10/05/2020
Mastitis bovina
Se puede presentar cuando hay factores de alimentación, manejo, estrés y medio ambiente inadecuados, una mala nutrición debido a la deficiencia en energía y proteína tiene un efecto directo sobre los mecanismos de defensa de la ubre.
Una deficiencia de selenio, vitamina E, caroteno, vitamina A, zinc, cobre y cobalto
en la ración diaria aumenta la susceptibilidad de las vacas a sufrir una mastitis aguda y tiene una estrecha correlación con números elevados de células somáticas.
La velocidad, el carácter y la intensidad de los síntomas clínicos así como la duración y terminación de la inflamación de la ubre está determinada por:
- La patogenicidad y virulencia del agente causal.
- Los mecanismos de defensa de la vaca.
- El nivel funcional de la glándula mamaria.
- Efectividad de un tratamiento, independientemente de que agente patógeno sea el causante de la mastitis.
La entrada y penetración de una cepa patógena en la glándula se inicia a través del conducto galactóforo, de ahí pasa a la cisterna de la glándula y se dirige a los conductos lácteos para llegar a los espacios alveolares.
Una higiene del ordeño óptima, es decir, limpieza de la ubre y desinfección de los pezones evita infecciones nuevas en los animales con una ubre sana.
Los objetivos del tratamiento de la mastitis son:
-Disminución del número de células somáticas en la leche de consumo.
-Mejorar la salud de las ubres del hato.
-Disminuir la tasa de infecciones en los cuartos.
-Aumentar la cantidad de leche para consumo.
-Eliminación de los agentes patógenos contagiosos.
-Conservar el cuarto de la ubre.
-Que la leche de la vaca sea consumible.
-Proteger al animal.
W. Wolter, Castañeda V.H.*, Kloppert B., y Zschoeck M.