17/09/2022
Pocas son las veces que comparto lo que siento a través de redes sociales, pero hoy lo necesito.
Esta necesidad nace de un profundo dolor que me resulta muy difícil gestionar. Y es que esta semana nos la han matado. Nos han matado a nuestra gata. Una gata comunitaria, cariñosa, juguetona. Desde que nació hace aproximadamente un año y medio, la hemos cuidado, protegido, esterilizado, desparasitado,...hemos respetado su hogar y ha sido parte del barrio. Somos varios vecinos los que la hemos querido mucho.
Y es que a este dolor compartido por su pérdida, se une uno mucho más intenso como es el de no alcanzar a entender cómo existen personas en este mundo capaces de hacer salvajadas así adrede. Personas que tienen animales y dejan que maten a otros animales sin importarle lo más mínimo.
Yo, ingenua, pensaba "no es posible, no dejarán que esto ocurra, ellos también tienen animales y sabrán respetar". Me equivoqué totalmente.
Lo único que me consuela es saber que seguiremos luchando por la protección de los animales más indefensos desde ARAP, por cambiar las cosas, por ayudar siempre que podamos y hasta que nos quedemos sin fuerzas y entonces, respiraremos y volveremos a luchar.