13/02/2022
Gotitas del saber ...
LAS GLÁNDULAS ANALES
SI O NO Y POR QUÉ
Las estadísticas no mienten según encuesta realizada con médicos veterinarios llegan a la veterinaria 1 o dos perros cada dos años con problemas de glándulas y el problema no es por qué no se drenan el principal problema es por una mala manipulación del mismo ya que es manejo del médico veterinario ya que se requiere hacer con calma y paciencia para buscarlas y drenarlas en caso de que el perro tenga problemas,
Si su función de las glándulas perianales son defensa, comunicación y lubricación por qué drenarlas si la mascota no tiene problemas, ya que si las drenas le estás quitando su comunicación, le estás quitando su lubricación donde puedes causar daño en el recto y le estarías quitando su medio de defensa y para finalizar para su identificación la tiene que hacer minuciosamente un médico veterinario cuando el perro tiene problema alimenticios
¿Qué son las glándulas anales y para qué sirven?
Tanto perros como gatos y hurones tienen dos glándulas anales de entre 1 y 3 cm de diámetro bajo la piel, una a cada lado del ano (en el esfínter interno), que funcionan como carta de presentación a otros perros.
Estas glándulas son bolsas que contienen un líquido entre amarillento y marrón, de olor muy desagradable, que se excreta a través de unos conductos que terminan en el exterior del ano.
Cuando un perro está sano, la evacuación del líquido se efectúa de forma natural con las heces y este líquido informa a otros perros de su s**o, enfermedades, su temperamento, etc… Es por ello que, normalmente, los perros olisquean su trasero al saludarse.
Otra de las funciones del líquido que contienen las glándulas anales es el marcaje del territorio: el perro marca el espacio en el que se mueve para que otros perros puedan olerlo e identificarlo.
Además, el líquido que expulsan las glándulas perianales sirve también para lubricar el ano en la defecación.
Si las glándulas anales funcionan con normalidad, no sería necesario vaciarlas, pero si existe un problema en el vaciado natural o se acumula mucho líquido, será necesario consultar a nuestro veterinario de confianza.
Normalmente unas glándulas anales muy llenas provocan que nuestro perro desprenda un olor fuerte y desagradable.