03/04/2015
Aclaramos que las unidades monetarias de este artículo no están en pesos Colombianos (y)
Nos encontramos este texto, este tema siempre será causa de polémica. ¿Ustedes que opinan? El espacio es suyo.
¿POR QUÉ COBRAN TANTO LOS VETERINARIOS?
“Trataremos de explicar el por qué; muchas veces los veterinarios nos encontramos con que algunas personas se extrañan o ofenden por que cobramos nuestro trabajo, como lo hace cualquier persona honrada y parece que sólo están dispuestas a pagar el precio de los medicamentos administrados o prescritos. Casi como si los veterinarios tuviésemos la obligación, de financiar una especie de Seguridad Social para los animales. Quizá, en parte, esta actitud se base en el desconocimiento de cuánto cuesta realmente el que un veterinario te reciba en su consulta y atienda a tu mascota. Ojala esta exposición sirva para que puedas valorar mejor el esfuerzo que realizan los Veterinarios para atender a tu mascota.
Si fueras veterinario, ¿cuál querrías que fuese tu sueldo? Y no hablo de pretensiones desorbitadas. Pero teniendo en cuenta que es un licenciado de grado superior, con unos conocimientos muy complicados de adquirir y aplicar. Y que necesita renovarlos a la vez que el conocimiento científico avanza. consideremos $15,000.
Normalmente en casi todas las clínicas suele haber un auxiliar, que se encarga de ayudar al veterinario en las operaciones, en la sujeción de los pacientes y en la preparación del material. También atiende el teléfono, lleva el control de existencias de la clínica y se encarga de que todo esté limpio. Si fueras auxiliar veterinario, ¿cuál querrías que fuese tu sueldo? Evidentemente ha de ser menor que el del veterinario, pero merece ser bien retribuido. consideremos $6,000.00.
¿Dónde queremos que nos reciba el veterinario? ¿En la calle, dentro de un coche, en un tenderete? Nos parece adecuado que un panadero tenga su panadería, un abogado su despacho, un tendero su tienda y un veterinario su consultorio. Pero hay que pagarla. Supongamos que es un local no muy grande y no muy bien situado. Pero, aún así, el alquiler o la hipoteca no suelen ser baratos les parece 3,500. Como queremos que en su consulta el veterinario no nos tenga que recibir a la luz de las velas, hay que pagar electricidad. También el agua, teléfono, basuras,…. hay que pagarlos, les parece $6,000.00. Pero además el veterinario debe estar inscrito en el Colegio de Veterinarios para poder ejercer lo cual genera un costo mensual de $100.00.
¿Tiene el veterinario alguna otra obligación legal? Pues sí. Debe contribuir al sostenimiento de la Seguridad Social de sus empleados y con los impuestos como cualquier hijo de vecino.
¿Eso es todo? Lamentablemente aún no. Resulta que queremos que el veterinario tenga microscopio, fonendoscopio, material de cirugía para operar a nuestra querida mascota, sillas para que nos reciba, una mesa de exploración, aire acondicionado para no pasar calor en el verano, un esterilizador de material, anestesia, jaulas para hospitalización, un ordenador donde apuntar las fichas clínicas, un aparato de rayos X. Vamos que la clínica no sean cuatro paredes y sí una verdadera clínica veterinaria. Pero eso también cuesta. Pongamos que el veterinario se ha empeñado con el banco y paga todo esto en cómodos pagos mensuales de 5,000.00 (eso sí, durante muchos años)
¿Ya está? Pues tampoco. Resulta que tener un equipo de rayos X exige que el veterinario tenga que abonar obligatoriamente a una empresa especializada la medición de la radiación emitida. Y a otra la gestión de los residuos generados en el proceso de revelado. Pero no son éstos los únicos residuos que deben ser retirados por empresas especializadas. También los objetos punzantes y cortantes (como agujas o bisturís) o los residuos biológicos requieren que el veterinario firme un contrato para su retirada periódica. Y aunque el veterinario no generase ningún residuo, esas empresas cobran igual. Lo mismo que cobran las empresas de mantenimiento del suministro de oxígeno, tan necesario para las operaciones. Todo esto supone un gasto mensual de $3,000.00.
