Yo nací hace cuatro años, en una lluviosa noche valdiviana, con una mamá gata maltratada y a las pocas horas separada de mi y mis hermanos, para tirarnos a la basura en una horrible caja de zapatos. Eso me dijo mi mami, pero yo no lo creo, ¿qué posibilidades hay de que haya sobrevivido así? lo más lógico es que mi mami me tuvo y no quiere aceptarlo.
Ella dice que le contaron que mi mamá gata desapareció cerca de un mes antes de que nazca y que la niña que nos encontró, escuchó gritos agudos en la basura y ahí vio 4 pequeños gatitos, entre los cuales estaba yo y mis tres fallecidos hermanos. Dice que buscaron por toda la ciudad ayuda, pero que nadie podía cuidarnos, así que mi mami decidió encargarse de la gatita más débil, que según ella no se movía mucho ni respiraba bien, pero eso tampoco se lo creo porque ¡siempre me dice que era y soy muy revoltosa!, dice que quedaron en que si no encontraba gata nodriza traería con nosotras a mis hermanos...pero nunca volvieron; mamá dice que su fuerza ayudó a que yo salga adelante.
A medida que fui creciendo, comencé con distintos problemas; los primeros, en mi guatita, requiriendo enemas y alargar el periodo de lactancia artificial (porque ella dice que tomaba leche de a mentiras en mamadera), porque mi guatita no estaba lista y, cerca de los 3 meses, recién pude comer pienso, pero el mismo me generaba muchas diarreas hasta que a los 4 meses mi mami me cambió el alimento, ¡desobedeciendo al tio veterinario! y comencé a mejorar. Pero eso no es lo peor, sólo iniciamos, porque mi salud ha sido todo un carrusel de sorpresas...
Comencé con una lesión en la carita, primero pequeña y luego exploté y ¡quedé muy fea! y por más tratamientos que me hacían no había caso que mejorara y, después de casi 2 meses así, comencé a mejorar y ¡me dió bronquitis! Después de eso quedé con una tos muy fea y pasé cTamasi 6 meses enferma... y solo unos meses después, volví a tener lesiones feas en mi carita. Ningún diagnostico ayudaba y finalmente mi mami me trataba con limpiezas y poco a poco comenzaba a mejorar al pasar del tiempo. Luego, cuando mis lesiones en la cara sanaron, me salieron otras en las orejas y ¡me quedaron muy rojas!
Pasado un tiempo sané de mis lesiones, pero volvió la tos fea y mi mami me llevó por exámenes, pero todo salió bien, así que nos dijeron que podrían ser secuelas de mi antigua bronquitis... y porque no era suficiente, a finales de ese año decidí resfriarme y tener 40° de fiebre, mi mami estaba atacada, porque para colmo, ¡odio y me quiero comer a los tios veterinarios! Así que para ella y para mi, cada visita era un sufrimiento eterno.
Pero al año siguiente, aunque volví a presentar lesiones dermatológicas, estas mejoraron más rápido y acudí a una nueva clínica a ponerme mis vacunas; ¡allí conocí a las tías veterinarias que me cambiaron la vida! Mi mami no se había dado cuenta, pero como fui criada por ella, una humana, yo no entendía muy bien como funcionaba el mundo y eso me hacía tener mucha ansiedad y miedo de todo, por lo cual reaccionaba de forma agresiva, ¡incluso con ella! Pero como me quiere tanto, siempre decía que eran juegos, pero la verdad es que no lo eran, yo sólo podía sacar mi ansiedad maltratandola a ella y mi papi; y sólo podía sentirme protegida cuando atacaba a cualquiera que se me acercada, porque instintivamente sentía que todo y todos querían hacerme daño. Ahí las tías le dijeron a mi mami que, aunque ella había puesto todo de su parte y gastaba al máximo mi energía con juegos y tratamiento conductual, mi problema no era por esa línea, sino algo neuroquímico: en mi cabeza algo no funcionaba bien. Nos dió una medicación y, en conjunto a la ayuda de mi tía etóloga, trabajamos durante un año y medio en esto, y ¡nos fue excelente! Ahora ya no le temo al mundo, soy una gatita segura y feliz; aunque aún tengo algunos retazos de miedo instintivo, que según nos dijeron, son resultados del maltrato a mi mamá gata durante la preñez; pero, con la ayuda de mi mami, hemos podido salir adelante y trabajar estos miedos... aunque mi relación con los tíos veterinarios sigue siendo muy mala.
Y cuando pensamos que todo era perfecto y no habrían más sorpresas: ¡bum! mi mami me da de premio pienso marca Go! que contienen huevo y me dan gastritis y lesiones dermatológicas y no hicimos esa relación hasta dos meses después. Si, soy una pequeña caja de pandora. Hicimos pruebas directas con huevo, esperando que sólo fuera una sensibilidad alimentaria, ya que las alergias alimentarias se dan en muy pocos animales, ¡sólo un 2% mundial esta registrado! y bueno, comi muy poco y en 15 minutos me dio tos, me inflamé y tuve ganas de vomitar y muchas molestias... mi mami estaba de ataque, pero las tías veterinarias me pincharon y me sentí mejor. Al menos, estaban felices de saber cual era el problema...por ahora.
Después de un mes, cuando estaba bien, me salió una herida en mi guatita y me picaba mucho, así que partimos de nuevo donde las tías veterinarias y...era alergia a las pulgas...pero antes de eso ya sabíamos que las pipetas también me daban alergia...así que mi mami quería colgarme por ser alérgica al problema y a la solución, pero al menos con más pinchazos todo se podía solucionar. Finalmente, me diagnosticaron con complejo de hipersensibilidad felina, algo exagerado para mi gusto, no considero que sea una gata hipersensible.
Y si creen que ahí acabó, pues no, ahora, controladas mis demás alergias, se me ocurrió ser alérgica atópica y tengo lesiones en mi colita y espalda que me pican y molestan mucho, así que mi mami esta nuevamente trabajando en buscar un tratamiento efectivo para esto; la tía veterinaria nos dijo que eran lesiones de Sintomatología Atópica, osea, Alergia no Pulga no Alimentaria, osea, soy alergica al mundo...o a la vida, como dice mi mami.
Pero a pesar de todo, y lo que siga sumando, me siento feliz y segura, porque sé que mi mami siempre hará todo lo que esté en sus manos y hasta lo que no por mi bienestar, creo que ya está más que demostrado.
Y, obviamente, no todo ha sido problemas de salud, también me enseñó a pasear, a comer, a beber agua, a dormir, a jugar y a disfrutar el día a día como la gatita afortunada que soy; hemos viajado a muchos lugares juntas e incluso ¡aprendí mucho en su universidad! Me acostaba en sus hojas y su notebook (así le decía ella a mi cama), también mordía sus cuadernos cuando no me tomaba en cuenta. También me enseñó trucos, que aprendí pero me niego a hacer cuando ella quiere y también conocí a Kiara y Gato; ¡Gato es increíble! hace todas las cosas que mi mami me prohíbe hacer, ella dice que es por mi seguridad, yo creo que es porque tiene miedo de que me vaya muy lejos y no vuelva, pero no sabe que la quiero tanto que jamás me iría lejos.
No parece haberme tocado una vida muy fácil, pero yo no me he enterado de eso, gracias a que siempre han velado por mi felicidad; y mi más grande deseo, es que todos los gatitos tengan la misma suerte y cuidados que yo.