01/12/2023
La clave para rehabilitar a un perro con miedo patológico, ataques de pánico, nerviosismo, reactivo, con agresión defensiva o por miedo; es que aprenda a confiar en su guía, hacerle entender que ya no es él quien que se está cuidando o protegiendo sólo. Sino que hay alguien ya que lo PROTEGE y guía.
Que hay alguien que lo está cuidando, y que golpeará o matará si es preciso a ese estímulo que le causa miedo al perro. Al sentirse protegido, se apagan los mecanismos del miedo; el miedo patológico. Y esto hace que el perro corte las descargas de adrenalina y cortisol, que aparezca la noradrenalina en acción, y baje los estados de miedo, pánico, terror. Y después que pueda producir oxitocina y que por fin entonces.en consecuencia, pueda producir estados de relajación.
La clave repito, es hacer sentir al perro protegido. Esto desactiva los mecanismos del miedo. Y permite la relajación.
Un grave problema que se enfrentan las personas en este punto. Es que suelen confundir la PROTECCIÓN con sobreprotección. Una tendencia muy arraigada en el comportamiento del animal humano a la hora de educar.
Debes recordar y entender, que la protección genera seguridad propia (autoestima, autoconfianza).
Pero no así la sobreprotección. La sobreprotección genera inseguridad. Seres incapaces de hacer frente al medio ambiente, estímulos y dificultades por sí mismos.
Cuando el perro aprende a confiar en su guía y se siente PROTEGIDO. Y al estar apagados los mecanismos del miedo, la amenaza, el pánico, el terror; la amígdala del cerebro se relaja, sale del estado de alerta. Y le permite entonces experimentar estados de relajación.
En este punto el guía puede comenzar a "presentarle el mundo" al perro. Es decir, socializar, aplicar estímulos muy gradualmente de menos a más. Para aumentar la tolerancia a los estímulos, incluso a los que antes les tenía miedo, pero sin sobrepasar, sin pretender que el perro supere el miedo rápidamente. Siempre de menos a más.
Al impregnar de estimulación gradual y progresivamente al perro. Esto hará que deje de temer a esos estímulos que antes les desataban el miedo, pánico y terror.
Y posteriormente con la ayuda del guía, y la confianza que ya tienen en éste, socializar, para después hacerle frente a esos estímulos sólo. Para desarrollar así seguridad e independencia.
Debemos recordar siempre que el miedo, ya sea real o imaginario, se trata de una creencia o sensación genuina, de que la vida está en riesgo. Miedo a morir genuinamente. Está puede ser desarrollada por diversas causar y factores, entre ellos el trauma, experiencias desagradables, pero también existen causas de tipo genéticas.
Este miedo debe ser tratado con esa seriedad. Pues el perro cree verdaderamente que su vida está en riesgo. Y que esa cosa o situación, ya sea real o imaginaria, lo puede matar.
Sobreportegerlo, hará que nunca resuelva ese miedo, trauma o conflicto. Ya sea real o imaginario.
Se debe entender también que muy pocos casos se deben también a causas no adquiridas sino genéticas, como la tendencia de algunos tipos de perros, razas o colores a desarrollar problemas genéticos de este tipo. Como algunos perros de color blanco y escasa pigmentación en la piel que pueden presentar miedo patológico y otras condiciones, derivadas de mutaciones en su cerebro. Como puede ser el caso de algunos bull terrier inglés y dálmatas, que tienen tendencia a sufrir síndrome disociativo canino, que es básicamente esquizofrenia canina. Y en los cuales la terapia conductual no será suficiente para controlar los ataques de pánico y otras alteraciones de la conducta. Y habrá que evaluar la situación en conjunto con el médico veterinario, etólogo o especialista de la conducta. Pues en estos casos el tratamiento será totalmente distinto.
Pero en perros sanos o que NO han desarrollado estas patologías por situaciones genéticas, sino que han sido adquiridas o desarolladas por influencia de la experiencia, el medio ambiente, por una mala socialización o por episodios traumáticos, suele ser relativamente fácil de solucionar si se hace con un especialista en conducta que lo guíe para obtener el objetivo deseado.
Debe recordar siempre al lidear con las conductas de miedo de su perro, para no agravarlo, que es clave hacerlo sentir seguro y protegido. Pero sin llegar a la sobreprotección, pues está aumentará la incidencia y la intensidad de los espisodios de miedo.
Recuerde siempre que la protección genera seguridad. Y la sobreprotección, genera inseguridad.
De esta forma simple, es posible superar y desactivar los mecanismos del miedo.