19/09/2024
Cuando empecé a trabajar con temas de comportamiento en perros hace más de 20 años, me tocó ver de todo.
Trato de no juzgar porque sé que eran otros tiempos. "Somos hijos de nuestros tiempos" dicen.
Pero no pude evitar hacer memoria y recordar algunos de los casos más feos que me tocó atender. Y feos no por su gravedad, sino por el tratamiento que se les solía dar en aquellos tiempos.
Y es que, hace un par de días me escribió una persona para atender a su perro, en línea. Y me comenta -Hace como veinte años me ayudaste con mi perro. Un pastor alemán que se mutilaba la cola y las patas. Y que le habían cortado la cola-. Y recordé.
Recuerdo perfecto al perro, un pastor alemán de una línea de belleza, hermoso, excelente perro. Que el padre de la familia había comprado para su hijo. Muy costoso.
Cuando me contactó hacia casi venite años; me dijo: Te contacto porque mi perro se mutiló la cola hasta sangrarse...
Y el veterinario le cortó un tercio de la cola, pensando que iba a dejar de lastimarse...
A los días el perro empezó a morderse nuevamente la otra parte de la cola. Y el veterinario decidió cortarle el segundo tercio de la cola. Y paró unos días de hacerlo.
Pero unos cuantos días después comenzó a mutilarse de nuevo.
Esta vez el veterinario dijo: Vamos a cortarle toda la cola para evitar que siga lastimándose.
Y así lo hicieron, cortaron la cola totalmente, sin dejar absolutamente nada, ninguna vértebra.
Efectivamente el perro dejo de morderse, pues ya no tenía cola.
Pero unos días después... El perro comenzó a mutilarse una pata trasera.
Y al llevarlo nuevamente al veterinario, el médico le dijo: ¡Vamos a tener que cortarle la pata!
Hasta ese momento el dueño entendió que algo no estaba bien.
Me dijo: Si seguimos cortándole, lo vamos a dejar sin patas!!! Algo no está bien aquí!
Fui a ver al perro, y le expliqué en aquel momento que esa era la forma en la que antiguamente se atendían algunos "problemas conductuales" de los perros, antes.
Si el perro ladraba mucho, le cortaban las cuerdas vocales. Si se perseguía la cola, le cortaban la cola. El perro era agresivo, le cortaban los testículos. Y así en muchos casos. Esa era la lógica.
Al inicio, cuando empecé a atender casos, era común ver perros con ablación de las cuerdas vocales, amputados, o pensaban que todo se solucionaba castrando.
Se me hacía entonces algo bárbaro, sin sentido. Ahora con el tiempo, no juzgo. Sé que eso era lo que aprendieron y era la forma de solucionar las cosas en aquellos tiempos.
Cuando empezamos a atender y hablar del caso. Y empecé a indagar. El dueño, me platicó que estaba en medio de un divorcio muy tormentoso, que su todavía esposa se había ido con su hijo a vivir a otra ciudad de un día a otro. Y él ya no quería vivir en esa casa para no tener malos recuerdos. Y estaba vendiéndola. Y que todo fue muy repentino.
Entonces él sólo iba a ratos a comer, descansar y estar un poco con el perro.
¡Eso era!... El perro tenía ansiedad por separación.
Vivía feliz en una bonita familia. Y abruptamente la familia de destruyó y al cachorro se le vino el mundo encima. Se generó un trauma por la separación.
Trabajamos con él y dejó de mutilarse. Y ya no fue "necesario" que siguieran amputandole más partes de su cuerpo.
Hicimos unos ejercicios y el dueño estuvo más tiempo con él, y se acabó si ansiedad, su dolor y su trauma. Se acabó su dolor.
Ahora recuerdo mucho aquellos primeros casos cuando no era nada común que la gente, ni los profesionales supieran sobre temas de comportamiento. Y la mayoría se limitaba a entrenar, usar cadenas, ahorcar, golpear, castrar, amputar o dormir al animal.
¡Que hablar de métodos positivos, y mucho menos de etología! Mucho menos aún, hablar de temas más profundos.
Haciendo un recuento... Me alegra tanto que aquellos tiempos hayan pasado. Y que todo aquello haya cambiado.
Ahora, no lo juzgo. Sé que la gente hacía lo que podía con lo que sabía, y lo que les enseñaron.
Pero me tocó ver la barbarie. Y a muchos animales sufriendo por el desconocimiento de los humanos.
"Somos hijos de nuestro tiempo" dicen.