06/01/2024
VINCULOS.
Dra. Bertha Molnar.
Me preocupa...me preocupa mucho lo que estamos haciendo con nuestros perros. Nos hemos inmiscuido tanto en todo lo referente a esta especie tan cercana a nosotros. Imposible negar que ha habido grandes aciertos, maravillosos adelantos y certeros estudios en su beneficio pero también hemos hecho cosas que les han alterado de muchas formas.
Podríamos hablar de “creación y/o modificación de razas”, alimentación, crianza y destete, etc. pero hoy quiero concentrarme en algo muy concreto, en los VINCULOS que se establecen entre el perro y el ser humano (si, en ambas direcciones).
Empezaré por decir qué se entiende por vínculo a la relación o unión no material.Buscando un poco, encontré que en Psicología se habla de vínculo como la unión entre dos o más personas y que suele tener componentes afectivos.
Siguiendo con lo que encontré en Psicología, resulta que existen diferentes tipos de vínculos afectivos:
- Vínculo con apego preocupado. - Vínculo con apego seguro.
- Vínculo huidizo o alejado.
- Vínculo temeroso.
- Vínculo desorganizado o caótico.
- Vínculo de todos para uno y uno para todos. - Vínculo de todos para ayudarnos.
Y la manera en que se manifiesta cada uno de ellos es la siguiente:
- Con apego preocupado, es de dependencia, con periodos de impaciencia,
ansiedad o incluso tristeza.
- Con apego seguro se presenta confianza y autonomía.
- Huidizo o alejado pareciera que no hay sentimiento pero sí lo hay.
- Temeroso, su característica principal es el miedo al rechazo.
- En el desorganizado o caótico no hay coherencia entre lo que quiere y lo
que busca, pudiendo generar desequilibrios de tipo emocional.
Si bien estoy consciente que me estoy refiriendo a vínculo desde la información que obtuve de Psicología humana, creo que podemos destacar varias similitudes o aspectos que puedan ser de utilidad al aterrizarlos en la interacción que tenemos con los perros.
Se nos explica que para crear un vínculo afectivo se requiere compartir un mismo gusto, afinidad por sangre o práctica en común.
Es importante que ponen especial énfasis en que la confianza y el respeto son la base para crear un vínculo afectivo. Y otro factor MUY importante es el TIEMPO ya que este hace que el vínculo afectivo pueda fortalecerse o por el contrario, debilitarse.
Podemos y debemos favorecer un vínculo con: - Unión.
- Tolerancia. - Diálogo.
- Comunicación asertiva.
- Expresión de sentimientos.
Esto, traducido a crear un buen vínculo con mi perro podría ser:
- Contacto visual.
- Elogios.
- Caricias suaves.
- Sesiones de adiestramiento.
- Enseñarle trucos nuevos (aquí podríamos agregar cambios en sus paseos
por ejemplo, etc.).
- Centrar nuestra atención en él. - Jugar con tu perro.
Mucho se menciona que el vínculo que se pueda establecer entre el ser humano y el perro será la base de todo lo se haga entre ellos y que para reforzar ese lazo afectivo se necesitan constancia y tiempo.
En ese quehacer cotidiano se requiere una comunicación fluida con nuestro perro, quizá eso implique que tengamos que revisar nuestras exigencias, tolerancia y paciencia, ser asertivos, basar ese trato diario en el respeto (en ambas direcciones, por favor). Al compartir espacios y momentos lúdicos con él, estaremos creando una base sólida para una buena relación.
De acuerdo a lo que hemos visto hasta ahora, muchos etólogos, adiestradores, personas que tienen a un perro como compañero de trabajo ( ganaderos, policías, rescatistas, pastores, etc.) coinciden en que el vínculo entre humano y perro es la base de todo.
Pareciera que si compartimos una actividad, un gusto en común, tendremos más posibilidades de llevar una buena relación con nuestro perro. ¿Será por eso que los niños y los perros hacen una mancuerna tan fácil?. El perro tiene una característica maravillosa llamada neotenia y consiste en que persisten sus caracteres juveniles, entre ellos, el gusto por el juego, así que al reunirse, serán dos niños jugando, dos compañeros o cómplices con el mismo interés.
Teniendo ya un poco más claros los elementos que se requieren para crear un vínculo con nuestro perro, me gustaría pensar ahora en cómo se puede reforzar ese lazo afectivo y al parecer, los ingredientes indispensables son CONSTANCIA Y TIEMPO.
Podemos pensar en que nosotros como dueños, tutores, guías o como quieran decirle, sería muy recomendable que entendiéramos y cubriéramos las necesidades reales del perro, que fuéramos asertivos, no mentirle, lo tratáramos con respeto, que compartiera y disfrutara de momentos juntos, de espacios lúdicos.
De verdad que quiero entender la nueva forma de vivir, de comunicarse, de trabajar que tienen las personas pero me resulta difícil aún ver como prácticamente todos vamos caminando con un celular en la mano, atendiendo una llamada, contestando o leyendo un mensaje. Parejas o familias reunidas en un restaurante compartiendo (supuestamente) una comida pero todos o algunos de ellos están enfrascados en su pantalla.
Aquí me gustaría mencionar que hay estudios que revelan que una persona que viene manejando un vehículo y atendiendo simultáneamente un celular, tiene la misma o incluso mayor distracción y riesgo que una persona en estado de ebriedad. Resulta entonces bastante difícil manejar rodeado de “ebrios celulares”.
Perdón, pero los veo por todas partes, sentados en una banca de un parque, caminando con el “piloto automático” puesto (o sea, caminar sin tener que ver el camino), en los transportes, en los supermercados, etc. , etc. Muchos de nosotros nos hemos habituado a vivir así y estamos haciendo lo mismo con nuestros perros. Los sacamos “a pasear” estando pendientes todo el tiempo del celular, le damos la vuelta a la cuadra para llevarlo al baño y mientras con quien estuvimos en contacto fue con el celular.
En la casa, la cosa no es muy diferente, computadoras, laptop, home office, maratones de series y un abanico inmenso de posibilidades para captar nuestra atención en esas pantallas de cristal.
Siento que quizá estuvimos todo el día junto a nuestro perro (físicamente) pero eso no implica que necesariamente estemos estableciendo un vínculo entre nosotros.
Para concluir me gustaría insistir en que un vínculo se crea con constancia y tiempo, que requiere compartir una práctica en común, que debe haber confianza y respeto por ambas partes y que con nuestro perro ya tenemos detectadas actividades con las que él entiende y fortalece ese vínculo (caricias, comida, juegos, adiestramiento, contacto visual, etc.) y si nos ponemos un poquito rigurosos, si guardamos el celular, la lap, etc. para realmente estar reunidos con el perro esa pequeña parte del día, entonces estaremos creando una mucho mejor relación.