03/02/2024
Freddie Mercury es una leyenda de la música y su legado pasará de generación en generación. Su música se inmortalizó desde finales de los 70’s y de él se han dado a conocer todo tipo de cosas, desde su vida sexual, que para nadie fue un secreto que él fue un abanderado de la comunidad gay, hasta estudios científicos que intentan explicar la naturaleza de su voz.
Este año que se cumplen 32 años de su muerte, en 4 Patas queremos contarles otro lado de su vida, que tal vez muy pocos conocían, su amor por los gatos.
El vocalista de Queen era un fanático de los gatos y fue dueño de Tom, Jerry, Oscar, Tiffany, Goliath, Miko, Romeo, Lily y Delilah. Nueve felinos que se robaban toda su atención cuando estaba en casa.
Se cree que la mayoría de las mascotas de Mercury provenían de la Blue Cross, una asociación protectora de animales originaria de Inglaterra. Sólo Tiffany, una Himalaya, llegó de un criadero. Allí la compró Mary Austin, ex novia de Freddie, y se la regaló. Los demás eran gatos de la calle, rayados, blancos, negros, tricolores. Entre ellos, Delilah, una hembra grande y fuerte, considerada la favorita de Freddie.
Se preocupaba tanto por sus gatos que cuando él se iba de gira, los llamaba por teléfono. Le pedía a la persona que estuviera con ellos que los colocará junto a la bocina para que él les hablara. Además mandó hacer varios retratos de él junto a sus felinos.
Su amor por sus mascotas fue tal que a Delilah, su consentida, le dedicó una canción que lleva su mismo nombre de su álbum ‘Innuendo’, el cuál fue lanzado en el año 1991 (el mismo año de la muerte del cantante) y al parecer a Roger Taylor no le gustaba la canción, pero aceptó que se incluyera en ese trabajo musical tan sólo por la insistencia de Freddie Mercury.
Esta es solo una estrofa que hace parte de esta canción:
Te has adueñado de mi casa y de mi hogar
Incluso intentas contestar mi teléfono
Dalila, eres la niña de mis ojos
Miau, miau, miau