01/09/2024
Cuando un peludo se va, la mente y el corazón inician un baile desincronizado.
🧠La cabeza, pragmática y lógica, intenta rápidamente poner en orden el caos. Sabe que la muerte es parte de la vida y trata de seguir adelante, como un reloj que nunca se detiene, marcando el paso del tiempo con precisión.
Pero el corazón es distinto.
❤️El corazón no entiende de relojes ni de razones. Se aferra a cada recuerdo, a cada mirada, a cada gesto compartido. Para él, el amor y el dolor son hilos entrelazados que no pueden cortarse con la misma facilidad con la que la mente pasa la página. El corazón no tiene prisa. Habita en un tiempo diferente, donde el ayer y el hoy se mezclan, y la ausencia se siente tan real como la presencia.
Es por eso que, mientras la mente busca consuelo en la aceptación, el corazón se demora, explorando cada rincón de la tristeza, acariciando la herida, dejándola respirar. No hay apuro en sanar, porque en el duelo, el corazón sabe que para poder seguir, primero hay que sentir. Y en ese sentir, aunque doloroso, también hay belleza, porque es allí donde reside el amor que nunca se desvanece.
Así, mente y corazón siguen sus propios ritmos, hasta que un día, sin darse cuenta, comienzan a encontrarse en un compás compartido, donde la memoria ya no duele tanto, y la ausencia se convierte en un dulce eco que nos acompaña, recordándonos que:
🌈Lo que amamos nunca se va del todo🌈
Perder a un alma gemela es un duelo que desafía la lógica y el tiempo. Aunque la mente sigue adelante, el corazón tarda en sanar. Permítete sentir y recordar, porque ellos siempre estarán con nosotros, en cada rincón del alma. 💔🐾