21/09/2021
Palabras de un grande entre los grandes, Eddy La Rosa 🧒🕊️👌
Eduardo Agustín García Carrillo, Eddy, como lo llaman, es carpintero aparatero-ensamblador, aunque las personas lo visitan más por sus palomas, hobby que lo ha acompañado desde la infancia y que lo introdujo en el deporte del palomo de conquista o seductor.
“En la cría de palomas me inicié a los siete años, por mediación de un primo. En 1960 tuve el primer palomo de conquista, un pichón (conocido como El Corbata de Eddy) y cuatro meses después, en marzo de 1961, este ejemplar por sus cualidades seductoras, me empieza a hacer famoso en mi zona de residencia.
“Empecé a cogerles a criadores con experiencia; y más tarde, a la edad de 12 años, mi primo me regala una pareja. La hembra era de los Once Plumas (un tipo de línea) de René Pérez, y el macho, de Colmenero, de origen español y los blancos de Jesús Gil (línea de Los Mocelinas). A partir de ahí, con estos de conquista, con sus tres características fundamentales: conservación, ataque y seducción, voy desarrollando mi línea; poco después, mi padre me llevó a la Asociación de palomas; de ahí la amistad con criadores de experiencia”.
Entonces los cruzaba con dos que no tuvieran ningún parentesco con él. Es decir, le echaba un ejemplar a una de ellas y luego los hijos a la tía, los llamados tíos con sobrinos (consanguinidad). Con los años he logrado mi línea anillada por mí, debido a esta genética. En el 2000 rescaté las líneas puras que quedaban de más de 20 palomeros famosos en Cuba, con más de 30 años de experiencia y reconocimiento internacional.
“Un ejemplar mío representa la unión o fusión de todas esas líneas de conquista. Yo solo he hecho y hago esos rescates, y decido asociar a un grupo de criadores jóvenes para educarlos en el conocimiento y cría del seductor.