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Mi pequeño amigo - RSE de Gre Ser Consultores Página de Responsabilidad Social Empresarial de Gre Ser Consultores.
(1)

Apoyamos la lucha en contra del maltrato animal y estimulamos a las personas para que adopten animales.

05/08/2024
19/07/2024

¿Conocías estos datos curiosos sobre la miel y las abejas?
- 🐝 Las enzimas vivas en la miel mueren al tocar una cuchara de metal.
- 🥄 Es mejor usar una cuchara de madera o plástico para comer miel.
- 🧠 La miel contiene una sustancia beneficiosa para el cerebro.
- 🍯 La miel es esencial para la vida humana y no caduca.
- 💊 El propóleo de las abejas es un poderoso antibiótico natural.
- ⚰️ Se usaba miel en el embalsamamiento de emperadores.
- 💑 El término "luna de miel" tiene origen en la tradición de consumir miel para la fertilidad.
- 🌸 Las abejas solo viven unas pocas semanas, produciendo poca miel en su vida.
- 💰 Una de las primeras monedas tenía una abeja como símbolo.
¡Agradecimiento a las abejas por su increíble contribución! 🐝

19/07/2024

🐝Cuando veas algo así, no tengas miedo, no llames a los bomberos o a la policía, no te muevas, y no los mates.. 🐝

Estas son solo abejas que viajan y paran durante solo 24 horas. No los molestes y evita acercarte a ellos, no te harán daño.
Si quieres ayudar, pon un plato plano o bandeja con un poco de agua azucarada.
Las abejas comerán, ganarán energía y volarán lejos.

Todos tenemos que proteger a las abejas migratorias, son nuestro seguro de supervivencia.
Sin abejas, no habrá humanos en la tierra. 🐝🧡”

11/07/2024

21/06/2024
https://www.facebook.com/story.php?story_fbid=775554221380310&id=100067772173895&post_id=100067772173895_775554221380310
28/05/2024

https://www.facebook.com/story.php?story_fbid=775554221380310&id=100067772173895&post_id=100067772173895_775554221380310

El actor, Tom Hardy llevó a su perro adoptado Woody a la presentación de una de sus películas para fomentar la adopción de animales.

Tom ha asegurado en diversas entrevistas que comprar animales es inmoral porque promueve la crueldad animal a través de la cría forzada.

A menudo Tom acude a refugios para prestar ayudar a los voluntarios, visita y cuida a perros rescatados y habla sobre los problemas de la cría y el abandono en diferentes medios de comunicación.

¡Sé como Tom, ADOPTA UN PERRO!

17/05/2024

  en  Muy frecuente en animalitos que nacieron en la calle
10/05/2024

en
Muy frecuente en animalitos que nacieron en la calle

La deficiencia de vitamina a,d,e y calcio puede degenerar las articulaciones en un cachorro en crecimiento, a esto se le conoce como raquitismo.En este vídeo...

https://www.facebook.com/share/p/UnkZBR2NhoVbJ6Zh/?mibextid=oFDknk
26/04/2024

https://www.facebook.com/share/p/UnkZBR2NhoVbJ6Zh/?mibextid=oFDknk

Información de Estudio Jurídico Firmamento ⚖️

La ley reconoce a los animales como seres sensibles que tienen el derecho a ser respetados y protegidos contra cualquier forma de maltrato o acto que les cause muerte sin justificación.

Esto se alinea con la creciente sensibilización social sobre el trato ético hacia los animales, y se refleja en la evolución del marco juridico el primer apartado de este articulo establece una pena de privación de libertad de dos a cinco años, junto con una multa de treinta a ciento ochenta dias, para cualquier persona que mate a un animal con ensañamiento o por motivos fútiles En este contexto, el término "ensañamiento" se refiere a una crueldad excepcional o a un deseo de infligir dolor y sufrimiento innecesarios al animal.

Los motivos fútiles podrian referirse a razones triviales, innecesarias o injustificadas.

El segundo apartado prevé una agravación de la pena en un tercio de la pena máxima si se mata a más de un animal. Esta disposición subraya la gravedad de la acción y el compromiso de la ley en proteger a los animales y sancionar severamente a aquellos que atenten contra su vida y bienestar de forma inhumana e innecesaria.

Por lo tanto, el Artículo 350 Ter del Código Penal destaca la importancia de respetar y proteger la vida y el bienestar de los animales y castigar adecuadamente a aquellos que violen estos principios. Se trata de un paso significativo hacia un enfoque más compasivo y humano en nuestras interacciones con los animales y refuerza su derecho a vivir libre de crueldad y sufrimiento innecesario.

Reconocimiento otorgado a la Mgr. Michele Rivero Malpartida por el apoyo al Directorio de la OTB Cobija en la reforestac...
24/03/2024

Reconocimiento otorgado a la Mgr. Michele Rivero Malpartida por el apoyo al Directorio de la OTB Cobija en la reforestación de la zona, y el compromiso con el y con la
Muchas felicidades a nuestro Coordinadora de Mgr. Michele Rivero.
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Michele Rivero Malpartida

19/02/2024
22/07/2023

Muchos hemos pasado por esto..Y lo volveríamos a hacer❗💖🙏
🇪🇸 ..

