03/05/2023
Golpe de calor en perros
Prevención, síntomas y tratamiemto
Las altas temperaturas estivales, unidas a malas prácticas de prevención, pueden ocasionarn serios disgustos a todos. Este aspecto es especialmente relevante en el caso de los perros, porque al no disponer de glándulas sudoríparas repartidas por el cuerpo, únicamente pueden regular la temperatura mediante los jadeos, y eliminar el sudor a través de las almohadillas de sus patas, proceso que de por sí es lento. Esto provoca que, si su temperatura corporal aumenta considerablemente, puedan verse afectados por un golpe de calor, con consecuencias irreversibles en 1 de cada 3 casos.
Cómo detectarlo
La aceleración del ritmo cardiaco del perro, acompañada de jadeos con presencia de babas, y de una respiración rápida y nerviosa, son algunos de los síntomas de un golpe de calor en perros más evidentes.
A estos comportamientos, suelen añadirse otros de igual importancia:
Un golpe de calor en perros puede conllevar que su temperatura corporal alcance más de 42ºC, teniendo en cuenta que el nivel medio óptimo en perros es de 38 a 39ºC.
Se produce una disminución de azúcar y sales en su cuerpo, que puede manifestarse mediante la presencia de temblores, debilidad muscular y falta de equilibrio. En algunos casos, también pueden presentarse vómitos y diarreas.
Sus mucosas y encías pueden adquirir un color azulado debido a la falta de oxigenación en sangre.
El perro puede llegar a perder la conciencia, y sufrir daños mayores tales como hemorragias, insuficiente renal o hepática, daño cerebral, e incluso fallo multiorgánico.
Qué hacer ante un golpe de calor en perros
Lo principal es aplicar calma, y actuar de forma rápida y eficiente. Mientras contactamos o accedemos a una clínica veterinaria, podemos aplicarle unos primeros auxilios que le serán de gran utilidad:
El primer objetivo es hacer que su temperatura corporal descienda, por lo que es conveniente ir mojándolo continuamente con agua (ni fría ni caliente). Evita cubrirlo con toallas, o someterlo a medidas extremas (baño en agua muy fría o uso de cubitos), sin prescripción veterinaria.
Intenta que vaya bebiendo agua fresca sin acelerarse. Ni mucha, ni muy rápido, para que vayan estabilizándose sus niveles de hidratación.
Una vez estés en la clínica veterinaria, describe con detalle el episodio que ha sufrido tu perro. Seguramente, el veterinario lo explorará con detenimiento, controlará su situación para mantenerlo fuera de peligro, y le realizará análisis de sangre con el fin de determinar si se ha producido alguna afectación orgánica. También es factible que le suministre algún tipo de tratamiento para acelerar su mejora.
Cómo evitar un golpe de calor en perros
La gran parte de medidas para prevenir un golpe de calor en perros, pasa por el sentido común de los propietarios. Pero seguir las siguientes pautas, puede ayudarte a tomar conciencia:
Nunca dejes a tu perro sólo dentro del coche. Aunque se trate de pocos minutos, tu vehículo puede convertirse en un auténtico horno para él.
Activa el aire acondicionado cuando los desplacéis en coche, y evita que tu perro esté expuesto directamente al sol.
Tanto si estás disfrutando de una jornada de playa o de m***aña, huye de las horas de mayor calor o humedad. En el caso de la playa, combina momentos de baño con otros de descanso en la sombra (equípate siempre con una sombrilla). Y si a tu perro no le gusta el agua, o es de los que se emocionan corriendo por el campo, ten siempre a mano un bebedero portátil con agua limpia y fresca, y ves mojándolo cada poco tiempo.
Si tu perro es de una raza con abundante pelo, piensa que un buen corte de pelo veraniego puedo disminuir su sensación de calor y, en consecuencia, ayudarlo a que soporte mejor las altas temperaturas del periodo estival.
Por último, ten especial cuidado si tu perro es de facciones chatas (Bulldog o Carlino), ya que estas razas, por sus características en términos de respiración, están más expuestas a desarrollar mayores complicaciones ante un golpe de calor.