01/06/2020
ONCE JUEGOS CASEROS PARA LA MENTE DEL FRENCHIE
Rikku jugando
Las propuestas divertidas ayudan a tu Bulldog Francés, a trabajar su inteligencia para evitar el aburrimiento y prevenir problemas de conducta
Un perro con un cerebro activo es un animal más feliz. Estimular su inteligencia , además, es un modo de evitar el aburrimiento y, de esta forma, conductas indeseadas, como destrozos en casa, ladridos excesivos o animales demasiado dependientes. Activar su mente a través de juegos que propongan retos, es una forma de lograrlo. Este artículo recoge once interesantes ideas para trabajar la inteligencia del perro: 1. El juego del escondite; 2. Agárrame, si puedes; 3. Un, dos, tres, para estimular la inteligencia del can; 4. Huelo, huelo, ¿qué hueles?; 5. El pájaro en la ventana; 6. Cinco minutos de música; 7. ¡A por un nuevo truco!; 8. El juego de la caja; 9. Te presento a mi nuevo amigo; 10. La captura del disco volador y 11. Un masaje divertido .
Igual que les sucede a las personas, muchos perros necesitan tener la mente ocupada. Por este motivo, los paseos y las relaciones sociales con otros animales y personas son esenciales para evitar el aburrimiento y prevenir problemas de conducta más o menos graves (destrozos en el hogar, perros celosos, ansiedad, etc.). Encontrar la forma de estimular el cerebro de tu Bulldog es un modo, además, de lograr que sea un animal más feliz. Y el juego con el perro es una herramienta útil para ejercitar su inteligencia.
A continuación se explican once juegos, sencillos y económicos, para despertar la mente del Frenchie :
1. El juego del escondite
Un Frenchie ocupado es un perro contento. Lograr que lleve su propia mochila durante el paseo (con sus objetos personales) o que traiga el periódico en casa son actividades que ejercitan su cerebro. Otra opción interesante es jugar al escondite con él. Unta un objeto con un poco de comida húmeda y escóndalo en el parque o en casa. Si el juego del escondite se desarrolla en el interior de casa, es preferible que el juguete se tape, a su vez, con una camiseta, u otra prenda vieja, con el fin de evitar manchar la casa.
La pista de rastreo de búsqueda puede incorporar cajas, envases y otros obstáculos que el can deba saltar. El objeto con la comida puede ocultarse en distintos lugares del recorrido y, a medida que el can los descubra, se le premia con caricias, e incluso, con alguna galleta casera.
2. Agárrame, si puedes
Tu compañero disfrutará mucho con este estimulante y divertido juego. Atamos al extremo de un palo largo una cuerda que tenga, al menos, un metro de longitud. Al final de la cuerda se anuda un peluche pequeño y ya tenemos un juguete casero barato. Nos escondemos detrás de una puerta o pared y agarramos el palo con las manos, mientras el muñeco reposa sobre el suelo, a la vista del Bulldog.
Cuando el peluche logre llamar su atención (para ello se puede mover ligeramente el palo), tratará de alcanzarlo con su boca. En ese momento, se intensifica el movimiento para evitar que lo atrape. Así se convierte en un creativo juego de agarre para tu gordito.
3. Un, dos, tres para estimular su inteligencia
Motivarlo a emprender diferentes acciones es otro juego divertido que sirve para estimular su mente. La señal para cambiar de actividad (entre otras, para pasar de coger una pelota a correr por el pasillo en busca de su juguete o recibir un abrazo) puede estar precedida de un enérgico y simpático “un, dos, tres”, que funcione de detonante para modificar la acción.
4. Huelo, huelo, ¿qué hueles?
El perro tiene un extraordinario sentido del olfato, miles de veces superior al humano, ya que su hocico cuenta con millones de receptores olfativos. Trabajar esta capacidad es un juego divertido y estimulante para su cerebro . Se le pueden mostrar nuevos olores (mejor si son intensos, sobre todo, durante las primeras veces), a los que no esté habituado.