Inicio con un pensamiento que no me abandona desde que perdí a Rudy: “¡Cómo extraño a mi hermano!”Aquel día, como tantos...
05/03/2021

Inicio con un pensamiento que no me abandona desde que perdí a Rudy:
“¡Cómo extraño a mi hermano!”
Aquel día, como tantos otros, mi hermano y yo sentíamos el natural llamado de hacer una pequeña travesura… y digo “natural” porque, seamos honestos ¿quién no hizo una en la vida? Era todo un desafío conseguir que suelten a Rudy y luego él y yo salíamos corriendo con la mayor velocidad que nuestras ágiles patitas lo permitieran. Nuestros humanos, por mucho esfuerzo que pongan jamás lograrían ganar esa carrera, lo cual era muy divertido.
Desde que mi hermano y yo empezamos a llegar un poco más tarde, tal vez muy sucios (por una que otra riña callejera), nuestros padres decidieron poner pechera a mi hermano para nuestros paseos y se redujeron las salidas sin nuestros humanos. Ese día, todos nuestros amigos confabularon con nosotros; Booky, Turbo y yo empezamos a correr y a jugar muy animadamente mientras Rudy, con expresión de sufrimiento y extrema resignación se echó a los pies de su papá humano, no sin antes tocar la pierna de él con su patita, para asegurarse de que note su tristeza; yo observaba a ratos y vi que el papá de Rudy empezó a verlo con mucha pena… luego ocurrió lo que esperábamos, le quitó la correa y le dio permiso de jugar con sus amigos.
Rudy y yo comenzamos a jugar cerca, como un par de caballeros. En los revoloteos naturales y saltos nos alejamos hasta el borde del jardín de la plazuela y luego, con una mirada y un corto toque de hombros, ambos sabíamos que era el momento, saltamos la barda y salimos corriendo… fue tan chistoso ver correr al papá de Rudy, al de Booky, a la mamá de Turbo e incluso otras personas que sólo estaban paseando, llamándonos y tratando de agarrarnos. Ya lejos de los humanos bajamos un poco la velocidad… siempre hacíamos la misma ruta, lo divertido era correr más rápido que los humanos, ver esa expresión tan graciosa al no podernos alcanzar…
Después del paseo regresábamos, siempre con cara dulce y muy leal y cuando nos estaban por reñir, alguna gracia, mirada tierna… ¡ningún humano se puede resistir!!!
De pronto, un olor muuuuuuy incitante… la chica parecía estar cerca o sea que mi hermano y yo salimos un poquito de la ruta; al fin y al cabo es cuestión de instinto y ¡que gane el mejor! Divisamos a la jauría y el olor fue más intenso; la chica no era ninguna maravilla, pero su olor era muy atractivo… hubieron algunos gruñidos naturales entre mi hermano y yo (sin faltarnos al respeto, por supuesto, sólo queríamos decir “yo llegaré primero”).
Una persona vio a Rudy con pechera y lo llamó… era mi oportunidad perfecta, no necesitaba gruñir ni empujar a mi hermano, primero iba yo y luego él… después, dejaríamos a la chica con su jauría o, si ella quisiera nuestra protección se vendría con nosotros, como ya ocurrió tantas veces.
Gané la delantera mientras los humanos decían conocer a Rudy y buscaban su collar o alguna referencia para llamar a su casa.
… Terminé y busqué a mi hermano, pero el bribón estaba escondido seguramente… lo esperé, lo seguí esperando…
Me preguntaba si, tal vez se enojó y ya estaba en casa… un rato más… ya volvería… comencé a ladrar para que me escuche y vuelva; gruñi y ladré para que piense que estaba peleando con la jauría y salga del lugar en el que estaba escondido, para venir a ayudarme… ambos estábamos siempre listos para una buena pelea… pero Rudy no aparecía.
Volví a casa… busqué por la reja, tal vez él ya había entrado… ¡pero nada!!! Lo esperé en la esquina… ya me sentía muy preocupado. Rudy conocía la ciudad entera, muchas veces, durante la cuarentena rígida me llevó a lugares que, ni yo conocía… sin duda él no estaba perdido, su sentido de orientación era aún más desarrollado que sus mismas patas, que eran muy fuertes y musculosas de tanto caminar. (Si recuerdan su historia, antes de ser adoptado él buscaba a sus antiguos dueños por toda la ciudad y siempre regresaba al punto donde lo abandonaron https://www.facebook.com/RSEdeGreSerConsultores/posts/184824973125871). No debía preocuparme, pero ya estaba muy angustiado… ¡para broma era suficiente!!!
Llegaron nuestros humanos y con alivio al verme, preguntaron donde estuvimos… me hubiera gustado hablar y responderles que sólo llegamos hasta la plazuela sucia, donde estaba la jauría, que no fuimos muy lejos, que nunca los dejaríamos porque los amamos, pero que estaba muy preocupado por mi hermano… los miré con una mezcla de incertidumbre y temor… me sentía arrepentido; luego me preguntaron dónde estaba Rudy… dude… tal vez debía llevarlos al punto en que lo perdí, pero preferí hacerme al dormido y apenas se distrajeron salí a buscarlo… si algo malo hubiera pasado, tal vez encontraría a mi hermano herido… pero NADA!!!
Ya oscurecía y mi hermano Rudy no regresaba… los humanos salían cada rato a buscarlo, hicieron la ruta regular gritando el nombre de mi hermano; todos estábamos preocupados y un poco enojados por su desaparición por lo que supusimos que estaba con la perrita en celo. Cuando mis padres entraron a dormir, yo salí a buscar a la jauría pero Rudy no estaba con ellos.
