24/09/2015
LA POSICIÓN CORRECTA DE LA SILLA DE MONTAR
A menudo veo sillas mal colocadas (y, lo que es peor, fijadas en esa posición errónea por pechos petrales excesivamente apretados), lo que es causa de diferentes problemas en el caballo, como dolor de dorso, disminución del rendimiento, alteraciones de la marcha, mal comportamiento, etc.
Obviamente, lo primero que hay que mirar es que la silla sea la adecuada para el caballo en cuestión; si no, no hacemos nada. Otro día hablaremos sobre eso.
Suponiendo que nuestra silla se adapta perfectamente al caballo, hay que colocarla en el lugar en el que cae de forma natural (la colocaremos un poco adelantada y dejaremos que resbale por el dorso hasta donde "se pare", de forma que no queden pelos a contrapelo que puedan rozar).
El error más común es ponerla muy adelantada, encima de la cruz, eso impedirá el libre movimiento de las espaldas y, además recargará aún más con nuestro peso las manos del caballo, que ya soportan aproximadamente el 60% del peso corporal, frente al 40 de los pies. Hace años leí un estudio hecho en EEUU con purasangres de carreras en los que vieron que, al trasladar la silla desde una posición adelantada hasta su posición correcta, les aumentaba la longitud del tranco 5 cm.
El caso contrario, ponerla muy atrasada, es mucho menos común, aunque hay que tener cuidado en caso de usar baticola, ya que, si ésta está muy justa, puede tirar de la silla demasiado hacia atrás.
En caso de usar pecho petral o algún otro sistema de sujeción, hay que ajustarlo con la silla bien colocada y nunca debe estar muy apretado. Y hay que eliminar la falsa creencia de "la pongo adelantada y luego ella va a su sitio", ya que, si se pone en su sitio, de ahí no se mueve, a no ser que subamos por pendientes muy fuertes.
Este enlace habla de las sillas western, pero es extrapolable a cualquier silla.
http://euskalhorse.net/newphp/readfile.php?filetype=newarch&id=702