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Esta Es Una Página De Adopcion De Felinos y Perritos Rescatados Que Buscan Un Hogar ��

08/05/2024

"El Gato que Venía del Cielo"

Es una novela encantadora escrita por Takashi Hiraide y publicada en 2001. Esta obra, que se ha convertido en un clásico moderno de la literatura japonesa, nos sumerge en un mundo de belleza poética y reflexión filosófica a través de la relación entre un hombre y un gato.

La trama sigue la vida tranquila y rutinaria de un matrimonio japonés, el narrador y su esposa, cuya existencia se ve transformada por la llegada de un gato callejero. A medida que el gato se instala en su hogar, comienza a ejercer una profunda influencia en la vida de la pareja, llevándolos a cuestionar sus propias creencias y prioridades.

Hiraide utiliza la presencia del gato como un medio para explorar temas más amplios, como la naturaleza del tiempo, la belleza de lo efímero y la conexión entre los seres humanos y el mundo natural. A través de una prosa poética y evocadora, nos sumerge en un mundo de misterio y maravilla, donde cada momento se vuelve precioso y significativo.

Uno de los aspectos más destacados de "El Gato que Venía del Cielo" es su capacidad para capturar la esencia de la vida cotidiana en Japón, ofreciendo una visión íntima y conmovedora de la cultura y la sociedad japonesa. Hiraide utiliza detalles sensoriales y observaciones perspicaces para crear un retrato vívido y auténtico de la vida en el país del sol naciente.

Además de su belleza estilística, "El Gato que Venía del Cielo" también destaca por su profundidad emocional y su capacidad para conmover al lector. A través de la relación entre el narrador, su esposa y el gato, Hiraide nos ofrece una meditación conmovedora sobre el amor, la pérdida y la búsqueda de la trascendencia en un mundo cambiante y efímero.

07/05/2024

bendecida tarde

el mundo de los gatos el más maravilloso.
los seres más maravillosos que he conocido en mi vida..
los recontra amó

07/05/2024

CHELIN

Julia era una niña que en muchas ocasiones era maltratada por su madre. Parecía que su progenitora buscara cualquier pretexto para demostrarle su odio. Ella muy temerosa por lo que pudiera pasar intentaba no incomodarla en nada. Evitando cualquier cosa que en ella provocara su rabia.
Un día tenía ganas de ayudarla, su madre estaba ocupada atendiendo en la bodega, pero había dejado el vaso de la licuadora con el jugo para el desayuno, ella intentó vaciarlo en la jarra y llevarlo a la mesa, pero se le resbaló manchando gran parte de la cocina, su gato se acercó como siempre a lamer algo de lo que estaba caído. Ella asustada corrió mientras escuchaba el grito de su madre.
Lo que sucedió después le causó gran pesar, el gato era víctima de su error y estaba siendo golpeado de manera tan salvaje y cruel con cada grito que mencionaba su verduga madre.
Ella quería ayudar a su mascota, pero el miedo se apoderó cada vez más, y solo se escondió en su cuarto hasta esperar que cesaran los gritos.
A los pocos minutos se quedó dormida después de llorar por la suerte de su mascota. Al levantarse fue a buscar a su gato, mientras que su madre había vuelto a hablar con la vecina. Julia se acercó para preguntarle por el minino, y su mamá ni tomó importancia a sus reclamos.
Siguió con su búsqueda y lo encontró en un rincón, estaba desfalleciendo y ella lo abrazó. El gato ronroneo en sus brazos. Julia le pidió perdón y el gato la miró tiernamente. Sin embargo, la tragedia ya estaba marcada en las siete vidas. Cargando al inocente, la niña fue a enfrentarse a su madre. La señora al ver a su hija cargar a ese animal mu**to, le dijo que lo soltara. Ella con lágrimas en los ojos, le confesó la verdad. “Chelín no fue… fui yo… si tienes a alguien a quien pegar es a mí”, La madre levantó la mano como queriendo darle una bofetada, pero en vez de hacerlo la abrazó. Julia tenía los ojos entrecerrados y sintió que unas gotas de agua recorrían su rostro, y unas manos, vez de estrangularla, la cobijaban de cariño. Abrió sus ojos, su madre la abrazaba y lloraba a su lado. Julia se dejó llevar por ese cariño y lloró al lado de su progenitora.
Roger Hearniet

05/05/2024

Caterina

Caterina era la gata negra de Virginia Clemm, esposa de Edgar Allan Poe, cuya actitud y comportamiento emocionaron tanto al poeta que incluso terminó por redimir al felino vengativo de El gato negro, cuyo protagonista se llama Plutón.

En los primeros meses de 1844, cuando recién empezaban a manifestarse los primeros síntomas de la terrible enfermedad de Virginia Clemm, tuberculosis, Edgar Allan Poe resolvió adoptar un animal para que acompañara a su esposa durante su ausencia.