Me sentía desesperado, caminé la noche entera buscándolo y Rudy no aparecía. Mis familias humanas empezaron a hacer publicaciones con fotos de Rudy, fueron a diferentes refugios y otros lugares no tan gratos a los que pudieran haber llevado a mi hermano, pero no aparecía… incluso varios vecinos trataban de ayudar a buscarlo.
Los humanos pidieron ayuda a todos los deliverys, patrullas, bomberos voluntarios y grupos de rescate que podían encontrar; la cara de mi hermano apareció incluso por televisión y redes sociales, pero Rudy había desaparecido por completo.
Por mi parte, también busqué y pedí ayuda a todos los canes que conocían a mi hermano… todos sabían que yo estaba desesperado. Sin Rudy, faltaba una parte importante de mi mismo y me hacía sentir solo, triste… estaban todos mis otros hermanitos, pero mi relación con Rudy era diferente a todas, éramos un complemento perfecto.
Humanos y canes buscamos a Rudy por mucho tiempo… con gran dificultad y sobretodo para que no sufran mis padres humanos, yo hacía el esfuerzo de volver a comer un poco y hasta intentaba jugar, pero me sentía muy mal.
Finalmente, me uní a una jauría de callejeritos con dos chicas en celo… en este caso, mi intención era pelear… tenía mucho enojo contenido por la desaparición de Rudy… por su abandono. Siendo mi mejor amigo, mi confidente, fue capaz de irse sin decirme la razón. Por muchos días busqué la causa de su enojo, sentí culpa pero luego… sólo me sentía dolido, molesto, furioso, frustrado… necesitaba pelear!
Llamaban de muchos lugares y mis padres humanos iban a buscar a Rudy, pero nuca era él… descubrieron que hay muchos perritos en la calle y que hay grandes necesidades. A veces, cuando buscaban y gritaban el nombre de mi hermano, algún callejerito en busca de familia, trataba de ser adoptado y se paraba y los seguía y les decía “yo soy Rudy” – ellos, por supuesto no comprendían, pero sentían lástima.
Mientras tanto me hice líder de la jauría, las dos hembras andaban por mi detrás y después de cruzar, buscaban mi protección porque no querían nada con los otros machos. Libré varias peleas… era lo que necesitaba para descargar tanto dolor. Pero también me preocupaban mis humanos, ellos estaban muy tristes por la pérdida de Rudy y yo no los podía dejar para irme con la jauría, o sea que los traje a la puerta de mi casa.
Las hembras se echaban pegadas a la pared, yo iba en medio y los otros machos quedaban siempre del otro lado, así yo tenía control para defenderlas. De vez en cuando alguno de los machos grandes me desafiaba y yo lo tenía que pegar… pero lo extraño es que no me hacía sentir mejor.
Lo malo de traer a la jauría conmigo, es que trataban de tomarse “mi” agua, querían “mi” comida y lo peor de todo, es que les dio pena a “mis” padres, que tuvieron la osadía de tratar de darles algo de comer a los que, ellos pensaban, eran mis amigos. ¡Humanos, incapaces de comprender algunas conductas animales! Ellos ni siquiera eran mi manada, sólo eran los machos que querían cruzar con “mis” hembras, en “mi” territorio… o sea que llegó el momento de botarlos.
Logré alejar a varios, pero el más grande decidió que le gustaba todo lo mío y quería apropiarse de “mi” casa… la orinó y trató de entrarse. Lo estaba pegando hasta que tropecé en la vereda y caí… fue cuando todos los machos aprovecharon para luchar conmigo.
Con 4 o 5 perros grandes y fuertes, yo puedo solo, pero con 20, la cosa cambia un poco, salieron mis humanos y gritaron, echaron agua y juntos, logramos ganar a la jauría, pero quedé bastante herido. Dice mi madre que contó 53 heridas. Después de varias peleas más, se fueron… pero yo seguía muy triste.
Sólo rogaba que devuelvan a Rudy si lo tenían prisionero… la vida fue tomando su curso nuevamente, la tristeza disminuía… yo no quería mis medicamentos hasta que vi llorar a mi madre y empecé a hacerme al que no sentía el olor ni el sabor y comencé a recibirlos… fueron muchos… pero, por lo menos llegaban envueltos en premios.
Extrañaba a Rudy, pero me estaba empezando a resignar. Cuando yo estaba más herido, encontramos a Baltazar… la próxima vez, les contaré la historia de él.
Pasaron unos días y nuevamente, yo no quería comer ni siquiera los premios más deliciosos que me pudieran ofrecer, extrañaba a Rudy!!!
Mis heridas del cuerpo sanaron y acepté la presencia de Baltazar, incluso empecé a tenerle cariño, pero nadie ocuparía el lugar de Rudy en mi corazón.
A todas las personas les pido que si encuentran un perrito que tiene familia, lo devuelvan… una forma de maltrato es retenerlos lejos de la gente que aman. Después de haber sufrido tanto en la calle, Rudy sufría nuevamente, por nuestra lejanía. Si alguien quiere un perro, por favor adopten… mientras buscábamos a Rudy, vimos a muchos tan lindos y tiernos como él, encontramos a varios muy valientes y cuidadores, a otros pequeños e indefensos… en las calles hay de todo y cualquiera que sea adoptado, será leal y agradecido, por favor adopten, no secuestren a los que ya tiene hogar.
Mis próximas historias:
• “Mi hermano Baltazar”
• “Mi pequeña Nena”
• “El retorno de Rudy”
Negrito.

