“En el principio de los tiempos cuando tanto las personas como los animales vivían en la Tierra, una persona podía convertirse en animal si lo deseaba, y un animal podía convertirse en ser humano. A veces eran personas, y a veces animales, y no había diferencia alguna. “Todos hablaban el mismo idioma”. Canción de los esquimales Netsilik
Esta Página está dedicada para aquellos seres humanos, humanamente humanos que marcan la diferencia entre unos u otros por su propia naturaleza y esencia divina los mismos que están lidiando día a día en un mundo que solo nos enseña a tener en vez de ser, a competir en vez de convivir, a recibir en vez de dar; los mismos que sienten ajenos y diferentes a un mundo tan cruel y quienes se desarrollan y/o evolucionan conjuntamente con todo ser viviente que sufre, que ama, que siente; pues ustedes están en una constante lucha, defendiendo, protegiendo, interactuando en su diario vivir con las diferentes especies de animales; yo a ustedes les llamo sencillamente “Ángeles Humanos” …….Eternamente Gracias!!
Y son ustedes “Ángeles Humanos” los que han creado diferentes movimientos para la defensa de los animales; las grandes asociaciones nacionales e internacionales, los liberacionistas, movimientos ecologistas, fundaciones, centros de refugio e inclusive personas que han refugiado en su propio casa los animales de la calle; por lo tanto, es importante subrayar que el movimiento por la defensa de los animales no solo libra una batalla en solitario por una cuestión muy personal, sino que es macro que se integra en un movimiento más amplio por una sociedad menos violenta, el “tejido humano”. Animados por la convicción de que una sociedad no será justa y solidaria si conservan espacios donde la crueldad sea legal contra los animales; como ya lo advertía Santo Tomás de Aquino o Immanuel Kant, la violencia contra los animales nos endurece el corazón y puede llevarnos finalmente a ejercer la violencia contra tu prójimo. Por consiguiente, existe una gran pluralidad de razones por las que ustedes están equilibrando una sociedad violenta; protegiendo a todo aquél que pueda sufrir para ampliar el círculo de la moral más allá de nuestra propia familia, la sociedad o la nación. Como cita en una frase Albert Schweizer “No me importa si un animal es capaz de razonar. Solo sé que es capaz de sufrir por ello lo considero mi prójimo”.
“LA ESPIRITUALIDAD DE AMOR Y SANACIÓN ENTRE EL HUMANO Y EL ANIMAL”
Por: Patricia Ángela Salazar Gonzales
Psicoterapeuta Holística & Mujer Medicina
El vínculo entre un animal y su cuidador suele ser intenso y profundo. En muchas ocasiones, los animales resuenan con nosotros de una manera profunda, más que otros seres humanos. Esto es debido al hecho de que los animales no tienen un ego. Ellos no tienen una personalidad definida por las normas sociales, educación, amigos, etc… son más auténticos, de esencia pura en el camino del amor y de su conexión con lo Divino ya que los animales de cualquier especie aman incondicionalmente y están constantemente haciendo el trabajo de sanación para nosotros en formas distintas; que a menudo, no reconocemos; pero si o si se produce el efecto del dar y el recibir.
Podemos darles de comer, asearlos, pasearlos, llevarlos al veterinario para vacunarlos y a cambio ellos están armonizándonos; calman nuestras almas de una manera sutil, pero perceptible; equilibran nuestras emociones, alineando nuestra fuente de energía. Cuanto más abiertos estamos a los dones espirituales que nos ofrecen nuestras mascotas, más podemos compartir esos dones con ellos. La presencia de un perro en nuestras vidas no sólo demuestra lo dicho anteriormente, sino que además ayuda activamente al desarrollo de lo plexo solar de los humanos, de tal forma que un ser humano que está en contacto con un perro, se va a volver cada vez más tolerante e indulgente; empático y mejor aún, más agradecido.
Los animales son una gran bendición para las personas que no cicatrizan las heridas emocionales (niños, jóvenes, adultos). Son unos magníficos curanderos, sanadores por excelencia; ellos aman tus talentos y sienten alegría al compartirte su ternura; pero sin embargo, a menudo se sienten drenados por la falta de energía recíproca. Ellos dan mucho de sí y no reciben otro tanto de vuelta cuando no se aplica la ley de la reciprocidad.
Los animales, por su propia naturaleza, transmutan la energía discordante del estrés. Son como las señoras de la limpieza espiritual que entran en nuestra conciencia y limpian los derrames de la agitación emocional del día a día.