Caterina llegó al austero departamento de los Poe en 1844, sin nombre ni procedencia conocidas. Lo primero que se discutió, como en todas las casas en las que se adopta un animal, fue el nombre. Virginia Clemm sugirió que se llamase Caterina, sin saber que su etimología ya anticipaba el temperamento oscilante del felino, ya que en griego antiguo, según su acentuación [aikaterina o aikaterinẽ] puede significar tanto «puro» como «excremento».

Al margen de estas curiosidades lingüísticas, Caterina cumplió su función de compañera con gran dedicación. Rara vez se separaba de Virginia. Y su vínculo fue haciéndose más y más fuerte a medida que la enfermedad avanzaba, debilitándola a tal punto que no le permitía salir de la cama.

Así transcurrieron casi tres años.

En enero de 1847, Virginia Clemm agonizaba. Asediado por deudas y una ya patológica insolvencia económica, Edgar Allan Poe era incapaz siquiera de calefaccionar adecuadamente el apartamento.

Fue en ese momento de extremo padecimiento cuando Caterina se instaló día y noche sobre el lecho agónico de Virginia Clemm. Sin preocuparse por la comida y las pequeñas correrías típicas de los felinos, la gata permaneció acostada tenazmente sobre las piernas de Virginia Clemm, abrigándola con su cuerpo.

El 30 de enero fallece Virginia.

Todavía con la factura impaga del funeral y del ataúd de Virginia Clemm, Edgar Allan Poe regresó a su apartamento.

Caterina lo esperaba ansiosamente.

Edgar Allan Poe y Caterina convivieron durante dos años más, hasta 1849. La relación entre ambos fue más bien formal. El poeta la alimentaba periódicamente mientras la gata negra solo emergía de la cama de Virginia durante las noches, acaso para maullarle a la luna.

Nadie sabe si Caterina se escapó mediante una astucia o si Poe favoreció su extravío dejando alguna ventana abierta. Lo que sí sabemos es que su ausencia no fue ocupada por ninguna otra mascota, así como su corazón, avivado fugazmente por algunos amores secretos, ya no volvió a latir del mismo modo por otra mujer.

Edgar Allan Poe - Escritor

04/05/2024

Ayuda por favor a cada animal de la calle

04/05/2024

La Mejor Imagen Dela Mes De Mayo😻

04/05/2024

Hace aproximadamente cuatro años, atravesé una etapa oscura de mi vida, marcada por una serie de problemas que parecían no tener fin: económicos, amorosos, personales, emocionales y de salud. Cada día se hacía más pesado que el anterior, y en mi desesperación, llegué a considerar la salida fácil. Rumores en el pueblo sugerían que una pariente, envidiosa por mi relación, me había hecho brujería para arrebatarme a mi pareja. Todo parecía ir de mal en peor.

Una noche en particular, decidido a poner fin a mi tormento, me dirigí hacia un campo de aguacates a las afueras del pueblo. Este lugar solitario y silencioso parecía el escenario perfecto para mi último acto. Durante meses, un gato negro me había seguido a todas partes, como un presagio viviente de mi infortunio, y esa noche no fue la excepción.

Al llegar, estacioné mi coche bajo la sombra de los aguacateros, abrí el cofre y saqué una cuerda con la que había planeado acabar todo. Caminé entre los árboles hasta encontrar uno robusto, ideal para mi propósito. Sin embargo, mientras ataba la cuerda a la rama, sentí una presencia detrás de mí, una sombra que me susurraba al oído, instándome a completar lo que había empezado.

De repente, el gato negro apareció de la nada, situándose en la rama justo sobre la cuerda. Sus ojos brillaban con una intensidad feroz mientras miraba hacia la sombra que me acosaba. En un instante, el gato se lanzó desde la rama, arrojándose sobre la figura sombría. Sus garras rasgaron el aire mientras la entidad emitía un chillido agudo, desvaneciéndose en la oscuridad.

Sorprendida y confundida, me encontré de pie, sosteniendo la cuerda en mis manos, pero sin el mismo deseo de desesperación que me había llevado hasta allí. Dejando la cuerda colgada, me alejé del lugar, incapaz de completar mi trágico propósito.

El gato, después de asegurarse de que la sombra no regresara, caminó con calma hacia mi coche y se trepó al capó, como si esperara algo de mí. Sin saber qué más hacer, seguí su ejemplo y entré al coche. Mientras conducía de regreso a casa, una pregunta rondaba mi mente: ¿Habría sido ese gato mi ángel guardián? Desde esa noche, nunca volví a verlo, pero tampoco la oscuridad que me había seguido durante tanto tiempo.

01/05/2024

Ojalá coincidamos en otras vidas,
ya no tan tercos,
ya no tan jóvenes,
ya no tan ciegos ni testarudos,
ya sin razones..sino pasiones,
ya sin orgullo ni pretensiones.
Ojalá.

Charles Bukowski

En Memoria A Mi Sumire

30/04/2024

Freddie Mercury y su amor por los gatos. ❤️😻

30/04/2024

Así Es Un Mundo Cruel Para Los Callejeritos😢

30/04/2024

BELLA FOTO 😍😻

29/04/2024

Yo caí en los michis x ejemplo 😹😹😹

29/04/2024

Michi Batman

29/04/2024

Veo que por fin dejas las calles. Llega una familia amorosa y muchas cosas lindas y ricas...

