29/04/2024
A propósito de la Celebración del día del Niño y la niña. En esta celebración en sus múltiples manifestaciones, se no invita a la reflexión y la reafirmación de los compromisos que tenemos como Institución Educativa en la construcción y sostenibilidad de entornos protectores hacia ustedes, que se transforman en las mejores condiciones de bienestar para su desarrollo. Es indiscutible que la Escuela se preocupa por la atención de las necesidades y expectativas de los niños, niñas y adolescentes, en el marco del respeto a sus derechos y cumplimiento de sus deberes, que es crucial en la construcción de un mundo más inclusivo y solidaridario.
Hoy queremos aprovechar la ocasión para hacer un llamado muy especial a todas y todos los adultos que conformamos esta comunidad educativa para que celebremos este día con amor, fraternidad, pero sobre todo respetando y promoviendo sus sagrados derechos para que nunca veamos escenarios de niños y niñas violentados. Para esto, la institución, pretende velar por el bienestar físico, psicosocial y educativo de sus estudiantes, y desarrollar programas para la atención, implementado estrategias integrales, y participativas. Como adultos, somos responsables de su cuidado físico, emocional e intelectual, de nosotros depende entregarles las herramientas para que se conviertan en hombres y mujeres de bien y hagan de éste un mundo mejor. Pero de ustedes, estimados niños, niñas y adolescentes, depende el aprovechar al máximo lo que se les brinda y velar también por sus propios derechos y deberes, conociéndolos y vivenciándolos responsablemente. Queremos hacer una la hermosa reflexión con un poema de Dorothy Nolte, sobre la infancia y que dice así:
Si los niños viven con la crítica, aprenden a condenar.
Si los niños viven con hostilidad, aprenden a luchar.
Si los niños viven con miedo, aprenden a ser aprensivos.
Si los niños viven con lástima, aprenden a sentir lástima por ellos mismos.
Si los niños viven con ridículo, aprenden a sentir timidez.
Si los niños viven con celos, aprenden a sentir envidia.
Si los niños viven con la vergüenza, aprenden a sentirse culpable.
Pero si los niños viven con ánimo, aprenden la confianza.
Si los niños viven con tolerancia, aprenden la paciencia.
Si los niños viven con elogios, aprenden reconocimiento.
Si los niños viven con aceptación, aprenden a amar.
Si los niños viven con reconocimiento, aprenden que es bueno tener una meta.
Si los niños viven con el intercambio, aprenden la generosidad.
Si los niños viven con honestidad, aprenden veracidad.
Si los niños viven con imparcialidad, aprenden la justicia.
Si los niños viven con amabilidad y consideración, aprenden el respeto.
Si los niños viven con seguridad, aprenden a tener fe en sí mismos y en los demás.
Si los niños viven con amistad, aprenden que el mundo es un lugar agradable en el que vivir”
Ellos son Felices con lo que más le gusta Jugar, por eso siempre los apoyamos con Nuestro Proyecto del Rescate de los Juegos Tradicionales. Tardes de Cometas y el Festival del Caballito de Palo.