29/05/2024
“Para combatir la violencia debemos erradicar el maltrato a otros seres vivos”.
“Pues comunicarse intuitivamente con animales significa enviar y recibir mentalmente pensamientos, imágenes y emociones. No se trata de leer el lenguaje corporal ni hacer conjeturas basadas en el comportamiento. Este tipo de comunicación se da por medio de la telepatía, solo basta con ver una fotografía del animal para crear ese enlace”, asegura Claudia y explica que la comunicación animal no es 100 % exacta, ya que puede haber interferencia por sesgos personales o estrés emocional.
De igual modo, su compañera dice que esto puede ser muy útil para ayudar a animales mu***os, encontrar peludos perdidos, conocer el pasado, descubrir sentimientos, tratar la agresividad, entender situaciones o sanar enfermedades. Para dar un ejemplo, ella cuenta el caso de Martina, una perra que iba a ser sacrificada por sus problemas de comportamiento, pero que luego de entrar en una negociación con Karolynn se salvó. Sin embargo, a veces algunos deciden no cambiar, nadie les puede imponer nada.
“La comunicación intuitiva se trata de abrirse a sentir el mundo. Significa hacer lo que se pueda para mejorar la vida de animales y promover el respeto por la tierra”. Todos podemos conversar con nuestros peludos, de hecho lo hacemos la mayor parte el tiempo, sabemos qué quieren y cuándo lo necesitan. Hablarles está bien, ellos, entiendan o no, nos van a responder con una noble mirada, esto es cuestión de conexión.” www.gente.com.co Octubre 3 de 2017
“El maltrato animal es, a la vez, un factor que predispone a la violencia social y, al mismo tiempo, una consecuencia de la misma. Forma parte de la cascada de la violencia que nos va alcanzando a todos como individuos y como sociedad. La violencia es “un acto intencional que puede ser único o recurrente y cíclico, dirigido a dominar, controlar, agredir o lastimar a otros. Casi siempre es ejercida por las personas de mayor jerarquía, es decir, las que tienen el poder en una relación, pero también se puede ejercer sobre objetos, animales o contra sí mismo”.
La violencia inhibe el desarrollo de las personas y puede causar daños irreversibles, adopta diferentes formas de expresión que pueden variar desde una ofensa verbal hasta el homicidio. La crueldad es: “una respuesta emocional de indiferencia o la obtención de placer en el sufrimiento o dolor de otros, o la acción que innecesariamente causa tal sufrimiento; ha sido considerada un disturbio sicológico. La crueldad de los niños, que incluye a los animales, es un signo clínico relacionado a desórdenes antisociales y de conducta”.
En las familias en las que hay violencia, ésta es más frecuentemente dirigida hacia los más débiles, lo que incluye ancianos, mujeres, niños y animales de compañía. El maltrato hacia los animales es tolerado por aquellos que lo observan; se minimizan sus causas y sus efectos, y los padres, maestros y comunidades que no dan importancia al abuso animal en realidad incuban una bomba de tiempo. Debe hacerse énfasis en que la detección, prevención y tratamiento de la violencia hacia los animales es un acto de humanidad en sí mismo.
Los animales son criaturas que se encuentran, en relación al ser humano, en un nivel de inferioridad dentro de la escala evolutiva; esto nos hace responsables de su bienestar, ya que tener supremacía lleva consigo una obligación, una responsabilidad, que es la de cumplir como guardián de las especies inferiores en términos intelectuales. Si realmente queremos combatir la violencia, una parte de nuestra lucha consiste también en erradicar el maltrato a otros seres vivos.” www.animanaturalis.org