27/04/2024
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La ehrlichiosis o fiebre de garrapatas, es una enfermedad producida por un hemoparásito denominado Ehrlichia canis el cual no solo afecta las células sanguíneas si no también órganos como el riñón y el cerebro.
Los signos clínicos son variables, desde signos inespecíficos hasta respiratorios, neurológicos, locomotores y oftálmicos, pudiendo ser confundida con otras enfermedades, lo cual provoca un diagnóstico tardío y tratamientos no específicos. La ehrlichiosis es una de las enfermedades infecciosas más reportadas en caninos y puede presentar tres fases: aguda, subclínica o crónica, afectando a perros de todas las razas y edades.
ETIOLOGÍA
La ehrlichiosis canina es una enfermedad infecciosa emergente causada por una bacteria intracelular obligada, su tamaño es de 0.4-1.5 µm, gram negativa, puede ser redonda o pleomórfica, se replica dentro de una vacuola derivada de la membrana de la célula eucariota del hospedero. La EC es una enfermedad multisistémica grave y en algunas ocasiones mortal que afecta a la familia Canidae, incluyendo lobos, perros, chacales, coyotes y zorros.
TRANSMISIÓN
La enfermedad se transmite a través de la garrapata marrón del perro denominada Rhipicephalus sanguineus. Las garrapatas son ectoparásitos hematófagos obligados de casi todos los vertebrados terrestres, principalmente mamíferos y son consideradas parásitos cosmopolitas. La mayoría de los casos de ehrlichiosis se presentan durante los meses de primavera y verano, cuando la población de garrapatas es más activa.
La infección se da cuando la garrapata infectada ingiere sangre del mamífero y las secreciones salivales contaminan el sitio donde se alimenta, la saliva de la garrapata contiene moléculas anticoagulantes, antiinflamatorias e inmunoreguladoras que facilitan la adquisición y transmisión del patógeno.
El agente patógeno ingresa y se disemina vía sanguínea o linfática dentro de las células mononucleares infectadas, llegando a otros sistemas orgánicos como hígado, bazo, médula ósea y ganglios linfáticos, el microorganismo se multiplica en linfocitos, monocitos y macrófagos del mamífero hospedador.
Además de la transmisión por garrapatas, las transfusiones sanguíneas y accidentes con objetos cortopunzantes contaminados con sangre infectada son consideradas formas potenciales de transmisión de Ehrlichia spp., ya que los organismos pueden mantenerse viables por meses en sangre refrigerada.
El microorganismo no se transmite de modo trans ovárico en las garrapatas, por tanto, las no expuestas deben alimentarse en un perro rickettsiémico en fase aguda para llegar a infectarse y perpetuar la enfermedad; el macho de R. sanguineus puede alimentarse varias veces y de esta forma adquirir y transmitir E. canis.
EHRLICHIOSIS COMO ZOONOSIS
Las enfermedades transmitidas por garrapatas representan un problema progresivo en la actualidad de la medicina veterinaria y son de gran importancia en términos de salud pública debido a que se pueden transmitir de forma natural entre animales vertebrados y el hombre, teniendo en cuenta la alta prevalencia de garrapatas y su adaptación al medio por los cambios climáticos, afectando a personas de cualquier edad y s**o, debido a la estrecha relación perro, garrapata y hombre por su convivencia. Un ejemplo es la Ehrlichiosis que puede afectar tanto perros como humanos.
Ehrlichia canis, necesita a la garrapata Rhipichephalus sanguineus como vector, así que teniendo en cuenta que su hospedador natural es el perro, esta especie se encuentra frecuentemente cerca de las viviendas humanas por lo que se considera intradomiciliaria y puede infestar al hombre.
La Ehrlichiosis es una enfermedad inmunodepresora e infectocontagiosa, de curso agudo, subagudo y crónico. En humanos produce síntomas similares a la gripe o enfermedades tropicales que incluyen: fiebre, dolor de cabeza, mialgias, sudoración y malestar. En exámenes de laboratorio se puede evidenciar leucopenia, trombocitopenia y aumento de enzimas hepáticas.
