07/06/2018
Influenza canina
La influenza canina es una infección respiratoria altamente contagiosa que tiene un impacto significativo en los perros alojados en refugios, perreras y servicios comunales. La disponibilidad de una vacuna puede ayudar a prevenir los costos médicos, financieros y emocionales asociados con este nuevo virus. Debido a que el virus es un nuevo agente patógeno, la mayoría de los perros no tienen inmunidad contra la influenza canina. Por lo tanto, la infección puede propagarse rápidamente a través de refugios para animales, grupos de adopción, tiendas de mascotas, perreras pensionadas, clínicas veterinarias y cualquier lugar donde se congregan los perros.
La gripe canina fue identificada por primera vez en EE.UU., en 2004. Desde entonces, el virus ha seguido extendiéndose y ahora ha sido detectado en perros en 30 estados, El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades estadounidense dice que no hay pruebas de que las personas pueden contagiarse el virus de los perros. La vacuna contrChile
influenza canina H3N8, ha conseguido una licencia condicional por el Servicio de Inspección de Plantas y Animales del Departamento de Agricultura, permitiendo su utilización en el país. Creada por Intervet / Schering-Plough Animal Health, la vacuna contra la gripe canina H3N8, es la primera vacuna contra el virus de la influenza canina, según informó la empresa con sede en Kenilworth, Nueva Jersey. El permiso fue concedido a fines de mayo por el Servicio de Inspección de Plantas y Animales del Departamento de Agricultura estadounidense. Durante el período de licencia condicional, la empresa de sanidad animal continuará presentando los datos obtenidos en apoyo de la ejecución del producto, que será evaluado por los legisladores de los gobiernos para determinar si el producto podrá contar con una licencia permanente. La vacuna, elaborada a partir de virus inactivados, ha demostrado reducir la incidencia y la gravedad de las lesiones pulmonares, así como la duración de la tos y el desprendimiento del virus. Está concebida como una ayuda en el control de las enfermedades relacionadas con la infección por el virus de la influenza canina, del tipo A, subtipo H3N8. La vacuna se administra por inyección subcutánea en dos dosis, de dos a cuatro semanas. Puede ser dada a los perros de más de seis semanas de edad y se puede darse anualmente como un componente de los protocolos de las vacunas contra las enfermedades respiratorias para asegurar una protección más completa. Desde la publicación de las directrices de WSAVA de 2010, se han lanzado nuevas vacunas que incluyen una vacuna de Bordetella bronchiseptica para administración oral (Hess et al. 2011, Ellis 2015) y, a nivel mundial, una mayor gama de vacunas de Leptospira que contienen múltiples serogrupos, geográficamente relevantes (Klaasen et al. 2012, 2014, Wilson et al. 2013, Schuller et al. 2015).
Patricio Berríos Etchegaray
M.V. Infectología Veterinaria
Chile