31/12/2021
La acepromacina es un fármaco del grupo de los neurolépticos. Su mecanismo de acción trata de bloquear los receptores dopaminérgicos en los ganglios basales y sistema límbico. Produce además depresión del sistema nervioso central, que conlleva sedación e incoordinación.
Pero la acepromacina tiene un defecto principal que la hace no deseable para su uso en las fobias, y es que disminuye las respuestas motoras pero apenas afecta a la percepción sensorial.
Por consiguiente, el resultado final que obtenemos es un perro cuya respuesta motora está disminuida, pero que seguirá percibiendo el estímulo como amenazante.
Esto se traduce en un incremento del estado de ansiedad, una merma del bienestar del animal y, en ocasiones, un agravamiento de la fobia.
Otro dato añadido, y que empeora su recomendación de uso, es que desinhibe la conducta agresiva, con la consiguiente peligrosidad que ello conlleva para el propietario.
*Tomado de: Recomendaciones Gretca sobre el uso de la Acepromacina.