05/04/2023
El momento llegó.
Nuestro Pancho hace ya tiempo que perdió el norte.
Estaba ciego, cada vez más sordo, le fallaban mucho las patitas traseras y lo más importante, había perdido esa alegría que le caracterizaba, vivía asustado.
Hoy he tomado la decisión, apoyado claro por mi madre y mi mujer que eran parte de la vida diaria de Pancho, de acabar con su tormento y dejar de ver cómo se apagaba cada día un poco más.
No puedo evitar sentirme culpable y egoísta por llevarle a dar su último paseo, encima al veterinario y sacarle de allí en brazos, meterle en el coche y un rato más tarde, cavar un agujero en el que echarle a dormir para siempre. Pero creo que él lo necesitaba y también yo.
Los que le conocisteis, sobre todo al principio en su gran aventura Peregrina, debéis saber que ha tenido una vida llena de alegrías. Siempre ha sido un perro ejemplar, era obediente, cariñoso, juguetón...
Aquí en Briviesca todo el pueblo lo conocía, siempre le saludaban, le daban alguna golosina, era querido por todo el mundo.
Pero los años nos pasan factura a todos y Pancho no estaba teniendo una vejez agradable. Sufría de la espalda y sus patas traseras apenas respondían, tenía que hacer un esfuerzo enorme para tumbarse y levantarse, ya no se levantaba cuando partíamos jamón y no le apetecía recibir caricias o dar paseos. Se limitaba a quedarse en su camita esperando que pasara otro día más.
No os voy a engañar, es un momento de mi**da y aunque llevábamos tiempo pensando en tomar esta decisión, no ha sido fácil.
Nos quedamos con todos los momentos buenos que nos regalamos juntos y siempre le recordaremos sonriendo y moviendo esa colita cuando le llamábamos Wendolin, el auténtico Pancho, Arthur, Panchinson, Pancheta, Rufus...
Pancho ha estado presente en los mejores momentos de mi vida, nos hemos ido de vacaciones juntos, venía a los ensayos del grupo y hasta nos trajo los anillos el día de la boda, pero sobretodo, Pancho nunca me juzgó, su amor era incondicional.
Panchito siempre tendrá un hueco enorme en nuestros corazones y en nuestros recuerdos y estoy seguro de que en los vuestros también.
Tal y cómo le he dicho esta tarde mientras se dormía, "estoy seguro de que nos volveremos a ver".
Que descanses pequeño Panchi.