12/04/2024
Al César lo que es del César... ¡y a Alemania lo que es de Alemania!
Alemania a la Cabeza ¿o Alemania Uno Más?
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Este es un viejo dilema que se ha dado en la historia del perro pastor alemán. Ya los suizos intentaron decirle al viejo maestro (el único que ha merecido ser llamado así) que podían enviarle algunos perros para "mejorar la raza". La respuesta de Stephanitz fue lapidaria: les subió la cuota de participación en eventos alemanes a todo perro pastor alemán procedente del club suizo. "Respetos guardan respetos" es un viejo aforismo en el idioma español. No vengamos a imponerle a Alemania, por la fuerza de los votos, o por alguna otra razón, cómo tiene que manejar al perro pastor alemán y sus diversos quehaceres.
En este momento, nuevamente surge el tema de "abrir el control" o "democratizar el manejo de la raza". Todo esto, como siempre, debido a intereses creados para poder detentar el control de la raza. Se ha dado este fenómeno, de manera natural, cada cierto tiempo. Y esto ha ocurrido, y ocurre, a nivel mundial. Stephanitz siempre dejó que los disidentes formaran todos los clubes paralelos que quisieran. Ninguno sobrevivió.
La pregunta es si es lógico, coherente y cohesionado, que exista un país que controle la raza, siendo que hay muchísimos otros países donde la actividad es muy fuerte e intensa. Se crían muchos perros pastores alemanes y cachorros en todo el mundo. De allí nace esa intencionalidad de decir que no es justo ni legal que un país (Alemania) tenga tanta preponderancia cuando los otros países también tienen su propia realidad de crianza del pastor alemán.
Sucede que los conceptos de igualdad democrática no siempre se aplican estrictamente. Y no siempre tiene, este concepto de un país un voto, un resultado positivo para el bien común de las razas caninas. En este caso, Alemania tiene muchísimos más votos dentro de la WUSV que los que tiene, por ejemplo, mi país. La mayoría de países del mundo tienen solamente dos votos dentro de la WUSV y, si mal no recuerdo, Alemania tiene 60 votos. ¿Es esto legal? Sí. Pero... si cambiamos las normas ¡también sería legal que cada país tenga un voto! Esto sucede porque se ha cambiado la norma y así podemos volver "legal" cualquier tema del quehacer humano. Pero podemos preguntarnos: ¿todo lo legal es racional y es legítimo?
Pongamos algunos ejemplos para que la realidad canina se decante por su propio peso y no por las opiniones mías o de cualquier otra persona. El primer ejemplo que viene a mi cabeza es si, por ejemplo, el perro peruano sin pelo se criase intensamente en todo el mundo, cabría la posibilidad de que algún país diga: "Oiga, yo tengo igual derecho que el Perú a tener representatividad e igualdad de valoración en mi opinión". Es decir, la opinión de un país X que cría muchos perros peruanos sin pelo valdría tanto como la opinión del Perú. La realidad es que el Perú fue el que registró la raza "Perro Peruano sin Pelo" e, históricamente, tiene una consistente actividad que no se puede negar respecto al cuidado de la raza, su preservación, sus normas, etc. ¿Podemos los peruanos, o cualquier grupo o nacionalidad que vela por sus razas caninas registradas ante la FCI, estar profundamente equivocados? Sí. Somos seres humanos llenos de falencias y limitaciones. Pero ya habrán otros peruanos para corregir los entuertos que algún directivo o autoridad haya realizado (teóricamente). Igualmente... en los perros chinos... ¡dejemos que los chinos vean todo lo relacionado con los perros chinos! Y, de igual manera, ¡dejemos que los alemanes vean todo lo relacionado con el perro pastor alemán! Han sido, son, y serán la "ultima ratio" (la razón máxima suprema, la decisión final y absoluta, innegable) de la existencia y sobrevivencia de la raza del Perro Pastor Alemán. ¿Se han cometido errores? Sí, por supuesto. Cientos y miles. Pero es un asunto de responsabilidad y de autoridad del club matriz: la SV. Todo dentro de la SV, nada fuera de ella. Es la ley (¿Mandaloriana?).