Los ambientadores comerciales, pero también las frutas, pueden ser un buen modo de comenzar. Dejale oler el nuevo aroma (hay que evitar los olores que puedan causarle alergia) y escóndelo. La recompensa en forma de caricias o premios, lo reconfortará , mientras también ejercita su mente.
5. El pajarito en la ventana
Los perros, como las personas, disfrutan con la novedad. Si se vive en una casa con terraza o jardín, puede colocarse un comedero para pájaros frente a la ventana, lo que proporcionará a nuestro amigo, un paisaje cambiante y entretenido, que variará a medida que nuevas aves se acerquen en busca de alimento. Nuestro papel en este juego desaparece una vez que la casita para los pájaros esté colocada. Por el contrario, para él , será un divertido entretenimiento, que le ayudará a sentirse menos solo y poder evitar males como la ansiedad por separación.
6. Cinco minutos de música
Los sonidos proporcionan sensaciones al perro y son un recurso para tranquilizar a un cachorro ansioso, que sufre cuando se queda solo en casa. Del mismo modo, oír a unos lobos aullar o escuchar unas ballenas salvajes en el mar resulta un estimulo para su cerebro.
Internet ayuda a obtener algunos de estos sonidos de un modo gratuito. El sitio web Animal sounds recopila distintas e interesantes sonoridades salvajes: desde aves que vuelan hasta animales de granja u otros congéneres que ladran. Sin duda, un estimulante esparcimiento para su mente.
7. ¡A por un nuevo truco!
Enseñarle instrucciones, como sentarse, tumbarse o dar la pata, es otro modo de mantener activa su mente. Hay clases y profesionales dedicados a la enseñanza canina, pero algunos trucos caseros de obediencia también pueden ayudar y sirven para desarrollar su capacidad de relación. Estas sesiones de entrenamiento lo obligan a activar su cerebro.
Utilizar alguna otra herramienta complementaria, como un “clicker” (usado en educación canina) colabora con el aprendizaje y facilita que siga la dinámica del juego, aunque no es necesario. Una vez que haya aprendido a sentarse, podemos incorporar las nuevas pautas adquiridas. Aumentar la complejidad es un modo de estimular su mente.
8. El juego de la caja
Una caja de cartón grande y vacía, colocada en mitad del salón, se convierte en un excitante juego para él durante los días de lluvia. Permite esconderse, mostrarle objetos para perseguir, ocultar juguetes que deberá buscar y que aprenda pautas, como entrar y salir del receptáculo.
Comportarse como si fuéramos otro perro, ocultarnos con él y participar en la actividad nos convertirá en un excelente compañero de diversión y será muy estimulante para su cerebro. ¡La creatividad no debe tener límite!
9. Te presento a mi nuevo amigo: ¡a jugar!
El perro es un animal social, que disfruta mientras explora y olfatea a sus nuevos amigos y compañeros. Los paseos por el parque y las visitas de amistades a casa son ocasiones idóneas para realizar este juego rápido, que activa su inteligencia. Basta presentarle a nuestro compañero humano y dejarle que le huela y explore. Si le cae bien, es posible que le demuestre su afecto con un húmedo lametón en la cara o manos. Recuerde que es una muestra efusiva de afecto: un particular beso perruno, estimulante para su cerebro.
10. La captura del disco volador
El lanzamiento del frisbee, o disco volador, resulta un juego atractivo y motivante para él. Cuando se haya aprendido cómo arrojar y perseguir el plato con el perro, es posible que se quiera perfeccionar la técnica, e incluso, participar en campeonatos. En este sentido, la Asociación Española de Disc Dog supone un excelente punto de partida.
11. Un divertido masaje para acabar la jornada
Después de tanta actividad, una propuesta relajante con la que trabajar la mente de tu Frenchie, de una forma positiva. ¿Por qué no probar con un masaje? La paciencia y tener en cuenta algunos trucos (como encontrar un espacio tranquilo en casa o ejercer una presión suave en las zonas más delicadas, como el cuello) son claves para estimular su cerebro con la manipulación de nuestras manos. Un masaje en las orejas, resultará especialmente placentero para nuestro fiel amigo.