FISIOPATOLOGÍA
La patogénesis de la EC involucra efectos directos del patógeno y mecanismos secundarios indirectos dados por la respuesta del sistema inmune. El periodo de incubación de la EC es de 8 a 20 días, y cuenta con 3 fases: aguda, subclínica y crónica; sin embargo, cuando se da la enfermedad de manera natural es complicado determinar la fase en la que se encuentra. Ehrlichia canis se multiplica en células mononucleares circulantes, las células infectadas son transportadas vía sanguínea a otros órganos, especialmente pulmones, riñones y meninges. Las células infectadas se adhieren al endotelio vascular, produciendo una vasculitis y una infección en el tejido subendotelial. La enfermedad inicia usualmente como un proceso agudo caracterizado por depresión, anorexia, letargo, anemia, pérdida de peso y fiebre, seguido por una etapa subclínica; la fase crónica se manifiesta con hemorragias, edema, linfadenopatía, esplenomegalia, poli artropatías y signos neurológicos como ataxia y paresia, además va a presentar signología según el sistema u órgano afectado.
La trombocitopenia (nivel bajo de plaquetas) es considerada la anormalidad hematológica más común en los casos de EC, y es atribuida a diferentes mecanismos en las diferentes etapas de la enfermedad, como un incremento en el consumo de plaquetas debido a procesos inflamatorios como vasculitis, aumento del secuestro esplénico, destrucción inmunológica o lesión; la trombocitopenia está acompañada generalmente por trombocitopenia (es decir, disfunción plaquetaria), ambos factores contribuyen a las hemorragias características de la enfermedad. Por lo tanto, la trombocitopenia es generada por una disminución de la vida media plaquetaria más que por un descenso en la producción de plaquetas y en la fase aguda llega incluso a observarse un incremento de la trombopoyesis, mientras que, en la fase crónica de la enfermedad, la principal causa de trombocitopenia sería la hipoplasia de médula ósea. La anemia observada en algunos casos se debe a una supresión en la producción de eritrocitos y mayor destrucción de estos.
SIGNOS
CLÍNICOS
La EC es una enfermedad multisistémica, por lo tanto, es asociada a varios signos clínicos, la presentación de los signos va a depender de la dosis del patógeno transmitido, estad y respuesta del sistema inmunológico del canino, virulencia de la cepa, coinfecciones y fase de la enfermedad, esto hace que se vean desde casos asintomáticos hasta casos graves o fatales. La muerte usualmente se debe a hemorragias extensas o a infecciones bacterianas secundarias.
SIGNOS CLINICOS EN FASE AGUDA (Duración de 2 a 4 semanas)
✔Depresión
✔Fiebre
✔Pérdida de peso
✔Anorexia
✔Linfoadenomegalia generalizada
✔Esplenomegalia
✔Hepatomegalia
✔Alteraciones Oftalmológicas: Uveítis anterior, conjuntivitis, secreción ocular.
SIGNOS CLINICOS FASE SUBCLÍNICA (Duración: 1 a 4 meses)
Cuando no se trata la fase aguda, puede no presentar signos clínicos.
✔Hiperglobulinemia
✔Trombocitopenia
SIGNOS CLINICOS FASE CRÓNICA (duración, hasta 5 años)
En esta fase se pueden dar leves alteraciones o severas como:
✔Signos inespecíficos: depresión, letargia, anorexia, pérdida de peso/emaciación, debilidad general, apatía, fiebre o hipotermia, palidez/ictericia, edema periférico.
✔Hemorragias: epistaxis, melena, petequias, equimosis, hifema, hematuria, extravasculaciones.
✔Signos neurológicos: ataxia, paresia, tremores, convulsiones (compatible con meningoencefalitis).
✔Signos respiratorios: secreción nasal bilateral seropurulenta, disnea, neumonía intersticial.
✔Signos locomotores: claudicaciones, rigidez.
✔Alteraciones oftalmológicas: uveítis anterior, conjuntivitis, secreción ocular, blefaroespasmo, fotofobia.
✔Nefropatías con pérdida de proteínas.
✔Linfoadenomegalia generalizada.
✔Esplenomegalia y Hepatomegalia.
DIAGNÓSTICOS
DIFERENCIALES
🔷Babesiosis canina
🔷Enfermedad de Lyme
🔷Fiebre de las montañas rocosas
🔷Bartonelosis canina.
Otras enfermedades que no son transmitidas por la garrapata pero presentan signos similares, como fiebre, anorexia y epistaxis puede incluir enfermedades sistémicas como hemorragia gastrointestinal, hepatopatía, pancreatitis aguda, hipertensión sistémica, septicemia y CID, neoplasias e hipoadrenocorticismo; enfermedades que cursan con trombocitopenia o con hemorragias, son intoxicación por estrógenos o con warfarina, distemper, hepatitis infecciosa viral canina y leptospirosis; e igualmente se incluyen enfermedades inmunológicas como las coagulopatías inmunomediadas y el lupus eritematoso sistémico o neoplásicas tales como el mieloma y la leucemia linfocítica crónica.