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Claudia D'Sol - Terapeuta de Mascotas y Animales de Granja

Casa
Colombia
Palmira
Claudia D'Sol - Terapeuta de Mascotas y Animales de Granja

Rescatista
Comunicadora Entre Especies
Sanadora Cuántica animal
Maestra Terapias Holisticas

08/11/2024

Hace 15 años soy rescatista pero hay otras cosas que no sabias de mi...

Hace 7 años creé mi Escuela Online donde comencé impartiendo cursos de Autoestima y ofreciendo acompañamiento a víctimas de abuso y maltrato físico y psicológico. Durante 3 años creé comunidad y acompañé a todas estas chicas y chicos con temas de crecimiento espiritual y desarrollo personal aplicando mis conocimientos en Terapias Holísticas y en Terapia Cognitivo Conductual y como Coach de Vida.

El confinamiento del 2020 me dió la oportunidad de abrirme a capacitar Terapeutas, enseñándoles esas mismas terapias y herramientas que yo ya había aprendido y aplicado en los consultantes que venía apoyando, con el fin de que pudieran guiar y acompañar a la mayor cantidad de personas que en ese momento lo necesitaban por la cuarentena, época en la que el despertar espiritual se disparó. En ese año 2020 mi hija Nath se vincula a la escuela como Terapeuta y Maestra y creamos nuestros programas estrella "Método Misare" y "Tu Conexión Animal", son 4 años donde hemos podido llegar a muchas personas y enseñarles desde nuestras propias experiencias con las personas y los animales.

En total son 12 años desde que me comencé a formar para ser la Mentora que soy hoy y 7 años de dedicación a la transformación del Ser y del cuidado y bienestar animal a través de nuestra escuela.

Este año e inspiradas en amor por la música (ya que ambas hemos incursionado en este mundo desde hace muchos años), decidimos fundar nuestra Organización Holística y Cultural SOL DEL ALMA, que ya hoy es una marca registrada y un sueño hecho realidad.

Nuestro objetivo es que desde la música podamos transmitir toda nuestra conexión con nuestra Madre Tierra, la naturaleza y sus elementos y elementales, los animales, la energía divina, los ancestros y todo lo que nos conecta con esta realidad.

Que a través de nuestros conversatorios, conferencias y talleres puedas formarte y aprender de sanación.

Que a través de nuestros libros siempre tengas material de consulta para seguir aprendiendo cada día

Que a través de nuestras ceremonias puedas celebrar, honrar y también sanar y conectar con la divinidad que habita en ti y todo lo que te rodea.

Este 23 de Noviembre lanzamos nuestra primera canción ANCESTROS EN EL CORAZÓN, dónde como compositora honro a mis ancestros, mis maestros, a quienes me precedieron y me han permitido estar hoy aquí.

Esta canción es un canto a mi padre, a mi madre y a todos mis antepasados, honro sus luchas y sus sacrificios, honro su amor y su vida.

Prográmate para que seas el primero en escuchar esta canción.

Te dejo el enlace para que te suscribas al canal de Youtube y actives tus notificaciones para que te avisemos cuando el vídeo ya esté activo.

https://youtu.be/Wqx2g92HoyE?si=49vscNoofRdZcWVe

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Nos vemos pronto.

Claudia D'Sol 🌻
Nath Alvarez 🐾

29/01/2024

Fernando (perro callejero que inspiró la canción de Alberto Cortez)

Fernando fue un conocido perro vagabundo que vivió en la ciudad de Resistencia, provincia del Chaco, Argentina, en la década de 1950 y principios de 1960. Se hizo conocido entre los habitantes de la ciudad por frecuentar bares y conciertos a los que concurrían músicos, artistas y políticos de la capital. Murió el 28 de mayo de 1963 al ser atropellado por un auto en la plaza frente a Casa de Gobierno. Sus restos fueron enterrados en la vereda de El fogón de los arrieros, un museo de la ciudad. Allí puede leerse un epitafio que dice «A Fernando, un perrito blanco que, errando por las calles de la ciudad, despertó en infinidad de corazones un hermoso sentimiento».

Se dice que su entierro fue el más concurrido en la historia de la ciudad.

