16/10/2023
A tu perro no le gusta que le abraces
Aunque te pueda chocar y parecer extraño nuestros perretes no sienten los abrazos como lo hacemos nosotros. Solo necesitas observar cómo se comporta para darte cuenta: cuál es la expresión de sus ojos, cómo coloca las orejas o si intenta soltarse.
Esto no significa que no nos quiera o que no quiera estar en contacto con nosotros. La realidad es que los perros no disfrutan de este momento porque con esta acción, sin darte cuenta, estás inmovilizándolo, haciendo que se sienta indefenso.
Por naturaleza, los perros siempre están preparados para huir en caso de peligro. Por lo que un abrazo lo van a relacionar con la falta de libertad de movimiento y la escasez de posibilidades de escapar en caso de que fuera necesario. Es decir, les estresa el estar obligados a quedarse quietos.
Un estudio realizado por el conocido psicólogo Stanley Coren, experto en el comportamiento de los perros, y su equipo demostró que no disfrutan de este momento. Para llegar a esta conclusión, analizaron cerca de 250 fotografías en las que aparecían perros siendo abrazados por sus humanos. El análisis de estas fotografías, indicó que 8 de cada 10 perros mostraban signos de ansiedad, malestar o estrés ante esta situación.
¿Y cómo puedo saber que no le gusta?
Es normal que no te hayas dado cuenta pero ahora que lo sabes,”va a resultar mucho más fácil reconocer las señales.
Los perros, suelen aceptar muchas de nuestras actitudes porque nos quieren pero en ocasiones, no se sienten cómodos. Cabe destacar que cada situación y perro es diferente pero en la gran mayoría de los casos sucede lo mismo.
Algunos perros dejan muy claro que no disfrutan de los abrazos porque muestran los dientes, intentan morder o ladran si lo intentas. Sin embargo, muchos otros, tienen pequeños gestos que indican su malestar pero que pueden pasar desapercibidos.
Los gestos más comunes suelen ser: sacar la lengua, evitar el contacto visual, respirar de forma entrecortada, doblar las orejas hacia abajo, cerrar o entrecerrar los ojos, mover el cuerpo en posición de escape, girar la cabeza en el lado contrario a la persona, levantar el hocico “en busca de aire fresco”.