16/08/2018
Médico Veterinario Zootecnista
16 DE AGOSTO
DIA DE SAN ROQUE, EL SANTO DE LOS PERROS
Santo protector ante la peste y toda clase de epidemias, su intervención era solicitada por los habitantes de muchos pueblos y, ante la desaparición de las mismas reconocían la intervención del santo, por lo que se le nombraba santo patrón de la localidad. Es además protector de peregrinos, enfermeros, cirujanos, perros, entre otros.
Aparece representado en las artes plásticas vestido de peregrino con bordón, sombrero y capa, herido en una pierna, siendo la más habitual la izquierda, y acompañado de un perro llamado Melampo o un ángel, aunque a veces son representados ambos.
Un poquito de historia sobre Melampo, el perro que lamía heridas.
16 de Agosto, San Roque. El santo que más capillas e imágenes tiene en toda Europa. Y siempre con su perro, cerca de sus llagas. Por cierto, las secreciones de esta infección salían en las ingles, no en las piernas. La iconografía cristiana actuó con pudor y buen gusto, a la hora de ubicarlas anatómicamente en las efigies del santo… .
A lo que vamos: el perro de San Roque no era suyo, era de un hombre rico llamado Gottardo Pallestrelli. Nuestro santo, Roque de Montpellier, hijo del virrey aragonés del Rosillón, sanó y ayudó a tener buen morir a numerosos afectados de peste bubónica por todo el norte de Italia. Incluso, sin miedo al contagio, enterraba a los fallecidos de peste.
Un día, cogió él la enfermedad. Se retiró a una cueva, para no contagiar… y allí lo descubrió Melampo. Le lamía las llagas y le llevaba cada jornada una rosca de pan.
Gottardo, cierta vez, siguió a su perro, extrañado porque todas las mañanas tomaba su rosca y se iba con ella al campo. Así descubrió a Roque, el sanador de la peste.
Gottardo debía ser hombre culto, a la par que piadoso. Melampo era un nombre perteneciente a la mitología griega. Era el de un adivino que conocía el lenguaje de los pájaros. Buen nombre para el noble perro de un cristiano. Pallestrielli cuidó del occitano, y así pudo partir éste de vuelta a su casa del sureste francés, que entonces era Corona de Aragón.
Por eso en todas las estatuas de San Roque, aparece el perro, y en todas las localidades que lo veneran, tienen una devoción al santo y al perro salvador.
Melampo, el perro de San Roque. No lo olviden.