Después de su muerte, ha recibido muchos homenajes por parte de músicos y artistas, como por ejemplo la canción Callejero, que le dedicó Alberto Cortez (más tarde versionada por Attaque 77), dos esculturas en la ciudad: una sobre su tumba y una última de bronce frente a la Casa de Gobierno provincial. Finalmente, en uno de los accesos a la ciudad, puede leerse en un cartel un saludo al viajero que reza: «Bienvenido a Resistencia, ciudad de Fernando».

Fue en algunos momentos mascota de un músico llamado Fernando Ortiz (de quien recibió el nombre), quien lo adoptó a corta edad y que lo llevó consigo a sus funciones y otros conciertos, lugares donde la gente empezó a tomarle cariño. Se comentaba que Fernando tenía buen oído para la música, y muchas veces la crítica del espectáculo al día siguiente dependía de las reacciones que había tenido el perro. No se perdía ninguna actividad en la que hubiera música. Asistía a conciertos, fiestas públicas y privadas, y carnavales. Siempre tenía un lugar de privilegio en estos encuentros. Se solía sentar junto a la orquesta o los solistas y meneaba su cola en señal de aprobación. Pero si alguien equivocaba una nota o desafinaba, empezaba a gruñir, o a aullar, y finalmente se iba.

Incluso desaprobó a un importante pianista polaco que ofreció un recital con la sala llena en la principal sala de la ciudad. Fernando gruñó en un par de oportunidades, lo que motivó que, hacia el final del espectáculo, el músico se levantara de su silla y admitiera: “Tiene razón. Me equivoqué dos veces”.

Crónica, Clarín y La Nación de Buenos Aires se ocuparon de él, al igual que la BBC de Londres y el New York Times. Ningún viajero pasaba de largo sin buscarlo, conocerlo y fotografiarlo. La gente de entonces relataba cosas sorprendentes de Fernando, como su extraño hábito de aparecer sorpresivamente en exposiciones, conciertos, conferencias, cumpleaños o bodas. Un día estuvo al lado del entonces presidente Juan Domingo Perón en el balcón del Ministerio de Salud Pública. Siempre había una silla para él en el Club Social, donde un día también compartió una fiesta de gala con otro presidente de la Nación, el teniente general Aramburu.

La mañana del 28 de mayo de 1963, lo encontraron agonizando en la puerta del Banco Español.

Su muerte fue noticia nacional, porque hasta los diarios de Buenos Aires se hicieron eco de ello. Altas personalidades, delegaciones municipales y culturales, estudiantes y vecinos lo llevaron hasta su última morada, en la vereda del Fogón de los Arrieros. Fue un día de honda y sincera tristeza para Resistencia, y muchos locales comerciales cerraron sus puertas, en señal de duelo.

Fuente: es.m.wikipedia.org
Fotografía tomada de la Red por Biblioteca de Alejandría

07/01/2024

El jardín de la casa al final de la cuadra

- Ni se les ocurra entrar a esa casa
Mi madre siempre nos repetía eso cuando salíamos a jugar a la calle. Por alguna extraña razón todas las madres de la población nos prohibían el siquiera mirar la vieja casa al final de la cuadra.

Me llamo Astrid, tengo 20 años y soy estudiante de veterinaria, vivo aquí desde que puedo recordar. Esta población nació como un conjunto habitacional que se construyo cercana a la gran casa Witsel, pero ahora la conocemos como la vieja casa al final de la cuadra.
Se escuchan muchas historias sobre la casa Quiroga, primero que la vivienda estaba construida sobre un cementerio aborigen, también que los Quiroga robaban niños y los cocinaban, incluso que cualquier forma de vida que entras allí jamás saldría. De ella se expelía un fétido hedor proveniente del jardín, tanto que ni desde el municipio o la policía se acercaban.

Mi hermano perdió una veintena de balones en su patio, pero a pesar de sus llantos y protestas mis padres jamás hicieron algo por recuperarlos, decían que el jardín estaba ma***to.

La última moradora viva de esa casa era Lady Helga de Quiroga una anciana de unos 80 años, se le veía muy poco por la calle, pero siempre iba acompañada por un fiero Rottweiler, las pocas veces que la vi siempre sentí pavor al ver esos grandes ojos, esa alargada nariz, su cuerpo delgado casi en los huesos.