05/02/2021

Rudy Volvió!!!! después de tanto tiempo, regresó deshidratado, con sus patitas lastimadas y con una correa de vacunación en su cuello... abrazó a cada miembro de la familia y lloró con cada uno de nosotros... abrazó a todos los vecinos que iba encontrando en la cuadra también.

08/01/2021
Cumplo mi promesa de contarles la historia de mi hermano Rudy, el que llenó mi corazón y me ayudó a cambiar parte del te...
06/11/2020

Cumplo mi promesa de contarles la historia de mi hermano Rudy, el que llenó mi corazón y me ayudó a cambiar parte del temor a los humanos, en amor por la vida.

Rudy es un mestizo tan guapo y de buen porte como yo, sin falsas modestias… estoy muy orgulloso de mi hermano.

De padre border collie y madre rottweiler, sacó la ternura del padre y la fiereza de la madre. Muy inteligente desde su nacimiento, dulce y alegre fue el primero de sus 5 hermanos en ser llevado por una familia.

Juguetón, y muy tierno, nunca dejaba la sonrisa que siempre lo caracterizó, por lo que el hijo menor de su familia humana lo amaba y lo consideraba su mejor amigo y el compañero perfecto de juegos.

Al cumplir 6 meses, el padre humano que era policía o militar (no estoy muy seguro) fue destinado a otro sitio, lejos de Cochabamba. La mudanza era complicada, más aún con su esposa nuevamente embarazada y dos niños, por lo que decidieron dejar a Rudy en Cochabamba.

En el primer intento, lo llevó a una plazuela y mientras él jugaba su familia humana se fue de ahí, pero Rudy rastreó su olor y regresó a la casa en la que vivían; en el segundo intento, lo trató de dejar en una zona más alejada, desde donde creyó que no lograría rastrearlos, pero Rudy, que ya estaba alerta corrió y entró a la camioneta antes que la familia humana, por lo que no pudieron dejarlo.

Finalmente, llegó el día del viaje… llevaron a Rudy a una plazuela y lo lanzaron desde la camioneta en movimiento… el cachorro, creyendo que él se había caído, corrió detrás, ladraba, aullaba… lloraba… y los veía alejarse cada vez más. Cuando quedó sin aliento, debajo del paso a desnivel, se echó llorando…

Un vecino de la zona, que había visto la escena y que además reconoció a su padre humano, trató de llevarlo con él y sus perritos, pero Rudy volvió a correr por la ruta por la que se había ido la camioneta.

Mientras tanto el vecino llamó a su padre humano y se enteró de la triste noticia de su abandono.

Por la noche Rudy regresó al punto de la plazuela en que había sido lanzado… tenía sus patitas sangrando de tanto caminar, estaba deshidratado y su mirada que siempre había sido alegre y vivarracha, se veía nublada por la tristeza y desconsuelo.

Pero Rudy no perdía la esperanza de encontrar a su familia; cada día salía a buscarlos; recorría muchos kilómetros hacia todos los puntos cardinales, pero nada… infinidad de veces llegó hasta la casa en la que vivía con su familia y comprobaba con gran tristeza, que la casa estaba con nuevos ocupantes.

En sus recorridos diarios hizo muchos amigos; su carácter alegre y dulce le ganaba la simpatía de canes y también de humanos. Muchos perritos callejeros, sobreviven encontrando alimento en los basurales, pero Rudy conseguía que algunos humanos compartan con él, lo mejor de su merienda.
Algunos amigos humanos de Rudy querían llevarlo a sus casas y adoptarlo, pero él seguía buscando de manera persistente a “su familia”, no podía creer que lo hubieran dejado.

Vagó por un año y medio, pero siempre regresaba a la casa en que vivió con su familia y a la plazuela en que lo abandonaron, ya que guardaba la esperanza de que vuelvan a buscarlo… soñaba con el reencuentro, necesitaba demasiado el abrazo de los humanos que lo habían hecho sentir parte de su vida y, a quienes él realmente hizo su manada.

Un día, una de mis familias humanas estaba paseando con mi hermano Toby, el bondadoso y leal Toby… Rudy corrió con el deseo de jugar con ellos, pero mi mamá, creyendo que estaba buscando pelear, lo botó y le dijo que vaya a su casa. Unos pasos retrasado, venía Pablo y él defendió a Rudy y mostró a nuestra madre que era un perrito callejero porque estaba sucio, flaquito y parecía tener hambre.

Rudy vio con ternura y agradecimiento a Pablo y en señal de amistad, apoyó su cabeza en la pierna de este humano que le había parecido tan bondadoso y agradable… desde ese día, Rudy empezó a seguir a Pablo, a observar los horarios en que pasaba por la plazuela, los lugares a los que iba… y muchas veces lo esperaba en el camino y lo acompañaba hasta su casa.

