26/04/2022
LA EQUINOTERAPIA AYUDA A NIÑOS CON DISCAPACIDADES
Montar a un caballo, alimentarlo, limpiarlo y darle mucho amor son algunas de las actividades que forman parte de la equinoterapia para niños, jóvenes y adultos. Las terapias se las realiza en El Centro Ecuestre Tunari, ubicado en el kilómetro 12 de la avenida Blanco Galindo, ocho cuadras hacia el norte, en el municipio de Quillacollo, en el Valle Bajo de Cochabamba. La entrenadora y profesora de dicho centro Stefanie Arce informó que la equinoterapia es una terapia para niños especiales que tienen hiperactividad, síndrome de Down, estrés, dificultades del habla, perdida de atención en la escuela, aprendizaje tardío o autismo. “Esta actividad ayuda mucho a que los niños puedan sentirse en igualdad de condiciones a los demás, y a los niños con autismo les ayuda a mejorar su comunicación con el mundo exterior. Además, no solo es una terapia para niños con discapacidades, sino para personas con estrés”, explicó, a tiempo de indicar que el centro cuenta con profesionales capacitados y titulados.
La terapia, a lo largo de muchos años, dio resultados en los niños que asisten al centro frecuentemente, porque el lugar es un espacio donde ellos se conectan con la naturaleza, son comprendidos, pueden desarrollar mejor sus aptitudes y superar sus dificultades. Además, la profesora infunde en los pequeños valores como la responsabilidad, la cooperación, integración familiar, el amor y respeto a los animales. La especialista dijo que la clave para que la terapia funcione es la persistencia y que los progenitores de los pequeños sean consecuentes y tengan paciencia para ver los resultados. “El trabajo es de manera conjunta con el psicólogo, el médico, el fisioterapeuta y nosotros”, agregó.
El centro también ofrece cursos de equitación y paseos a caballo para toda la población por senderos de dicha región. La atención es desde las 09.00 a 12.30 y en la tarde de 15.30 a 18.00 de martes a sábado; los domingos solo en el horario de la mañana. Toda atención es con previa reserva a los números 4363292 y 77430506. Entre los paquetes para las cabalgatas, está el paseo al refugio de aves Agroflori, que está cerca del hípico. Los turistas van cabalgando hasta el parque y vuelven en caballo nuevamente, después de visitar los ambientes del parque, donde existen todo tipo de ejemplares, que fueron rescatados en diferentes situaciones.
Historia. El centro es un emprendimiento de Jackeline Álvarez y sus dos hijas, Stefanie y Andrea Arce, quienes desde 2005 inauguraron la escuela al público. Stefanie contó a Extra que el centro empezó a funcionar con dos caballos, y en un principio solo tenían dos alumnos, lo que no alcanzaba para que paguen las cuotas o la alimentación de los caballos. Es así que empezaron a ir puerta por puerta para invitar a los vecinos, luego entregaron panfletos por las calles y de esa forma la escuela fue creciendo, además, que fueron adquiriendo más caballos y mejorando las instalaciones.
“Con mi hermana, empezamos a pasar clases de equitación desde 2002 y 2003 y las condiciones no fueron óptimas, además que teníamos que pagar una membresía en los hípicos, y era complicado tener un caballo, pero como nos gustaba tanto ese deporte, hicimos una pequeña pista y vimos que era muy inaccesible el deporte para la gente”, agregó a tiempo de indicar que el deporte de la equitación para ella y su hermana es un estilo de vida.
Los ejemplares necesitan una alimentación balanceada y nutritiva con un buen porcentaje de fibra, proteínas y agua, porque el estómago de un caballo es más delicado que el de un bebé. Además, de recibir limpieza y entrenamiento cada día. “Ellos reciben un entrenamiento de una hora por día a partir de los cinco a seis años, antes no porque, al igual que un niño, les gusta jugar. No se trata de maltratarlos, porque ellos entienden” Cochabamba
Texto y fotos Ana Flores