05/08/2023
EL PERRO NO ES UN HUMANO
El ser humano en general, tiene un gran complejo: creemos que somos los reyes de la naturaleza, y por ende todo lo que nos rodea debe ser a nuestra imagen y semejanza, y de ser posible las cosas o animales deben adaptarse a nuestros deseos y necesidades. En lo que respecta al perro en particular, pretendemos que sea como un
humano, pero que no tenga nuestros defectos y de ser posible, que tenga las virtudes que nosotros no tenemos. Además, queremos que sea obediente, amoroso, etc., etc., etc. No será mucho?
El perro, es un perro y esto no significa que es más o menos que nosotros. Simplemente es distinto. Funciona de otra manera, con sus ventajas e inconvenientes, defectos y virtudes. Si dedicáramos un poco más de tiempo al tomar la decisión (y la responsabilidad) de tener un perro, e invirtiéramos una pequeña porción del día en su educación, evitaríamos la mayoría de los problemas por los cuales me consultan. Pero volviendo al tema del título, el mayor problema es tratar de entender al perro desde nuestro punto de vista, y atribuirle cualidades humanas. Cuando el humano estudia su comportamiento, no se compara con ningún animal. Entonces porqué intentamos permanentemente, que nuestro perro se comporte como uno de nosotros? Estamos totalmente equivocados, si pensamos que nuestro perro va a ser más feliz comiendo comida humana, recibiendo el mismo trato que un humano, y paseando libremente por las calles como cualquier persona. Y no solo eso. También les achacamos nuestros defectos. Decimos por ejemplo, “rompe las cosas con intención”, “hoy está muy enojado” o “se pone celoso”. Nada más lejano de la realidad. Ellos no manejan esos conceptos. Los perros son tan distintos a nosotros, que ni siquiera hablan y si algún día lo hicieran, dejarían de ser perros.
Debemos tomar conciencia que, si tenemos algún problema de convivencia con nuestro perro, estos se deben a nuestro desconocimiento de su forma de ser, con el agravante de que muchos propietarios no valoran adecuadamente la gran importancia de educarlo, para lograr una sana y placentera convivencia.
El afecto mal entendido y la ignorancia de sus necesidades, son los principales factores generadores de conflictos con nuestro perro. Si una familia se responsabiliza con su mascota, su obligación es basar la convivencia en un criterio educativo estable en el tiempo, que deberá ser llevado a cabo de igual manera por todos los integrantes de la misma. Algunos errores de los propietarios son, por ejemplo, aceptar concejos de supuestos entendidos en la materia (familiares, amigos, o alguien cuya única experiencia fue haber tenido un perro), tratar al perro como a una persona (esto puede con el tiempo, derivar en graves problemas), dar órdenes distintas a las previamente pautadas o que dos miembros de la familia disientan y mientras uno lo reprende el otro lo premia, lo cual genera un gran estado de confusión en el perro. Nunca olvidemos que cuando incorporamos un perro a nuestra familia, también lo estamos insertando en un mundo totalmente desconocido para él, con nuestro idioma y nuestras costumbres, con lo cual es él quien debe hacer un esfuerzo increíble para tratar de entendernos, adaptarse e intentar entender que es lo que pretendemos de él. Mi mejor consejo es que tenga paciencia.
Para concluir, digamos que tratar a nuestro perro como a un humano, siempre genera problemas. Por lo tanto, y a efectos de evitarlos o una vez instalado el problema, debemos siempre acudir a profesionales, teniendo la certeza y seguridad de que el elegido utilice sistemas de educación en positivo. Es decir que se premian los aciertos y se ignoran los errores.
Por último y como siempre les digo que “al perro hay que quererlo como a un humano, pero tratarlo como perro. El se lo merece”
EducandogsLaplata
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