18/02/2017
GOLPE DE CALOR EN PERROS
Mucho ojo con el golpe de calor
El golpe de calor es un riesgo real que debemos tener muy en cuenta si vamos a hacer con nuestro perro cualquier actividad al aire libre en verano. Sus consecuencias pueden ser mortales si no lo detectamos a tiempo, o si no hemos sido prevenidos y la situación nos viene en mitad de la nada sin una sombra o gota de agua con la que actuar.
Por favor, lee atento este artículo y tenlo siempre presente cuando camines con tu perro en días calurosos para evitar una situación que puede desencadenar en algo horrible y dramático.
Qué es el golpe de calor en un perro
El golpe de calor es un trastorno grave que se presenta en un perro cuando no consigue expulsar más calor del que genera o absorbe, superando su temperatura corporal y afectando al sistema nervioso central.
Los perros no transpiran como los humanos, sino que lo hacen sólo a través de la boca dificultando mucho más su autorregulación de temperatura, puesto que se refrigeran únicamente a través de la respiración y del jadeo. Por esto se dice que los perros son mucho más propensos al golpe de calor que los humanos.
Un golpe de calor puede matar a nuestro perro en apenas 15 minutos.
Prevenir el golpe de calor
Los tres factores más determinantes que influyen en el desarrollo de este trastorno son:
Ejercicio físico. Aumenta la producción de calor corporal.
Temperatura ambiente alta. Disminuye la capacidad de nuestro perro para expulsar calor al exterior y por lo tanto éste se va a acumulando en su cuerpo.
Deshidratación. Disminuye la pérdida de calor.
Atendiendo a estos factores comprendemos fácilmente que hay una situación que debemos evitar por encima de todo: El agotamiento de nuestro perro a altas temperaturas y sin agua para actuar. No hay excusas, esta situación no debe producirse jamás.
También deberemos prestar especial precaución con ciertas razas, como son los boxer, carlinos, bulldogs, y cualquier perro de tipo braquicéfalo, es decir, con hocico corto o chato.
Si no puedes evitar caminar durante las horas más calurosas (cosa que te aconsejamos encarecidamente) y finalmente os coge el calor (hablamos de más de 25º C de temperatura ambiente) en una caminata, debes mantener las siguientes precauciones:
Lo más importante, lleva mucha, mucha, mucha agua. Tu perro beberá mucho más de lo normal, y guarda siempre una buena cantidad para refrescarle en caso de que se produzca el golpe de calor. Leer más sobre la hidratación del perro durante la actividad.
No le pierdas de vista y controla su estado en todo momento.
Si es un loco de la colina, no lo dudes: átalo. Algunos perros son un poco inconscientes y pueden ponerse a correr sin parar hasta provocarse ellos mismos su propio colapso.
Párate a cada sombra por pequeña que sea, espera a que retome una respiración más o menos normal (que deje de jadear) y ofrécele agua para beber.
Refréscale cuello y cabeza con regularidad pero sin derrochar el agua, bien muy preciado según en qué zonas donde no la encontrarás en kilómetros.
No desaproveches cualquier río, acequia o similar en el que tu perro se pueda dar un buen chapuzón, le dejará como nuevo.
De repente se empieza a revolcar contra pajas, plantas y cosas raras sin razón? Déjale, seguramente sea porque están bastante más frescas que la temperatura ambiente e incluso conserven algo de humedad.
Detectar
Los síntomas de un golpe de calor que puedes detectar por orden de menor a mayor gravedad son:
Respiración dificultosa y exceso de jadeo
Falta de fuerzas, se niegan a andar
Calambres, temblores musculares
Coloración azulada de piel causada por la deficiente oxigenación de la sangre
Mareos, se tambalean al caminar
Vómitos
Pérdida de conocimiento o coma en los casos más graves.
Actuar
Lo primero es intentar bajar la temperatura lo antes posible. Si solo presenta los dos primeros síntomas, busca rápidamente una sombra, ofrécele agua si puede beber, y refréscale poco a poco hasta que se estabilice y retome una respiración normal.
Si tienes un punto de agua próximo (río, fuente, acequia, o lo que se te ocurra) báñalo lentamente para evitar un shock por la diferencia de grados. Primero las patas, luego refresca cabeza y cuello, y cuando haya retomado algo la respiración, báñalo para que se espabile pero nunca de golpe.
Si los síntomas o la situación son más graves (no hay puntos de agua ni sombras) haz cualquier cosa que se te ocurra para bajarle la temperatura, por ejemplo puedes empapar una camiseta en agua que lleves y aplicársela tipo paño húmedo en cuello y cabeza, y si la cosa se pone fea no dudes en hacer uso del móvil y llamar a cualquier taxi o ayuda que se te ocurra (por ejemplo al albergue de la noche anterior que os conocen y está cerca) para que vengan a recogeros en coche y os lleven inmediatamente a una clínica veterinaria.