Pues la comunidad científica valida este concepto. Se han hecho varios estudios a nivel científico, demostrando que las personas con una mascota se recuperan más rápidamente de una operación, o que los ancianos dueños de mascotas, viven vidas más largas y saludables que los no propietarios de animales domésticos. Es más, es un hecho que ha sido demostrado empíricamente y que es aceptado por todos aquellos que entienden lo que significa tener un animal a su lado (mascota) tiene efectos altamente positivos tanto en nuestra salud física, así como también en nuestra salud mental. Para aquellas personas que, por ejemplo, sufren de estrés, o sufren de alguna grave enfermedad del ánimo o de soledad, una mascota puede convertirse en una fuente vital de soporte emocional y, aunque usted no lo crea, también de soporte social. Se ha demostrado que las mascotas pueden disminuir los síntomas de la depresión, además de causar cambios significativos en la tensión arterial y disminución de las contracturas musculares, ya que compartir tiempo de calidad con ellos induce a la relajación.
En principio, las familias que poseen mascotas presentan una menor incidencia de aparición de enfermedades cardiovasculares y, si alguna persona ha sufrido infartos, su recuperación es más rápida si pasa unas cuantas horas al día con su perro.
De igual modo, a nivel energético los perros presentan un campo de energía positivo debido a que son seres muy activos (tanto en los procesos corporales como en la actitud), y esto influye en un aumento en la energía de sus dueños.
Por otro lado, cada vez es más frecuente tratar condiciones mentales con animales. Entre ellas, están el síndrome de down, autismo, depresión, ansiedad con los perros, delfines, caballos o leones marinos son mamíferos que interactúan muy bien con quienes tienen alguna de estas condiciones, desarrollando su empatía, elevándoles la autoestima e incrementando su motivación.
La conciencia del ser humano se refleja en la conciencia del animal; cuando estamos a punto de dar un salto de conciencia, un animal puede entrar en nuestra vida para representar ese cambio y para ayudar en la transición.
Si ya tenemos mascotas y estamos pasando por una transición, a veces el animal puede tener un problema de salud, puede huir o incluso morir dar la vida por nosotros para equilibrarnos y ser mejores seres humanos.
Durante muchas investigaciones, hemos encontrado información interesante sobre la evolución de los animales como en los escritos de Paramahansa Yogananda. En los estados metafísicos hindues: “La atención, la intuición y la evolución de los animales puede ser acelerada mediante la formación de una persona intuitiva. Escuche los sonidos pronunciados por diferentes animales cuando están felices, bulliciosos o celosos, poco a poco será capaz de interpretarlos y utilizarlos para hablar con los animales y ayudarles a acelerar su evolución, una telepatía mental, de hecho, se establece entre los seres humanos y sus mascotas. La interacción humana puede acelerar la intuición de los animales y por lo tanto acelerar su evolución. Recuerde que “Dios está en todos, en cada ser viviente“.
Si usted es una persona metafísicamente orientada, puede confiar en que el alma de su mascota le ha señalado a usted con el fin de beneficiarse de su nivel de conciencia. La energía del animal se incrementa, tal vez porque quiere dar el salto de una especie a otra en su próxima encarnación. Usted está apoyando a ese animal en la preparación de ese salto. A cambio, su mascota le está sirviendo incansablemente en un nivel subconsciente. Existe un equilibrio natural maravilloso y armónico entre los dos.
Puesto que los animales nos ayudan a transmutar nuestra infelicidad y negatividad, siempre están presentes en el camino de sostenernos y ayudarnos a ser mejor persona humanamente humano. Cuando seamos receptivos y conscientes de la labor subconsciente que los animales están haciendo un trabajo de sostenimiento evolutivo, estaremos más dispuestos a defenderlos, servirlos y cuidar de ellos, lo que ayuda a acelerar la evolución de nuestras almas. Es una situación resultante de ganar sobre ganar; acción y efecto.
Esto no quiere decir que los humanos sean una especie superior, conocemos muchos animales que son casi humanos, como si estuvieran en la línea divisoria entre las especies. Algunos animales ansían tener la experiencia del alma del ser humano y podemos ayudar a los animales con ese deseo. Nosotros, a su vez, tenemos mucho que aprender de nuestros amigos, hermanos menores “animales”.
Se produce la simbiosis entre los animales, tan igual como los seres humanos, para que ambas especies coexistan en este planeta. Es prioritario estrechar relaciones y vínculos; esto no es algo que solo hagamos los seres humanos pues la simbiosis en los animales también es convivencia pacífica entre ejemplares de diferentes especies, gracias a la cual una o ambas partes se benefician.