Entonces ¿cuánto cuesta realmente esa consulta de 30 minutos que he pasado con mi mascota? Pues vamos a considerar que el veterinario tiene vacaciones como todo el mundo y que disfruta de los días de fiesta que disfrutamos todos. Eso hace que trabajando 40 horas a la semana tener abierta la clínica cueste $20.00 el minuto. Así que 30 minutos de consulta deberían tener un coste mínimo de $600.00. Y sería así si cada minuto de trabajo de la clínica fuese de atención a los pacientes. Pero resulta que no es así. Y no lo es por muchos motivos. A veces porque no hay pacientes que atender, a veces porque habiendo pacientes en la sala de espera el veterinario está atendiendo una consulta telefónica por la que, por supuesto, no va a recibir remuneración ninguna. Otras veces porque está respondiendo esa misma consulta en la misma sala de espera a alguien que ha entrado y que “sólo quiere hacer un pregunta”. Y finalmente en otras ocasiones porque está atendiendo a los asuntos propios de mantener en marcha un negocio, cualquier negocio. Al final el veterinario con suerte puede dedicar el 75% de su tiempo a atender pacientes por los que va a recibir una remuneración. En ocasiones es sólo el 50% y muchos otros nos llegan ni al 30%. Pero si queremos que la clínica siga donde está, que podamos acceder a ese servicio que nos viene tan bien, resulta que entre todos los que hacemos uso de él debemos hacernos cargo de su costo. Así que en realidad, dependiendo del uso que hagamos de la clínica el costo de la consulta sube a entre $750.00 y $800.00. Y todo eso es sin sumar el gasto de material o de medicamentos que se hayan gastado en la consulta. Si el veterinario ha usado 3 jeringas y ha inyectado un antibiótico, un analgésico o una vacuna, eso también debemos pagarlo.
¿Cuánto pagas por la consulta en tu veterinario? Si pagas de acuerdo al cálculo anterior has de saber que aún así pagas poco. ¿Por qué? Porque ese mismo veterinario que tan bien te atiende debe renovar sus conocimientos, estar al día de las novedades científicas, mejorar para ofrecerte el mejor servicio. Y eso lo hace a través de la pertenencia a Colegios de profesionistas, la asistencia a cursos, congresos o charlas, la adquisición de libros y revistas,… que como podrás adivinar también tienen un costo. Costo que debemos sufragar quienes hacemos uso de sus servicios. Pero si además queremos que el veterinario nos atienda a las 3 de la madrugada el día de Navidad si es que lo necesitamos, entonces nos daremos cuenta de que el costo real de la consulta es superior al que habíamos calculado anteriormente.
¿Y por qué voy a tener que pagarle yo todas estas cosas al veterinario? Es verdad, no tienes por qué hacerlo. Pero si no lo haces no tendrás acceso a una clínica bien equipada, ni a un equipo veterinario bien preparado y que actualiza sus conocimientos. Quizá no tendrás tampoco urgencias o tendrás que desplazarte a otro sitio a hacer una radiografía. Al final quizá esa clínica tenga que cerrar. Y ya no estará el veterinario que conocía a tu mascota desde que era pequeña y que te gustaba tanto cómo la trataba. Ya no estará la clínica que te quedaba tan cerca de casa y que te atendía como si fueses uno más de la familia. Tendrás que buscarte otro sitio donde traten a tu mascota. Y tendrás que pagarlo, así que te tocará pagar lo mismo o más. Sólo que más lejos y a alguien que no conoce a tu mascota desde que era un cachorrillo.
¿Tu veterinario te cobra la consulta más barata? Bueno, seguro que ya intuyes el motivo. Ninguno de los proveedores le hace rebajas al veterinario. Los suministradores de electricidad, agua, oxígeno o teléfono tampoco hacen descuentos.
Invariablemente los bancos exigen las devoluciones de créditos el primer día de cada mes. Y los empleados cobran religiosa y puntualmente lo que marca su contrato. Así, que ¿cómo es posible que tu veterinario te cobre menos de lo que debería? Ya lo sabes, ¿verdad? Tu veterinario cobra bastante menos de lo que le correspondería.
¿Y si en tu clínica hay 3 o 4 veterinarios? ¿Y si se han especializado? Suma y sigue…
Piensa en ello la próxima vez que vayas al veterinario le preguntes algo y no te cobre por ello.
Piensa en ello la próxima vez que vayas al veterinario le consultes algo y te cobre por ello”.