Hay que reconocer, porque de otra manera nos hacemos indignos de velar por el perro pastor alemán, los orígenes, la historia, los antecedentes y los esfuerzos que ha hecho Alemania para registrar la raza. El incansable esfuerzo de una Alemania que tuvo que reconstruir la raza en dos ocasiones, y donde el Perro Pastor Alemán es una tradición popular en cada pueblo y ciudad. Primero el perro, segundo el perro, y tercero el perro. La política y las ansias de poder (que siempre han existido y seguirán existiendo) deben quedar para aquellas almas pequeñas que se aman más a sí mismos que a sus propios perros.
Pongamos otro ejemplo: los caballos árabes formaron el caballo de carreras inglés, y los ingleses crearon el registro de los caballos ingleses de carrera. Los ingleses no van a aceptar que venga alguien de un país árabe a decirles: "Oiga, ese caballo se origina en los caballos árabes y, por lo tanto, debe seguir tales y cuáles normas". O, también, no tenemos duda alguna de que los caballos andaluces son evidentemente españoles y español es el registro de la raza. Sería un contrasentido que un criador de cualquier país, supongamos Brasil, Argentina o Perú, pueda llegar al punto de estar tan alejado de la realidad que le dispute a un andaluz la primacía sobre la raza. Sí, puede llegarse a estos casos. ¿Puede ser legal? Sí, puede ser legal, pero históricamente no es legítimo, ¿por qué? Porque sencillamente quienes registraron la raza, quienes la defendieron, quienes la hicieron popular, además del origen de la raza es, en este caso, España-Andalucía. Esto es específico para cada raza, para cada espécimen, para cada realidad. La primacía de la realidad manda. Los intereses políticos, de ego, la necesidad de poder, los orgullos heridos, los problemas de niñez no resueltos (¿todos los tenemos?) no deben manchar o estorbar las acciones y decisiones de las organizaciones matrices. Donde manda capitán... ya saben el resto de la frase ("no manda marinero"... para los amigos que leen esto en otro idioma donde esta frase coloquial no sea popular o conocida).
En el caso específico del perro pastor alemán, no existe ningún país del mundo que tenga la importancia actual que tiene Alemania. No solamente ya histórica, porque eso es, como algunos dirán, "hablar de vejeces". Hoy en día, en este momento, no existe un país que tenga tantos especialistas, tantos jueces, tantos eventos, etc. Por ahí dicen: "...es que sumamos tres países importantes y crían más que en Alemania" o "Tal juez es mucho más importante que algún juez de los tantos que existen en Alemania". Y mi respuesta es, humildemente, son casos puntuales. Pero la suma total de lo que es Alemania en el perro pastor alemán no se puede negar. Es inevitable. Así ha sido y así debe ser. Con Alemania todo, sin Alemania nada.
Les propongo un ejemplo más. En algunos momentos de la historia, Dinamarca, especialmente su región sur, ha sido un territorio alemán, poblado por alemanes y controlada por el imperio prusiano. El gran danés es una de las razas de perros gigantes más antiguas del mundo. Sus orígenes se remontan al siglo XVI en Alemania y áreas vecinas. Inicialmente se les llamó "dogos alemanes" o "alanos alemanes" y fueron utilizados como perros de guardia y caza mayor por la nobleza alemana. En el siglo XVIII, estos perros fueron introducidos en las cortes reales danesas, donde ganaron gran popularidad. Es por esto que posteriormente pasaron a llamarse "gran danés". Tanto Alemania como Dinamarca reclaman la paternidad de la raza, ya que ambos países contribuyeron significativamente a su desarrollo a lo largo de la historia. La raza tomó su nombre actual y parte de su conformación moderna gracias a los criadores daneses en el siglo XIX. La raza fue reconocida oficialmente con el nombre de "gran danés" por la Sociedad Cinológica de Alemania en 1899, aunque los criadores daneses ya los llamaban así desde antes. Y es Alemania el país responsable de la raza. ¿Qué egos en Dinamarca quieren hacerse responsables de la raza "gran danés"? No lo sé. Si los hubiera... no me cabe duda que acompañando a estos egos encontraremos muchos intereses "no caninos". El ser humano es complejo. Solucionamos con "el perro" (cualquiera que sea) nuestras carencias y limitaciones. Seamos prudentes y moderados. Sea quien sea el responsable de una raza siempre habrán cosas que se harán bien y otras no tan bien. Pero eso no implica desconocer, de manera elegante pero igualmente subrepticia, oculta, disimulada, que en la actividad canina alrededor del Pastor Alemán hay "otros intereses" no caninos: ego, poder, influencia, viajes, dinero, prestigio, fama, popularidad, autorrealización...¡y más! ¿Cuáles son los pergaminos y logros de los que buscan cambios y modificaciones en la WUSV y en la relación de la SV y la WUSV? Hechos y no palabras.