Creo que tenía 15 años cuando con unos amigos tras beber un poco quisimos ir a comprobar si era verdad lo que decían de ella y su dueña. Al acercarnos a la propiedad, el fétido hedor nos revolvió las tripas. Cuando estuvimos fuera de la reja, los arbustos y las plantas no nos dejaban ver hacia el interior de la propiedad, pero si notamos que algo se movía tras ella, a pesar de que muchos ya nos habíamos acobardado, un amigo insistió en entrar, pero al intentar abrir la puerta un bravo perro casi le arranca la mano.

En fin, te preguntaras porque te cuento esto, es porque estoy a punto de entrar a esta casa. Debido a los conocimientos de mi carrera, ya puedo realizar uno que otro pololito relacionado con los animales. En eso me llega una solicitud de domicilio de un hombre que dice trabajar para la dueña de la casa Quiroga.

No tenía claro que había que hacer, pero lo que pagaban era bastante generoso, por lo que a pesar de mis dudas iniciales acepte. Crucé la puerta de la reja, pero no pasó nada malo, toqué el timbre y comenzó a sonar una melancólica sonata que jamás había oído. Tras finalizar, se abrió la puerta.

Allí me recibieron esos mismos grandes ojos, con esa nariz alargada, Era la señora Helga, su cuerpo estaba casi en los huesos como siempre, al reconocerme me sonríe con una dentadura incompleta.
- pase - me dijo con una voz tenue.
Al entrar veo una sala de estar muy desordenada y desaseada, la luz apenas entraba por los agujeros que las deterioradas cortinas permitían, en una pared había muchos cuadros, iba a seguir ojeando cuando la señora me hizo tomar asiento.
- Gracias por venir – me dijo.
- No lo agradezca – respondí.
- Se dicen muchas cosas sobre mí, pero no son ciertas.
- No se preocupe, ¿Qué puedo hacer por usted?

El chirrido de una tetera interrumpió nuestra charla y mientras mi octogenaria anfitriona iba a apagarla, pude observar que en la escalera me observaba un gran gato negro que solo tenía un ojo, mirándome fijamente.
-Ese es Kaiser – me dice.
- Hola Kaiser, Tengo ¿Qué verlo a él?
- No, la verdad es que el pago era solo por hacerte venir hasta acá a escuchar mi propuesta.

En ese momento sentí una opresión en el pecho y una granas enormes de salir corriendo, pero al voltear a la puerta el fiero Rottweiler se encontraba haciéndole guardia.
- La escucho
- Mi nombre es Helga, tengo 80 años de los cuales pase 45 casada con un hombre al que nunca le importe yo o lo que quería hacer de mi vida, por cosas del destino jamás pude tener hijos y cuando enviude me quede absolutamente sola. Fue allí cuando conocí a Kaiser y desde entonces supe cuál era mi misión.
- Entiendo, pero ¿Qué tiene que ver esto con la propuesta que menciono?
- En el 99 me diagnosticaron cáncer, lamentablemente mi tiempo se acabó, y necesito que alguien prosiga mi labor cuando ya no esté. Si aceptas te dejare todo, mi herencia, mi casa y mis mascotas.
- ¿Y cual sería esa misión?
- Acompáñame – me dice.

Vamos caminando hacia el jardín trasero, abre una pesada puerta y veo que en medio del hay una gran cuantía de crucifijos.

- Desde hace 20 años que rescato animales que nadie adopta de los refugios, los cuido, los alimento y los amo con todo mi ser, da igual si son viejos o enfermos, todos merecen un hogar, y cuando fallecen me aseguro de que descansen eternamente en este jardín.
Ante mis ojos se alza un maravilloso jardín, lleno de arboles y flores, las pequeñas cruces ahora tomaban un significado más emotivo que tétrico. En ese momento muchas cosas me hicieron sentido.
- ¿Me ayudaras?
-Veo el jardín y volteo a ver el interior, en donde tanto Kaiser como el Rottweiler me observaban, mientras un aura blanca los cubría.
- Sí, le respondí.
- Gracias, yo ya me fui hace mucho y el olor que se siente es mi cuerpo pidiendo ser enterrado junto con mis amores. - me dijo antes de desvanecerse y dejarme absolutamente sola.

El Dealer.

05/01/2024

Servicios médicos Profesiones veterinarios, hospitalización, vacunas, cirugías, laboratorio, servicio a domicilio, curaciones de heridas, problema de piel, con trató especializado para perritos rescatados en situación crítica. con equipo y tecnolo

05/01/2024

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