12/01/2025
Nato, un perrito geronte de 17 años, llegó a la clínica con un ojo ulcerado y dolor evidente. Al examinarlo, descubrimos algo alarmante: miasis (gusanos) habían invadido su ojo. Su avanzada edad complicaba el pronóstico, pero decidimos intervenir de inmediato para salvar su ojito y aliviar su sufrimiento.
La cirugía fue delicada, pero logramos limpiar la herida y eliminar los parásitos. Nato respondió bien al tratamiento postoperatorio, mostrando una sorprendente fortaleza para su edad.
Hoy, Ñato está en casa, recuperado y feliz, demostrando que incluso en casos críticos, con atención adecuada y amor, la medicina puede marcar la diferencia.