La madre de Pablo, (una de mis madres humanas, que me ama y cuida mucho, no es muy amante de otros animalitos… o no lo era en ese momento) le pidió que no le de nada a Rudy, ni agua ni comida, para que no se acostumbre a ir a la casa. Pablo, con mucha pena, cumplió ese pedido, pero no pudo evitar que Rudy lo siga buscando.

Cada día que pasaba, el amor entre Pablo y Rudy era mayor… crecía también la pena que sentía Pablo cada vez que se despedía de Rudy y aumentaba la preocupación de que viviera en la calle, de que pasara la noche a la intemperie. Pablo pasaba noches en vela, sobretodo cuando llovía o hacia frio.

Una noche llegaron los padres de Pablo y encontraron a Rudy en la puerta de su casa, estaba echado en el suelo y miraba por debajo de la reja; la madre de Pablo se acercó pensando en decirle que se vaya… pero su sorpresa fue grande al ver que, de los ojitos de Rudy caían lágrimas… no le dijo nada y entró a la casa… tras el portón de madera, estaba Pablo sumido en una profunda tristeza.

Esa noche, la que no pudo dormir fue la madre de Pablo… pensaba qué podría hacer para conseguir un hogar a ese pobre animalito… lo vio como un ser dulce e indefenso, golpeado por la vida y por la crueldad de los humanos… aunque no conocía todavía su historia, presentía que Rudy había sufrido demasiado en las calles, la atormentaba pensar en él vagando por las calles, pasando hambre, frio… tal vez maltrato.

Por supuesto, pensó en mi bondadoso padre José… en él piensan todos los vecinos cuando encuentran algún animalito en apuros. Al día siguiente le sugirió a Pablo que hable con él, para ver que se podía hacer. Cuando Pablo habló con él, le dijo que lo conocía y que ya había estado tratando de meterlo a su casa, por lo que quedaron en que Pablo lo lleve la próxima vez que lo vea.

El momento llegó… Rudy regresó con Pablo y entró a su casa, pero al llegar José, Rudy no se quiso ir con él… y es muy raro, ya que todos los perritos siempre amamos a José desde que lo vemos. Pablo le puso un collar con su número de celular y cuando lo estaba llevando a la casa de José, Rudy escapó.

Durante un mes estuvieron llamando a Pablo de diferentes lugares de la ciudad. Estaba por el parque Tunari y, hasta que Pablo logre llegar para recogerlo, ya llamaban de la Oquendo, de la Blanco Galindo, de alguna oficina por el centro, de la zona universitaria o de la Suecia (para quienes no conocen Cochabamba, mi hermano recorría la ciudad entera, de norte a sud, de este a oeste); no por nada había buscado a su antigua familia durante un año y medio, de manera incansable. Aparentemente, Rudy tenía cierta predilección por el parque Fidel Anze, ya que llamaron varias veces de ese lugar.

Finalmente, llamó la mamá de una perrita en celo, desde la plazuela Sucre… como mi hermano estaba de galán, Pablo logró llegar antes de que él cambie de ubicación. Recogió a Rudy lo llevo a casa, inicialmente como hogar temporal ya que la familia humana temía que Rudy no sea muy delicado con las abuelitas y que pudiera lastimarlas, pero pronto lo llevarían con José.

Apenas expresaron sus temores, Rudy se las ingenió para demostrar desde el primer momento, que era todo un caballero y que sería el perrito más delicado y dulce con las abuelitas si lo dejaban quedar.

Se hizo bañar, cepillar y cortar el pelo, lo vacunaron, desparasitaron… en fin Rudy aguantó con toda valentía cada requisito que la familia ponía para que pudiera quedarse con Pablo, a quien ya consideraba su nuevo padre y a quien amaba más que a nadie.

Finalmente logró quedarse y conquistar el corazón de cada miembro de la familia… las primeras las abuelas. Una de ellas compró los materiales para su casa y Pablo junto con su padre construyeron la vivienda de mi hermano.

Como les había contado en mi historia anterior, conocernos no fue fácil, pero con todas las dificultades y desavenencias iniciales, nos hicimos los mejores amigos del mundo.
https://www.facebook.com/watch/?v=694149354769246

Observando y compartiendo con mi hermano, aprendí a recibir plenamente el amor de mis padres humanos… antes, era leal a ellos, los amaba y “los dejaba que me acaricien” en agradecimiento por todas sus atenciones conmigo, pero me costaba creer que su amor hacia mi era real e incondicional… todavía temía entregar mi amor y mi confianza de manera plena… los más cercanos y a los que dejé entrar en mi corazón eran José y Gabriel… pero… cuando me estaba encariñando mucho, me enojaba de algo para tomarme un tiempo y no permitirles entrar más a mi corazón.

Con Rudy era diferente, primero amé a mi hermano, compartí con él, fuimos juntos a desafiar a la manada de perros callejeros, fuimos juntos a conquistar chicas lindas… aaaaah que chicas las que nos tocaron!!!

Negrita es una belleza fina y sofisticada (es mi dama… toda una princesa) aunque su padre (una buena persona, el suegro) teme que ella esté enamorada de un golfo como yo y, aunque sabe lo guapo y de buen ver que soy, la trata de convencer de que no soy lindo.