Si recordamos los años anteriores, en la WUSV ya han habido varios intentos por realizar actos ajenos, y sin la autorización previa de la SV. Allí han quedado para el registro la primera camada de jueces WUSV que fueron desautorizados por la SV (y luego se llegó a una conciliación). Pero estos problemas ya los tenía Hermann Martin, no sólo con la WUSV sino con la misma FCI en esos años. Todo este "agitar el cotorro" (disculpen, otra expresión de nuestro idioma castellano) no es nuevo. El poder, el ego... siempre contrapuestos a los intereses del perro. Una pena.
Mi opinión, por lo que pueda valer, es que se trata de un tema complejo pero nada nuevo. Lo recomendable es ir a los principios, mantener la unicidad de sentimientos hacia lo que es legítimamente válido a la luz de la historia. Nadie puede pensar en quitarle a Alemania la hegemonía, el control de la raza. Nadie puede desear algo diferente. Me daría vergüenza ver en el puesto más alto de la SV a personas que no sean alemanas, o que dentro de la WUSV no sea Alemania la que tenga el control total sobre la raza. Por supuesto que la SV no ha hecho todo perfecto (ni con el perro ni con la WUSV) pero ¿quién garantiza que terceros, con intereses diversos, sean la solución?
Sí, vivimos en una sociedad donde todos queremos ser igualitarios, un país un voto, una persona un voto, pero es grave tener que recurrir a temas legales (en tribunales) o a modernismos muy aceptables en los quehaceres humanos pero totalmente irracionales en temas caninos. Es una "leguleyada" el usar las normas europeas para quitarle peso a Alemania y a la SV.
Para mí es un tema sentimental, de respeto, de historia, de tradición. No puede ser que el presidente de la Sociedad Canina Alemana especializada en la raza del Perro Pastor Alemán (SV, por sus siglas en alemán) pueda ser un español, un italiano o un portugués. No, el presidente de la SV tiene que ser un alemán. Llámenme viejo, llámenme cansado, llámenme anticuado, llámenme no moderno, y está bien, acepto esos términos. Pero por amor de Dios, seamos un poquito lógicos, responsables y, sobre todo, respetuosos. Démosle al César lo que es del César, a Alemania lo que es de Alemania. No querramos voltear la tortilla porque en ese intento nos podemos quemar. Más respeto por la historia, más respeto por las tradiciones, más respeto por nosotros mismos y por nuestro perro de larga tradición e historia alemana.
Ninguna sociedad humana, ningún club, es perfecto. Todos tenemos egos poderosos... grandes ogros que nos dominan. Aprovechar los problemas de un club (que todos los tenemos en este siglo XXI animalista al máximo) para ganar poder... es una muestra de egos desbordados. ¡Cazadores en período de caza! En el caso de los criadores de perros, sobre todo los que han tenido algún éxito, los egos crecen y llegan a hincharse en demasía. Que los egos inflados y las ansias de poder no triunfen. Primero el perro... siempre el perro! Los disidentes y sediciosos siempre han existido. Ya el maestro Stephanitz les señaló el camino: el ostracismo, el olvido y la nada. Su derecho a ser libres e independientes nadie se los niega. Para el resto de aficionados, por analogía diremos: "Alemania locuta, causa finita" (la última palabra la tiene Alemania, el caso está cerrado). No es la primera vez que sabios del mundo entero tratan de decirle a Alemania lo que tiene que hacer. Hoy, viendo los acontecimientos y a los actores del momento, me ratifico: todo con la SV, nada sin ella.
Javier Rodríguez Luna
Lima, Perú.
12 de Abril del 2024.