23/06/2022
GINGIVOESTOMATITIS CRÓNICA FELINA
En términos prácticos, la gingivoestomatitis felina consiste en la inflamación severa y persistente que se extiende más allá del margen gingival, es decir cuando además de las encías (gingivitis) también se afecta la mucosa oral, así como las fauces y los arcos palatoglosos. Es una enfermedad muy común en los gatos.
SIGNOS CLÍNICOS
Los signos clínicos varían según la severidad o intensidad de las lesiones. Pueden presentarse molestias, dolores leves a intensos, hipersalivación, halitosis, irritabilidad, pérdida de peso, etc. Pueden presentarse mayor dolor al momento de la masticación, al extremo que disminuyen la ingesta de alimentos y con ello su nutrición. En casos muy severos puede ocurrir sangrado.
CAUSAS
La gingivoestomatitis o gingivitis no tiene una causa conocida con exactitud. Se postula que el origen se halla en una reacción exagerada del sistema inmune local ante la presencia de uno o varios estímulos antigénicos. Hasta hoy se sabe que la causa es multifactorial. Aquí solo mencionaremos los más resaltantes:
- La placa bacteriana.
- Enfermedad periodontal
- Predisposición individual y genética
- Calicivirus
- Resorción odontoclástica felina
DIAGNÓSTICO
- Inspección oral (signos clínicos)
- Descarte de FIV (Virus de Inmunodeficiencia Felina), FeLV (Virus de Leucemia Felina)
- Cultivo bacteriano
- Radiografía dental
- Analítica completa
- Biopsias
TRATAMIENTO
Los tratamientos van desde limpieza bucal, médico-farmacológico (analgésicos, antiinflamatorios, antibioterapia), extracción dental (cuando es necesario), hasta el empleo de células madre mesenquimales (no extendido aún en nuestro país).
Cabe señalar que es importante realizar un diagnóstico temprano de esta enfermedad, para poder obtener una adecuada respuesta a los tratamientos.
En todos los casos es muy importante evitar y controlar factores estresantes.
Aun así, es importante resaltar que siendo ésta una enfermedad multifactorial y estando relacionada, al parecer, a una respuesta inmune exagerada, no es fácil hallar una respuesta favorable y pronta a los tratamientos. Realmente su manejo es complejo. En muchos casos tiene un pronóstico poco favorable. Requiere de la paciencia, dedicación, recursos económicos y una comunicación dinámica entre los tutores de estos pacientes y sus médicos veterinarios tratantes.
Desde luego, todo esfuerzo valdrá la pena para ayudar a nuestros amigos gatunos.