30/04/2022
Hidrocefalia
La hidrocefalia constituye un agrandamiento del sistema ventricular cerebral debido a un aumento en la cantidad de líquido cefalorraquídeo (LCR). Esta enfermedad puede ser de naturaleza adquirida o congénita.
Se ha propuesto que la desproporción del canal pélvico materno y la cabeza del cachorro podría ser un posible mecanismo para explicar la mayor afección en algunas razas, con lo cual se provocaría un traumatismo que causaría una hemorragia subaracnoidea, con la resultante aracnoiditis y ependimitis que impiden la salida y absorción del LCR.
La enfermedad congénita puede ser comunicante y no comunicante, esta última clasificación corresponde sí el sistema ventricular se encuentra comunicado con el espacio subaracnoideo, la causa más común identificada en los caninos es la estenosis del acueducto mesencefálico, sin embargo, la obstrucción a nivel del espacio subaracnoideo o en las vellosidades aracnoideas, se ha reportado, pero es una alteración difícil de detectar, otra posibilidad es una obstrucción
intraventricular presente en una etapa crítica del desarrollo, la cual más tarde se resuelve, dejando sólo la dilatación ventricular.
En cuanto a la forma adquirida puede desarrollarse a cualquier edad, principalmente tras la presentación de tumores como meningiomas, linfomas, y gliomas; aunque la meningoencefalitis de origen bacteriana o viral puede tener parte dentro de este grupo.
Los pacientes afectados pueden no tener signos de la enfermedad o llegar hasta la alteración del estado de conciencia. El tratamiento médico o quirúrgico puede llegar a mantener estable a estos pacientes, quienes tendrían un pronóstico de reservado a malo.
Las manifestaciones clínicas comprenden agrandamiento de la cabeza, prominencia frontal, estrabismo divergente, atrofia del cerebro, convulsiones, cambios leves de comportamiento, deficiencias visuales por daño al nervio óptico y de la corteza occipital, a pesar de una respuesta pupilar normal.
La hidrocefalia puede ser adquirida o congénita. Las razas de perros con predisposición a hidrocefalia congénita son: Maltés, Yorkshire Terrier, Bulldog inglés, Chihuahua, Lhasa Apso, Pomerania, Poodle miniatura, Cairn Terrier, Boston Terrier, Pug y Pekinés. En raras ocasiones se ha registrado en gatos.
Los animales jóvenes con hidrocefalia congénita en general son de menor talla y peso que sus hermanos de camada, tienen cambios de comportamiento repentinos como agresividad, confusión y depresión.
Con frecuencia presentan convulsiones y retraso en su desarrollo mental. La función motora puede ser normal o llegar a presentar tetraparesis.
Los signos clínicos no se relacionan con el grado de dilatación ventricular o acumulación de LCR, siendo sólo un reflejo de la región anatómica afectada, sea vestibular, cereberlar o cortical. El grado de la distorsión del cráneo depende de la velocidad a la cual el LCR se acumula, la severidad del agrandamiento ventricular y del estado de la osificación de las suturas craneales en el momento de inicio de la enfermedad.
El tratamiento médico se basa en la disminución de la producción de LCR y del edema periventricular, de esta manera, contrarrestar el deterioro agudo del encéfalo, en caso que la cirugía no sea una primera opción.
En cuanto a la opción quirúrgica, se reporta el empleo de una derivación ventrículo-peritoneal, considerada para aquellos perros que manifiestan signos progresivos y que no responden a la terapia médica. Estas derivaciones permiten el drenaje del LCR aunque la posibilidad de complicaciones quirúrgicas en pacientes jóvenes puede llegar a ser muy alta las cuales
pueden ser peritonitis, migración de implantes, obstrucción de implantes o drenaje excesivo y todo esto hace necesario que los pacientes sean sujeto de control y vigilancia médica periódica por el resto de su vida.
Autores: Yesica Paola Rueda Rincón. William Alexander León Torres.
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Video: Hidrocefalia en paciente canina Bulldog francés de 6 semanas de edad.
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