05/06/2023
Valkan
(15/02/14 - 03/06/23)
Lo más difícil como médico veterinario es saber cuando un paciente ya no puede y que pese a que ya lo diste todo en su tratamiento la mascota no podrá salir adelante por más que quieras.
Lo más difícil como propietario es aceptar cuando tu mejor amigo está sufriendo y su calidad de vida ya es nula, cuando te das cuenta que tu mascota solo sigue viva porque tu la obligas a seguir con vida, no porque ella quiera o pueda seguir vivo.
Valkan fue mi mejor amigo por 9 años y era una mascota con todas las virtudes de un ser humano pero sin los defectos del mismo, el fue mi mejor acompañante en las buenas y en las malas, un amor completamente incondicional, un amor puro y pleno.
Sus ojos brillaban cuando me veía, me saludaba con su cola moviéndose de un lado a otro, yo sentía que me sonreía cuando jugábamos y que me lamia para intentar curar el dolor cuando estaba mal aunque él no comprendiera realmente la situación.
Con lagrimas y llanto después de pensarlo días, darle vueltas al asunto, rezar, esperar un cambio notorio en su salud, pensar en otros tratamientos, en más estudios, en otros cuidados y demás… pude tomar la decisión de dejarlo descansar en paz cuando al verlo note que sus ojos ya no brillaban como antes, cuando ya no podría mover su colita, cuando más allá de alimentación asistida era obligarlo a comer; por fin me di cuenta que yo lo estaba obligando a seguir vivo y él ya no quería.
Lo más difícil como dueño y como médico a la vez fue eutanasiarlo.
Valkan siempre estará en mi corazón y se convirtió en un motor más para superarme como médico cada día.
Siempre en mi corazón ♥️