05/06/2024
CARTA ABIERTA A LA JUNTA DE BIENESTAR Y PROTECCIÓN ANIMAL DEL MUNICIPIO DE POPAYÁN.
Como representante de los Médicos Veterinarios ante la Junta de Bienestar y Protección Animal de nuestro municipio, me permito de manera muy comedida y respetuosa, pero de igual manera asertiva, hacer llegar a todos sus integrantes una serie de reflexiones y posturas de nuestro gremio, sobre la visión y filosofía de lo que consideramos debe ser el derrotero de la dinámica de tan esperado espacio de concertación, de la política pública de bienestar animal en nuestra jurisdicción.
En primer lugar, concebimos al Estado, con sus diferentes manifestaciones territoriales, llámense: municipio, departamento o Nación, el único responsable en la atención de la fauna callejera, como importante factor de riesgo de Salud Pública, al cual por mandato Constitucional le ha sido encomendada su promoción, prevención y preservación. Ello significa que los entes territoriales antes mencionados, deberán asignar crecientes rubros presupuestales que permitan el sostenimiento de los Centros de protección Animal, en su operatividad técnica, pedagógica y administrativa. Las personas naturales, que ante la negligencia y omisión de la administración pública asumieron ésta obligación gubernamental, deberán sustraerse progresiva pero sostenidamente, pues a pesar que a la mayoría las asiste verdaderas motivaciones altruistas y de servicio desinteresado, la persistencia de espacios improvisados dentro de los centros urbanos, sin las condiciones locativas mínimas y condiciones sanitarias muy deficientes, las convierten en focos de contaminación auditiva y ambiental muy importante, especialmente para los vecinos de su radio de influencia. Si bien la preservación de la Salud Pública nos responsabiliza a todos, el monopolio de la atención de la fauna en condición de calle y abandono debe ser exclusiva del Estado.
En esta dirección, pensamos se debe agilizar la culminación del Centro de Bienestar Animal asignándole y gestionando los recursos necesarios que permitan su puesta en marcha. Este Centro deberá contar por lo menos con dos quirófanos con toda su dotación, incluyendo equipos de anestesia inhalada y monitoreo vital, que permitan acabar con el maltrato animal que significa en la actualidad, las esterilizaciones con solo inmovilidad y pésima analgesia que se realizan por doquier, bajo la mirada complaciente y permisividad inaceptable oficial, de quienes dicen defender la causa animalista.
En esta misma dirección, la transparencia y probidad deberá llegar al contrato de esterilizaciones y demás componentes que año a año se realizan por la secretaría de salud. Para esto proponemos que se saque de la figura de “menor cuantía”, pues dicha figura es pertinente para bienes tangibles, inanimados, NO para seres vivos, sintientes, como claramente están definidos en la Ley. Al sustraer el contrato de esterilizaciones de la convocatoria de “menor cuantía”, permitirá ofrecer un procedimiento de mucha mayor calidad, garantizando que en efecto se estará realizando un procedimiento con una verdadera anestesia, en por lo menos sus tres componentes principales- ya existe un cuarto, a saber: hipnosis, relajación y analgesia. La transparencia también permitiría acabar de una vez por todas, con la injerencia soterrada que han ejercido en el pasado inmediato funcionarios de esa secretaría y concejales en la entrega de dicho contrato a sus amigotes y favorecedores pecuniarios. Aún está fresca en la memoria de la ciudadanía Payanesa la entrega del contrato de esterilizaciones a una flamante empresa vendedora de papeles, quien días antes de la licitación agregó en la Cámara de Comercio a su objeto social, el realizar esterilizaciones caninas y felinas.
Tenemos mucho que aportar, desde el punto vista técnico, a este espacio de concertación, que gracias a la presión permanente de los colectivos animalistas y ciudadanía interesados en el bienestar animal, incluso con acciones valerosas de cumplimiento, hoy por lo menos se ha expedido el Decreto de su creación por el actual alcalde, reconocemos en ello voluntad política a pesar que fue promesa de campaña, pero se hace necesario imprimirle nuevos ímpetus sin inflar resultados, como el que hizo el Dr. Ospina en la “rendición de cuentas ”cuando afirmó que ya estaban funcionando los diferentes Comités que señala el Decreto de creación, sin siquiera haberse aprobado el Reglamento Interno.
Necesitamos de entrada un Reglamento Interno bien elaborado, democrático, sin ambigüedades, que permita la participación más amplia de sus integrantes en la búsqueda de soluciones. Que no extralimite sus funciones, que no “legisle” en contra de la jurisprudencia. En este sentido no ´podemos estar de acuerdo con la pretensión de que la Junta de bienestar animal ejerza vigilancia sobre maltrato animal en nuestros consultorios y clínicas veterinarias.
Parecería algo estrafalario, pero es un símil equivalente: ¿se imaginaría al ICBF haciendo inspección a los hospitales, clínicas y consultorios de humana?.
La Labor de inspección, vigilancia y control del ejercicio de la Medicina Veterinaria, Medicina Veterinaria y Zootecnia y la Zootecnia, está delegada por el Estado en el Consejo Profesional de Medicina Veterinaria y Zootecnia de Colombia- COMVEZCOL. La inspección, vigilancia y control sanitario de los consultorios y clínicas veterinaria está delegada por el Ministerio de la Protección Social, en las secretarías de Salud Municipales.
Por favor, no maltraten más nuestra profesión y sus profesionales con más leguleyadas
Estamos atentos a la nueva convocatoria de La Junta de Bienestar Animal del Municipio de Popayán, donde seguiremos aportando.
Atentamente.
William Castrillón Orrego.
Matrícula Profesional: 7739 de COMVEZCOL.
Representante del Gremio Veterinario ante la JUMPAPO.
Fiscal VEPA Cauca.