21/03/2024
Qué es el golpe de calor en un perro?
El golpe de calor es un trastorno grave que se presenta en un perro cuando no consigue expulsar más calor del que genera o absorbe, superando su temperatura corporal y afectando al sistema nervioso central.
Los perros no transpiran como los humanos, sino que lo hacen sólo a través de la boca dificultando mucho más su autorregulación de temperatura, puesto que se refrigeran únicamente a través de la respiración y del jadeo. Por esto se dice que los perros son mucho más propensos al golpe de calor que los humanos.
Un golpe de calor puede matar a nuestro perro en apenas 15 minutos
O Prevenir el golpe de calor
Los tres factores más determinantes que influyen en el desarrollo de este trastorno son:
• Ejercicio físico. Aumenta la producción de calor corporal.
• Temperatura ambiente alta. Disminuye la capacidad de nuestro perro para expulsar calor al exterior y por lo tanto éste se va a acumulando en su cuerpo.
• Deshidratación. Afecta la capacidad de liberar calor
Atendiendo a estos factores comprendemos fácilmente que hay una situación que debemos evitar por encima de todo: El agotamiento de nuestro perro a altas temperaturas y sin agua para actuar.
También deberemos prestar especial precaución con ciertas razas, como son los boxer, bulldogs, y cualquier perro de tipo braquicéfalo, es decir, con hocico corto o chato.
O Detectar
Los síntomas de un golpe de calor que puedes detectar por orden de menor a mayor gravedad son:
• Respiración dificultosa y exceso de jadeo
• Falta de fuerzas, se niegan a andar
• Calambres, temblores musculares
• Coloración azulada de piel causada por la deficiente oxigenación de la sangre
• Mareos, se tambalean al caminar
• Vómitos
• Pérdida de conocimiento o coma en los casos más graves.
• taquicardias,salivación excesiva, lengua pegajosa y decolorada y en cuadros más graves, pérdida de la consciencia.
O Actuar
Lo primero es intentar bajar la temperatura lo antes posible. Si solo presenta los dos primeros síntomas, busca rápidamente una sombra, ofrécele agua si puede beber, y refréscale poco a poco hasta que se estabilice y retome una respiración normal.
Si tienes un punto de agua próximo (río, fuente, acequia, o lo que se te ocurra) báñalo lentamente para evitar un shock por la diferencia de grados. Primero las patas, luego refresca cabeza y cuello, y cuando haya retomado algo la respiración, báñalo para que se espabile pero nunca de golpe.