mi hermosa Pelusa murió. Pasado un par de años, se presenta nuevamente a mi puerta un lindo callejero, estaba flaco, sucio y muy temeroso de todo. Le daba de comer y agua todos los días y nos seguía a dónde íbamos, al grado de que ya me estresara esa situación porque nos seguía incluso atrás del carro y sentía que lo atropellaban. Un buen día desapareció y nos preocupamos todos en casa así que pensamos lo peor pero a la semana tuvimos la grata sorpresa de que regresó.
🙏Muchas gracias Sierra por compartir tus historias de rescate y amor a los peluditos.