El camello no la podía arrastar monte arriba, y el camellero le golpeaba y maltrataba cruelmente, pero no podía hacer avanzar al animal. Y viéndolo Jesús, le dijo: “¿por qué pegas a tu hermano?” El hombre replicó: “no sabía que fuera mi hermano. ¿No es un animal de carga, hecho para servirme?”
Y Jesús dijo: “¿no ha creado el mismo Dios de igual sustancia a este animal y a tus hijos que te sirven?,
y ¿no tenéis vosotros el mismo aliento de vida que todos habéis recibido de Dios?”»
“Y quienquiera que se preocupe por uno de los más pequeños de ellos, y le dé de comer y beber cuando pase necesidades, Me está haciendo ésto a Mí; y quien intencionadamente permite que uno de ellos sufra necesidades y no lo protege cuando es maltratado, está permitiendo éste mal como si Me lo hicieran a Mí; pues tal como hayáis hecho en esta vida, así se hará con vosotros en la vida venidera”»
«En verdad os digo que quien saca ventajas del perjuicio ocasionado a una criatura de Dios, no puede ser honesto. Tampoco pueden cuidar de las cosas santas o enseñar los misterios del Cielo, aquellos cuyas manos están manchadas con sangre o cuya boca está ensuciada con carne»
«Y todo cuanto hagáis al más humilde de Mis hijos, Me lo estáis haciendo a Mí, pues Yo estoy en ellos, y ellos están en Mí. Sí, Yo estoy en todas las criaturas, y todas las criaturas están en Mí. En todas sus alegrías, también Yo Me regocijo; en todos sus dolores, también Yo sufro. Por eso os digo: sed amables los unos con los otros, y con todas las criaturas de Dios»