24/07/2021
Hoy es un día muy triste para La Cuqueta.
Tras dos días buscando a Meiga, hoy nos hemos enterado que murió atropellada.
El jueves por la tarde estuvo cenando con el resto de gatas pero a la noche no vino cuando la llamamos para chequear a todas antes de dormir.
Pensamos que era normal, era una gata muy exploradora y a veces conseguía saltar la valla del refugio. Daba igual los sistemas que nos esforzásemos en inventar para evitar que saliese, ella era más lista y encontraba un nuevo punto por el que salir a hacer sus investigaciones. A pesar de ello, cuando la echábamos de menos en el terreno, si la llamábamos y nos oía se acercaba corriendo de su escondite y si no, aparecía a las pocas horas.
Meiga entró a formar parte de la familia de La Cuqueta junto a su madre y su hermana cuando vivíamos en La Ribera Alta. En agosto hubiese hecho un año. Su mamá nos la traía a la puerta para que le curásemos una conjuntivitis que tenía y un fuerte resfriado. La curábamos, la limpiábamos y su mamá se la volvía a llevar. A los dos meses ya estaba permanentemente con nosotras.
Era una gata muy cariñosa y parlanchina. Para nosotras era la alegría personificada cuando aparecía con su maullido característico y venía a nosotras para que la cogiésemos y nos la subiésemos al hombro.
Todas las habitantes te vamos a echar mucho de menos, Meiga. Esperamos que hayas sido feliz en este tiempo que pudimos compartir y disfrutar juntas. No nos vamos a olvidar de ti y va a ser muy difícil de asimilar que ya no estás.
Que la tierra te sea leve.