19/12/2023
Muchas veces suele ser difícil identificar la osteoartritis en sus etapas iniciales.
En ocasiones, los síntomas pueden ser difusos. Algunos de ellos, incluso, suelen pasarse por alto.
Hay algunos muy comunes, que suelen manifestarse cuando la enfermedad está ya en una etapa más avanzada, como la renguera o la dificultad para apoyar alguna de sus extremidades. Pero hay otros síntomas que, de manera más o menos sutil, pueden alertarnos de la presencia de la enfermedad.
La disminución en la actividad física es uno de ellos. Cuando la osteoartritis comienza a manifestarse, algunos movimientos “normales” (como correr, trotar, jugar) generan dolor. Ese dolor, a su vez, hace que los movimientos, su intensidad y su duración, sea cada vez menor. Es un círculo vicioso: nuestro perro limita sus movimientos para no sentir dolor, y como el dolor va en aumento, cada vez se moverá menos.
Aumentará, poco a poco, el tiempo que pasa echado, acostado.
La dificultad (y en etapas más avanzadas, la imposibilidad) de subir escaleras o entrar al auto es un síntoma claro. Si notamos que busca evitar las escaleras, o que la sube con dificultad, de manera más lenta o más torpe, debemos consultar al veterinario lo antes posible.
En ocasiones, el dolor puede ser tan intenso que buscará evitar que lo toquemos, especialmente en sus articulaciones. La osteoartritis afecta principalmente las articulaciones de la cadera, los codos y las rodillas. Cuando la enfermedad avanza sin tratamiento, el dolor se vuelve cada vez más severo. Tanto, que una caricia o una palmadita de afecto pueden resultar dolorosas.
El aumento de peso es consecuencia directa de la enfermedad, pero en algunas ocasiones también puede ser una de sus causas.
Causa, ya que el sobrepeso o la obesidad afectan el normal funcionamiento de las articulaciones, haciendo que deban soportar un peso excesivo. Ese desgaste articular es causa directa de la enfermedad.
Pero al mismo tiempo, es consecuencia. Al disminuir la actividad física, manteniendo niveles habituales de ingesta, el sobrepeso y la obesidad aparecen.
Si advertís estos síntomas, contás con Artrosan.
Artrosan es la única opción que realmente funciona, logrando resultados que persisten más allá de la finalización del tratamiento.
No solo detiene el dolor y la inflamación: también regenera los tejidos articulares y estimula los procesos biológicos naturales de reparación de las articulaciones.
Consultá a tu veterinario, seguro te lo recomienda.