Jaky, pequeña y encantadora, me siguió muchas cuadras y creo que se perdió… mientras me perseguía encontró un buen hogar, donde la cuidan y aman mucho tiene un hermano que ya es abuelito, pero la defiende de todo, Ella es la madre de mis pequeños hijos, lindos como su madre, fuertes y galanes como.

Morena la futura chica de Rudy, una bella rottweiler, cachorra todavía… y mi hermano en espera de su primer celo, pero se perfila muy bien.
Nina… el amor de Rudy… la vio y quedó prendado con ella desde la primera mirada… cada vez que se encontraban en la plazuela yo tenía que esperar en otro jardín; era cuando mi hermano perdía la noción de todo alrededor, podía estar horas contemplándola o jugando con ella. Es una hermosa rottweiler… no debo decir que mi hermano parece tener predilección por las chicas de esa raza, pero Nina es especial para él… va más allá del instinto, es fascinación.

Bueno hay algunas otras más, pero les conté de las que nos interesan más y de verdad.

Volviendo a la historia de mi hermano Rudy, todo era amor y felicidad hasta el día de nuestra ultima travesura juntos… escapamos para jugar… ya lo habíamos hecho en anteriores ocasiones, pero siempre regresábamos juntos a nuestro hogar, donde sabíamos que nos aguardaban con amor.

Ese día salimos e hicimos la ruta habitual, la que solíamos hacer con nuestra familia humana… pero las veces que salíamos solos, corríamos más y eso nos causaba un placer especial; los humanos no logran seguirnos el paso.

Estábamos en la calle, nos echamos para descansar y mi hermano estaba con pechera, pero sin collar porque justamente lo habían bañado; luego seguimos a una perrita en celo y yo me distraje… me parece que fue cuando atraparon a mi hermano, posiblemente para buscar a los dueños pero se quedaron con él.

Lo busqué por muchos días, no me importaba comer o dormir, me sentía muy triste al igual que la familia humana. Lo he buscado por todas partes, lo extraño y todos estamos preocupados por él… las abuelitas lloran cada día y yo no sé que hacer.
La familia humana pegó letreros con su foto por varios lugares, pero no aparece. Como les había contado, mi hermano conoce toda la ciudad y sabría regresar a casa, pero debe estar encerrado o peor aún encadenado; les suplico que si saben de algún vecino o amigo que tenga un perrito en su casa, desde hace 3 semanas, nos hagan saber.

Extraño a mi hermano Rudy y él ya sufrió demasiado en las calles, hay muchos perritos que necesitan hogar… por favor no retengan a Rudy, él ya tiene una familia que lo ama de verdad; hago un pedido desesperado a quien lo tenga, por favor déjelo en libertad para volver a casa. Rudy es el peludito del video y yo el de pelo corto. https://www.facebook.com/watch/?v=694149354769246

Agradeceré que me ayuden a compartir.

Negrito.

Hola amigos... a todos los que siguen mi grupo:Busco a mi hermano Rudy (el del vídeo) es mi mejor amigo, mi hermano... l...
09/10/2020

Hola amigos... a todos los que siguen mi grupo:
Busco a mi hermano Rudy (el del vídeo) es mi mejor amigo, mi hermano... les ruego que si lo ven, se comuniquen por inbox o llamen al 4315965 o al 71448239 o 71783901
Hoy escapamos para jugar y perdí a mi hermano Rudy... él está con la pechera roja pero sin correa.
Estoy desesperado... sin él, no sabría que hacer. También nuestra familia humana está muy preocupada porque Rudy debe tomar un medicamento.
Muchas gracias.
Negrito

