31/10/2021
Tus ojos son de color de luna... 🌝
Llueve. Llueve sin parar en el bosque sin nombre. Y por eso la gata ha tomado la decisión de parar y resguardarse en el tronco de un viejo árbol hueco sobre un montón de hojas caídas y aún secas, las pocas que ha podido amontonar. Si fuera por ella, continuaría su camino: la noche, por desapacible o cerrada, jamás ha sido obstáculo para un gato. Pero su prole, fruto de su vida en la calle y nacida hace pocos meses, no puede seguir su ritmo.
-¿Hemos llegado ya, mamá?
-No, pequeño. Pero ahora toca echarse un poco y recobrar fuerzas.
-Tengo hambre...
La gata sabe hace horas que sus mamas están vacías pero quizá, si se acurrucan todos y succionan con fuerza, todavía puedan sacarle algo. Y si no, al menos, compartirán el consuelo de estar juntos y calentitos en su improvisada guarida. Y así, adormecida entre recuerdos felices está cuando un ruido de pasos que se arrastran sobre la tierra mojada y el fulgor de una luminaria que se acerca llaman la atención de la gata que, instintivamente, abraza fuerte a sus pequeños mientras vigila el único acceso al nido dispuesta a defenderlo con uñas y dientes. Con uñas... Con dientes...
-¡Pero qué bonita eres!
Una cara pálida como la nieve pero de rasgos borrosos se asoma por el hueco y mira fijamente a la gata que, a pesar de la sorpresa, siente que no hace falta permanecer en guardia. Aquel ser etéreo ni da miedo ni parece de este mundo. ¿O quizá sí?
-Veo que no estás sola, que tienes tres gatitos hermosos. Por mí ni te muevas, ¿vale? Que los pequeñines no se despierten. Solo estoy de paso y enseguida me marcharé.
-Pero ¿quién eres?
-Soy un alma venida del otro lado en esta noche de transición para resolver mis asuntos pendientes.
-Y ¿qué tienes que resolver?
-Aún no lo recuerdo. Es que estoy un poco desorientado, ¿sabes? Cruzar el velo entre los dos mundos marea bastante y encima soy novato. Morí hace poco y es la primera vez que vuelvo. Pero me han dicho que suele ser sencillo, que los caminos de los vivos y los mu***os se cruzan si tienen que hacerlo.
-Pues quizá te suene a locura pero hay algo en tu cara emborronada que me resulta muy familiar.
-Y a mí algo en ti... Solo soy capaz de pensar que tus ojos son de color de luna.
-Mi humano, mientras vivimos juntos, me decía cada día justo eso. Era nuestra canción...
-¿Y dónde está él?
-Un día salió de casa y ya no volvió. Accidente de moto es lo que me dijo el casero antes de ponerme de patitas en la calle. Y, a partir de ahí, ya no supe nada.
El alma se estremece y mira fijamente a la gata.
-¿De moto, dices? Pequeña mía, ¿es posible que seas tú?
Y entonces la gata le reconoce. Y él a ella también. Y las lágrimas brotan. Porque sí, porque se han encontrado y porque por fin pueden contarse todo lo que una separación abrupta les impidió contarse, todo lo que aquel día se rompió, todo lo que quedó pendiente, todo lo que jamás ocurrirá. Lástima que la magia solo dure las horas que tiene una noche para hablar, para compartir, para curar heridas.
-Eres tan joven... Y nos quedaron tantas cosas pendientes... Me siento responsable de tu situación. ¿Qué será de ti y de tus hijos ahora?
-No sé si saldremos adelante solos pero hay que intentarlo. Y si es que no, al menos sé que estarás al otro lado esperándonos.
-No te quepa duda. Aunque prefiero que tardéis mucho, muchísimo en llegar.
-Adiós, humano.
-Adiós...
Amanece y ha dejado de llover. Los gatitos se despiertan y abren los ojos justo un instante antes de que el espíritu, tras acariciar la cabeza de la gata, se desvanezca. Pero él logra ver que han sacado la mirada espectacular color de luna de su madre. ¡Qué trío de hermosuras! Ojalá su súplica, la de un alma que regresa al más allá tras una noche mágica llena de consuelo y amor, tenga el poder de protegerles, de cambiar su sino. ¿Al menos de saciar su hambre? 🍼
-Mamá, mamá, ¡mira! ¡Ya te sale leche!
-Pues mamad, hijitos míos , mamad, que aún nos queda mucho camino hasta alcanzar nuestro destino.
Y ronroneo, ronroneado, este se ha terminado.
Ahora, después de nuestro relato especial para la noche de , llega el momento importante que inspira nuestro proyecto y nuestra labor, que toca presentaros a tres hermosuras gatunas con ojos color de sol, de luna y de estrellas que están buscando hogares. Se llaman Queka, Quesita y Quinn y necesitan encontrar familias bonitas a las que dar todo el amor que llevan dentro. Dicen desde la prote AXLA - Amig@s X Los Animales que son unas jovenzuelas cariñosas, divertidas y sociables. De su hermosura no os cuento nada, que salta a la vista gracias a la preciosa foto de Fotopets. ¿De verdad nadie está deseoso de poner una mirada de en su vida?
¡Ronroneos! 😽