04/09/2024
“Te dicen que no llores.
Te dicen cómo llorar.
Te dicen cuándo llorar.
Te dicen por qué llorar.
Te dicen que es un animal, no una persona.
Te dicen que el dolor pasará.
Te dicen que los animales no saben que tienen que morir.
Te dicen que lo importante es no hacerle sufrir.
Te dicen que puedes tener otro.
Te dicen que te pasará.
Te dicen que hay dolores más insoportables.
Pero no saben cuántas veces has mirado a tu perro a los ojos.
No saben cuántas veces has sido tú y tu mascota solos mirando las estrellas.
No saben cuántas veces fue tu perro, gato, conejo, cuyi, etc el único que estuvo a tu lado.
No saben que el único que nunca te ha juzgado es tu mascota.
No saben cuánto miedo tuviste la noche en que te despertaron sus lamentos.
No saben cuántas veces durmió cerca de ti.
No saben cuánto has cambiado desde que el o ella se convirtió en parte de tu vida.
No saben del vínculo que nace entre el humano y su mascota.
No saben cuántas veces lo abrazaste cuando estaba enfermo.
No saben cuántas veces has fingido no ver cómo su cabello se volvía cada vez más blanco.
No saben cuántas veces le has hablado, el único que escucha realmente.
No saben lo hermosa que eras para tu mascota.
No saben que solo fue el que sabía que estabas sufriendo.
No saben qué sentimientos te hizo probar.
No saben lo que se siente al verlo anciano esforzándose para ir a saludarte.
No saben que cuando las cosas iban mal, el único que no se fue es tu mascota.
No saben que confío en ti cada instante de su vida, incluso en el último.
No saben lo mucho que te ha amado y lo poco que le bastaba para ser feliz, porque a él le bastabas tú.
No saben que llorar por un animal que se vuelve tu hijo es una de las cosas más nobles, significativas, verdaderas, limpias y sinceras que puedes hacer.
No saben acerca de la última vez que lo moviste con dificultad ... teniendo cuidado de no lastimarlo.
No saben de sus últimos momentos de la vida en los que temías acariciarlo ... porque podrías molestarlo o lastimarlo.”