26/01/2025
Qué van a saber los que critican a los rescatistas, si no han tenido que alimentar a decenas de animalitos con 5 mil colones.
Qué van a saber! Si no han pasado noches en vela dando chupón a huérfanitos con la esperanza de ver sus ojitos abrirse, de ver sus primeros pasos, de enséñales a caminar, a comer, a valerse por sí mismos.
Esos no saben, lo que es estar dando un tratamiento para los hongos, baños casi a diario entre mordiscos y arañazos, cuidando una pancita con diarrea dándole su medicina a las horas exactas, vigilandolo.
Qué van a saber, si no han tenido entre sus brazos un gatito atropellado, ensangrentado, con dolor.
No lo saben! Lo que es que alguien reporte que va a deshacerse de alguna gata embarazada, con la amenaza de tirarla a la calle sin compasión alguna y uno tener que pedir prestado para viajar largas distancias a traerla o incluso, a traer bebés tirados en ríos, en s**os, enfermos...
Ni se imaginan lo que es tener que recibir insultos, por pedir ayuda, humillaciones por mil colones, por encargarnos de animalitos de gente irresponsable, por encargarnos de algo que le corresponde a todos como sociedad, animalitos callejeros, en desventaja, que solo desean un poco de comida y agua para calmar su hambre
Nos tratan de majaderas, de extremistas por querer el bienestar de unos ojitos que solo reflejaban el abandono y que gritaban ayúdame! Por querer lo mejor para ellos.
Los que critican ni idea tienen de lo que son llamadas diarias a toda hora, mensajes, etiquetas, casi exigiendo hacerse cargo de una criatura que no tiene la culpa de sus circunstancias, sin saber que la familia de uno muchas veces no tiene ni qué comer
No se imaginan nuestro corazón, no saben, no piensan todo lo que amamos a estos bebés peludos, para haber renunciado casi por completo a nuestra vida y que si por casualidad alguien ve nuestro sacrificio y nos regala algo, un paseo, un helado, un detalle, al verlo se atreven a acusar de lucro sin ni siquiera preguntar.
Qué van a saber, si no tienen las bolas de endeudarse, de abrir cuentas veterinarias, de pagar altas cifras de dinero por una criatura que quizás tiene pocas esperanzas de vida.
Ni saben!!! El dolor que uno siente, la frustración, las lágrimas que provoca una pequeña muerte, después de horas de cuidados, de trabajo sacrificado para poder pagar lo mejor y aún así fracasar... perdón a todos los gatitos que he rescatado, que he llegado tarde, que hubiese deseado dar un poco más de mí para que sobrevivan, perdón bebés hermosos, nos vemos en el cielo...
Autor: Joha Ramírez