Entre seres humanos y animales se da una relación simbiótica donde prima la emoción y el afecto “fusión&unión” = Amor = Sanación; es decir, una relación de ayuda o asociación íntima entre dos “organismos de especies diferentes” con el fin de beneficiarse mutuamente en su desarrollo vital. Podemos juzgar el corazón de una persona por la forma en que trata a los animales” (Immanuel Kant).
Hay mucha gente que desconoce, que cuando una persona mira a su perro o a su gato o cualquier otro animal con una actitud protectora y de afecto, los niveles de oxitocina se elevan de manera notable al interior del cuerpo humano. La oxitocina es, por excelencia, la hormona del cariño, del amor, de la fidelidad, de la compasión y la confianza; dando como resultado que la persona que ama a un animal es capaz de construir relaciones saludables de largo plazo, las mismas que ayuda a crear lazos y vínculos interpersonales de carácter duradero; tan igual, que cuando alguien se enamora, la hormona que juega un rol crucial en este estado tan “especial” del ser humano es, justamente, la oxitocina; sus cerebros liberan grandes cantidades de oxitocina en el dar y recibir. Es por ello, que se la llama la “hormona del amor”.
En conclusión el vínculo que se crea entre una mascota y un ser humano es bastante similar y cercano al que experimenta una madre o un padre en relación con su hijo o hija. Se puede hablar con propiedad que es una conexión evolutiva que se ha producido en función de tantos años de convivencia cercana entre los humanos y los animales, sea que se trate de perros, gatos, caballos u otros animales. En algunos casos, este lazo entre un ser humano y una mascota puede ser incluso más fuerte y poderoso que el que desarrollamos con otras personas.
Los seres humanos tienen un ego más desarrollado que los animales, y es obvio que nuestro ego puede ayudarnos o perjudicarnos. Debemos usar nuestra fuerza de voluntad sabiamente. Aprendemos a ser humildes en presencia de los animales, para ser más amables y menos egoístas. Gracias a nuestras mascotas podemos aprender cómo aprovechar la energía de nuestro ego para realizar acciones positivas y constructivas.
Llegamos así a nuestros días, en los que el movimiento a favor de los animales ha tomado fuerza y se ha diversificado, y en el que cada vez son más quienes desempañan sus neuronas espejo y empatizan con los que sufren, sean de la especie que sean….“La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la manera en que tratan a sus animales” (Mahatma Gandhi).
Pero aún queda un arduo camino por delante para el equilibrio de conciencia en la compresión absoluta en la relación “humano-animal”, en el que los representantes políticos, los empresarios que producen dinero a costa de la vida de los animales, etc., etc. son un duro escollo, aunque poco a poco se van dando los pasos para conseguirla meta, al menos, un ética, una reflexión, una vivencia personal y ajena sobre el valor de la especie animal que vive entre nosotros para darse el milagro de sanación personal y colectiva.
Si cuidas, proteges, defiendes a un animal…TE CUIDAS A TI!!
De modo que ya lo sabe: el tener, cuidar, proteger a una mascota; ayudar a un animal no sólo le hace bien a vuestra salud y a la salud del animal, sino que incluso puede conducir a las personas a hacer nuevos amigos y ampliar de manera notable su círculo de amistades en el afecto tierno y sincero del dar y recibir además de que los animales pueden ser el puente para llegar a nosotros mismos, interiorizarnos y llenar nuestros vacíos; ellos naturalmente captan la energía y saben qué hacer con ella.
Recuerda siempre y ten presente que los animales reflejan los desbalances emocionales del sistema en el que vivimos, dándonos así la oportunidad de vernos interiormente para desarrollarnos personalmente hacia un grado de evolución más elevada “tocando nuestra alma”.
De los animales podemos aprender dos cosas: El amor incondicional del uno hacia el otro y por otro lado la conexión sagrada hacia el corazón puesto que la mayoría de las personas estamos demasiado anclados en nuestra mente viviendo, sintiendo desde la mente y nos alejamos del corazón, donde se halla la sabiduría y secreto de nuestra existencia y los animales son los que están siempre conectados hacia el centro de nuestro corazón motor. Es increíble de todo lo que hacemos para evolucionar y lo tenemos al frente de nosotros “los animales” y lo único que tenemos que hacer es aprender a vivir con ellos, es lo que la humanidad lo ha olvidado. Solo hay que conectarnos con ellos para elevarnos y ser realmente quienes somos. Como nos expresa en una frase muy celebre Albert Schweizer “El mayor descubrimiento de cualquier generación es que los seres humanos puedan alterar sus vidas modificando sus actitudes mentales”.
Perú - Cajamarca, 15 de Enero del 2019