15/08/2020
18/07/2020

¡Hola amigos!
Esta vez quiero que conozcan a mi hermano Rudy… mi mejor amigo, mi compañero de conquistas, de peleas… de aventuras.
Somos HERMANOS, nos une el corazón, no sólo nuestros padres humanos.
Rudy hizo renacer en mí, a un perrito hogareño y juguetón, cariñoso como es él… pero el inicio de nuestra amistad no fue del todo fácil.
Como ustedes saben, yo fui adoptado por 20 familias como requisito para que me dejen vivir en la calle, pero me siento más unido a 5 de ellas: Mi padre José, el primero, el principal y más querido de todos, el que curaba mis heridas y me alimentaba cuando recién volví a este vecindario. Para los que no conocen mi historia, les comparto éste enlace y sabrán quien es José https://www.facebook.com/RSEdeGreSerConsultores/posts/101575098117526?__tn__=K-R
Luego está mi mamá Bertha, una bella y bondadosa señora que me alimentaba todas las noches sin fallar… a mí y a todos los perritos callejeros que venían y vienen por el vecindario. Ella y su esposo tienen una carnicería en la que venden la carne más pura de todas porque ella siempre trata de quedarse con los huesitos, cartílagos, y trozos de carne con los que cocina para todos nosotros.
Está mi familia de la esquina diagonal a la casa de mi padre José, donde desayunaba algunas veces y siempre me trataron con amor; ahí viven mis amigos Tony y su hermanito “el chapi”.
Mi otra familia vive a media cuadra de mi padre José, y ellos tienen la oficina muy cerca de aquí. Es la familia Aldana, quienes también son padres de Caruso y Zafiro, unas cotorritas australianas y eran padres de Gardelito https://www.facebook.com/RSEdeGreSerConsultores/posts/115668430041526?__tn__=K-R
… y son quienes adoptaron a mi hermano Rudy.
Y mi otro padre, no vive en este vecindario, se llama Gabriel como el ángel y Dios lo puso en mi camino para que me llene de amor; cada día salgo a las 5:00 de la mañana a caminar con él y los perritos que adoptó.
Era importante que conozcan a mis familias para que comprendan cómo conocí a mi hermano Rudy. Yo andaba un poco resentido con mi padre José porque él estaba de viaje y lo extrañaba, temía que me haya abandonado. Mis familias se esforzaban por darme cariño que yo aceptaba, pero me negaba a recibir plenamente por ese temor que tengo a los humanos y, pese a que los Aldana estaban pendientes de cada necesidad mía yo me sentía muy triste o sea que empecé a desaparecer a la hora de dormir, pese a que sabía cuanta angustia causaba a mis familias… los Aldana me buscaban incluso muy tarde en las noches, alguna vez los veía pasar desde algún escondite, pero no respondía a su llamado…
La vida había sido dura… si ustedes recuerdan mi historia, perdí a Juan, Ernesto me lastimaba mucho y cuando volví a confiar en los humanos… me abandonaron… bueno… en el fondo sabía que José me ama, tal vez como ningún otro y que no sería capaz de dejarme, pero los días pasaban y su ausencia pesaba más. Antes de que me dejen… mejor los dejaba yo, así es que empecé a irme cerca de la casa de mi otro ángel, de Gabriel… aunque es también humano y como los otros, me podría abandonar… mejor me quedaba por el camino y nuevamente me cerraba al amor de los humanos… ¡no se puede confiar en ellos!
Llevaba perdido del vecindario y muy enojado con todos mis padres humanos, más o menos una semana, pero regresé porque algo me llamaba, sentía un poco de culpa con los que todavía no me habían abandonado… de pronto… un sonido dulce y familiar… un olor conocido… mi nombre pronunciado con tanta ternura… “¡Negrito!” – que bien suena en labios de mi padre José…
VOLVIÓ, estaba nuevamente a mi lado y yo no sabía qué hacer. Acercarme como tanto quería y sentir su abrazo, su olor… su amor… o seguir enojado y que sepa que su ausencia dolió… primero un abrazo, ya habría tiempo para escapar y que él también se preocupe y sufra al no encontrarme, tanto como sufrí yo.
Los primeros días, compartí con mis hermanos Choca, Shana y Toby, la alegría del reencuentro, el innegable y gran cariño de nuestro bondadoso padre José… siempre lleno de amor y ternura, siempre lleno de bondad. Pero es humano y yo estaba dolido… tenía que hacer que él lo notara o sea que desaparecí nuevamente dos días… esta vez fui a dormir donde mi papá Gabriel… ninguno de los otros lo conocía o sea que no sabrían dónde buscarme.
Volví… estaba con hambre y le haría el favor a mi mamá de la familia Aldana, de recibirle comida… ella entiende bien cuando yo tengo hambre o frio, cuando estoy enojado o me siento feliz… logro comunicarme con ella casi como si fuéramos de la misma especie… justamente, estaban en el jardín, pero…. había un olor desconocido… una visita tal vez… no lo pude creer, dentro de esa casa que pudo ser mía (obvio si yo hubiera querido entrar), estaba un molesto perro, casi un cachorro, era apenas un jovenzuelo y se veía feliz, jugando con Pablo y con Nicolet… junto a ellos mis padres… me vieron y trataron de darme alimento pero tuvieron la osadía de preguntar dónde estuve estos días… ¡como si yo les debiera alguna explicación!
Pero mientras yo debatía conmigo mismo respecto a mis ausencias… ese bribón ocupaba MI espacio y MI lugar en una de MIS casas… no lo podía permitir… sonreí a mis padres y batiendo mi cola hice algunas gracias, de esas con las que sabía que podía lograr lo que quisiera; aparentemente el cariño que me tienen le incomodaba al bellaco porque empezó a ladrar con desesperación, trataba de lograr que me vaya y no le daría el gusto, aunque me vea obligado a quedarme en la puerta todo el día, la semana o el mes.