29/04/2024

Buen Inicio De Semana Con esta Bella Imagen😻

28/04/2024

A los alimentadores

Bajo el manto de la noche, en silencio y sin testigos, se mueven sombras bondadosas, entre callejones y abrigos.
Son los ángeles guardianes, de miradas furtivas y pasos ligeros, que reparten su caridad, a los gatos callejeros.

Con cada plato de comida, con cada gesto de amor, dan esperanza a esos ojos, que han visto tanto dolor.
No buscan fama ni aplausos, su recompensa es más sincera, es el ronroneo agradecido, de la vida que se espera.

En cada esquina un refugio, en cada gesto una canción, los alimentadores de gatos, son poetas de corazón.
Con manos que no juzgan, con almas que no desesperan, en el arte de dar sin medida, son maestros que nos enseñan.

Así, en la ciudad que duerme, hay héroes que no descansan, son los alimentadores de gatos, que tejen redes de esperanza.
Y aunque el mundo no los vea, ni sus nombres sean conocidos, en los ojos de los gatos, sus rostros están esculpidos.

(Toni Pérez
Asociación Gatos Alfindeños)
Imagen de Rafapasta

27/04/2024

Que Dulzura Más Karen Así 🥰

27/04/2024

Nos Vamos De Paseo Quien Quiere Ir 😁🤣🥰

27/04/2024

Hay Si Es Como Una Sueño 😴 Hecho Realidad 😁

26/04/2024

EL GATO

María era una joven apasionada por los gatos,que dedicaba sus horas libres a alimentar y cuidar de una colonia de felinos ferales que habitaban cerca del cementerio del pequeño pueblo de San Gabriel.
Todos los gatos de la colonia la adoraban y buscaban sus caricias, excepto uno: un gato malencarado, con la cara negra y el pelaje del cuello blanco, enorme, lleno de cicatrices y con la oreja partida. Siempre se mantenía a distancia, escondiéndose entre los panteones, y bufaba amenazante cuando cualquiera intentaba acercarse.
Una tarde, mientras María se agachaba en la fuente cercana para recoger agua para sus gatos, sintió un intenso dolor en la pierna. El gato negro la había mordido con ferocidad. María, irritada por el extraño comportamiento del felino, intentó alejarlo con gritos, pero el gato solo se alejó un par de metros y se quedó sentado, mirándola intensamente con sus ojos amarillos. En cuanto la joven le dio la espalda y volvió a agacharse, el enorme gato saltó a su espalda y le clavó las uñas. María, como pudo, lo agarró y lo lanzó lejos, pero el gato volvió corriendo y empezó a lanzar zarpazos mientras bufaba muy cerca del rostro de la muchacha. La desesperación se apoderó de María y, en un acto instintivo, tomó una piedra y golpeó al gato en la cabeza, dejándolo malherido en el suelo.
Con lágrimas de dolor en los ojos, María decidió recoger el agua antes de atender sus propias heridas y mientras el gato agonizante maullaba lastimosamente a pocos metros de ella, notó algo aterrador: un escorpión gigante se ocultaba justo al lado de la fuente, donde solía agacharse para llenar los cubos.
Comprendió entonces que las supuestas "agresiones" del gato negro eran advertencias para mantenerla alejada del peligro.
El susto le recorrió el cuerpo mientras se daba cuenta de que el gato había intentado protegerla todo el tiempo. Si no fuera por sus "ataques", habría sido picada por el mortal escorpión. Llena de gratitud y arrepentimiento, María regresó al lugar donde yacía el gato y lloró al comprobar que este estaba mu**to, lo levantó con cuidado y, murmurando palabras de pesar y agradecimiento que el pobre animal ya no podía oír, lo llevó a su casa para enterrarlo junto a su ventana.
Meses después, en una nueva camada, nació un gatito con la cara negra y el pelaje del cuello blanco, mucho más grande que los demás y con una mirada sabia en sus ojos amarillos que, vigilante, seguía los movimientos de María en la colonia.

FIN.. créditos a su autor...

25/04/2024

EL MICHIBAT 😅😻😻🤣🤣😻

25/04/2024

Nos Vamos De Paseo Grupo🥰

25/04/2024

El Michi Abejita 🐝🐝🐝🐝🐝Te Saluda👋🏼👋🏼

25/04/2024

Buenos Días Grupo Feliz Jueves 😻

24/04/2024

El Pastel Soñado De Toda Karen🤩😻

24/04/2024

Los Padres Michis😻

24/04/2024

Los Consentidos De Estambul Que todos los Michis estuviesen ahí.

23/04/2024

Por Más Gente Caritativas 🥺

23/04/2024

El Sueño De Toda Karen Y Karencio 🥰😍

23/04/2024

Hola Amigos@ Aquí les saluda el Michi del oriente🤩

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