Cada vez que Rudy se cansaba y dejaba de ladrar, yo le gruñía desde afuera, pero suave para que vean que era él quien me atacaba. Mi hermano Toby venía de visita y cada tarde salíamos a caminar los tres, con algún miembro de la familia humana. A veces Rudy me gruñía y aprovechaba para buscar pelea y pese a que yo podía derribarlo en un movimiento, ponía expresión de sufrido y miraba al humano que nos acompañaba, o sea que siempre lo regañaban a él. El bondadoso y leal Toby en cambio, se ponía al medio, nos gruía a ambos para calmarnos (era bueno y quería que nos llevemos bien en consideración con nuestras familias humanas).
Como Toby mostraba ser el más equilibrado, amigo de todos y sobretodo educado y leal, nuestros humanos le encomendaban guiar a la manada por lo que en cada esquina Toby paraba y esperaba instrucciones. Rudy y yo fuimos aprendiendo a obedecer en los paseos, tal como lo hacía Toby y él nos enseñó incluso a reconocer el lado izquierdo y el lado derecho.
Mientras paseábamos, aprendíamos y nos conocíamos, nos hicimos una familia… aunque peleásemos a ratos, entre nosotros había un pacto implícito de lealtad… de esa que tenemos los perros, de esa que exigiría que demos la vida por uno de los miembros de nuestra manada. Algunos días Toby no salía con nosotros, pero ya aprendimos a caminar juntos y a defendernos si nos atacaba otro pero o algún humano… Rudy y yo sentíamos celos, pero aprendimos a respetarnos y apoyarnos en cualquier situación… fue cuando inició nuestro camino de aventuras, y no se imaginan las veces que tuvimos que enfrentarnos a jaurías enormes, a recicladores que nos amenazaban con fierros, a motos desde las cuales querían patearnos, a humanos que nos lanzaban piedras o trataban de botarnos de un lugar sólo porque creían que estábamos solos.
Un día nuestros padres humanos, los Aldana nos esperaron con casitas, para Rudy adentro y para mí afuera… dormíamos juntos, aunque nos separaba una reja, ambos podíamos hacernos compañía por las noches y ayudarnos si alguien nos molestaba. Alguna vez me atacó un borracho y Rudy ladró y golpeó la puerta hasta que salga la familia humana y me defiendan; en otra ocasión, mientras yo dormía al fondo de mi casa, le lanzaron piedras a mi hermano y yo salía a defenderlo… ¡no se imaginan el susto del maleante!
Más o menos un mes y medio salíamos siempre con un miembro de la familia humana, pero luego operaron a Pablo, el padre de Rudy, inició la cuarentena y nuestra familia ya no podía salir con nosotros, por lo que comenzamos a salir sólo mi hermano y yo… comenzamos a depender el uno del otro… ya nadie más saldría a defendernos si alguien nos atacaba… descubrimos que los celos habían desaparecido y yo no quería que ocurra nada malo a mi hermano o sea que empecé a cuidarlo y preocuparme por él… pronto descubrí que él también estaba pendiente de mí, no quería salir si yo no estaba, sólo comía cuando estaba seguro de que me habían dado mi plato… Caminábamos juntos, orgullosos el uno del otro.
Por la falta de comida en la cuarentena, muchos perros callejeros se habían ido uniendo y formaron una gran jauría que trataba de quitarnos territorio, a veces comida… como yo decidí seguir en la calle, varias veces me atacaban de noche, mientras dormíamos y mi hermano Rudy estaba siempre cerca y atento para golpear la puerta hasta que salga nuestra familia humana y vayamos a perseguirlos y a marcar nuestro territorio. No faltó la ocasión en que él y yo estábamos solos y tuvimos que enfrentar a toda la jauría… mi hermano tenía técnicas de pelea callejera que yo no conocía pese a mi amplia experiencia en las calles, y muchas otras, fui yo quien le enseñó al mozalbete…
Junto a mi hermano Rudy, me sentía rejuvenecer día a día… tenía más fuerzas y también mayor apetito.
Pero no todo es alegría, también mi hermano y yo compartimos un dolor muy grande que nos unió aún más; una mañana, vimos que no sólo los perros de la calle se habían unido, sino también maleantes humanos; sufrimos una terrible pérdida… Estábamos a punto de desayunar cuando mi padre José salió de su casa devastado, unos ladrones habían matado a mis hermanos Choca y Toby; como recordarán, les conté que Toby nos enseñó muchas cosas… estar juntos y llevarnos bien, es parte del legado de Toby. Fue un tiempo muy triste que logramos superar porque estábamos juntos
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Así también hubo tiempos buenos. Cada vez llegábamos un poquito más tarde de nuestros paseos… siempre había donde ir a jugar, a pelear… ¡y las chicas! Mi hermano y yo somos un par de galanes… felizmente, son pocas las que nos interesan a los dos al mismo tiempo y alguna vez tuvimos que gruñirnos por alguna, pero… ¿pelear? Jamás mi hermano y yo… nuestra amistad está por encima incluso del instinto… no sé por qué algunos humanos creen que somos “irracionales”.
Cuando les conté mi historia, les dije que yo era un feroz guardián de mis amigos, otros perritos de la calle… eso me hacía un poco pendenciero y mi hermano, en plena explosión de testosterona… podrán imaginarse cuál era su deporte favorito. Nos hicimos famosos en el vecindario… eso sí, nunca atacábamos a un perrito indefenso y peor a uno que no nos estuviera provocando, pero juntos logramos hacernos temer con los perros de la jauría grande, derribamos a perros más grandes y uno que otro chapi que no comprendía que su tamaño le impedía venir a provocar… claro que a ellos les dábamos suave y sólo para educarlos.
Salgo todos los días con mi hermano, todo lo comparto con él y soy muy feliz. Comparto con ustedes un vídeo en el que Rudy y yo estamos jugando… son tantos los momentos felices que pasamos, que estoy comenzando a olvidar el tiempo de maltrato que viví. La próxima vez, les contaré la historia de Rudy cuando él vivía en las calles.
Si quieren ver fotos de y de , conocer la historia de o de (la que es parte de la de Negrito) los invitamos a conocer la página Mi pequeño amigo, en el siguiente enlace:
https://www.facebook.com/RSEdeGreSerConsultores/posts/101575098117526?__tn__=K-R

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