19/05/2020
CUANDO EL ACIERTO ES LO QUE CUENTA
Por: Dr. Edsel Bixler
Dicen que cada maestrito tiene su librito y cada gallero sus aciertos y fallas. Yo, como criador que soy, también creo que tengo mis cosas buenas y una que otra estupidez.
Las últimas las paga uno en el palenque (coliseo). Lo malo es que lo tonto no se quita y, además, se contagia y no tiene cura. Así que los pendejos de lejos. Y contra esto no hay vacuna.
Bueno, pero pasemos al meollo del asunto. Después de la casta o finura del gallo de pelea y su estilo de combate, lo más importante es que el gallo hiera o como decimos en México:
que corte.
El gallo fino que no hiere nos puede matar de un infarto
o angustia. Y entre más fino peor, porque mas se ha de alargar la pelea y si el otro gallo no decide huirse, ¿cómo le vamos a ganar la pelea?
Las peleas se ganan dando con las espuelas o con la navaja, según sea el caso, no con las intenciones y ruido de las alas.
Cuantas veces nos han dicho: . ¿De suerte? Qué va!
No se puede ganar a cachetadas contra puñaladas. La única verdad es que un gallo hiere y el otro no.
Uno es para el palenque y el otro para lucirlo con botadores (guantes).
Lo anterior nos lleva al tema de evaluar la t**a y clasificar el gallo. Lo cual está ligado a saber apreciar la pelea en si durante el combate;
yo diría, sin temor a equivocarme, que un ochenta por ciento de los aficionados que asisten a las peleas no se dan cuenta lo que está sucediendo durante la pelea.
O será que ellos están viendo otra pelea distinta a la que
está sucediendo. Creo que mucho de esto está ligado a dos factores fundamentales. El primero es la influencia recibida de sus primeros maestros en los gallos.
Esta influencia es decisiva, ya que lo aprendido de ella se le graba al novato para toda su vida. O sea, que no importa si lo aprendido en un principio es bueno o malo, los conceptos quedan casi siempre para toda la vida.
El segundo punto de influencia, es la capacidad de observación y selección innata del individuo. Esta segunda parte es muy importante, pues el observador inteligente puede discernir entre la verdad y la mentira de lo aprendido.
Sus conceptos se van haciendo más firmes y empieza a ver peleas en la realidad y no en los conceptos erróneos aprendidos con anterioridad.
Un error muy común es aquel que muchos sabios de los gallos que dicen; . .
En mi concepto, todo lo anterior es un error. El gallo empezó a cortar o herir cuando su enemigo perdió movilidad y fue un blanco más fácil.
No es lo mismo darle a un gallo fresco en pleno movimiento de pelea que a un gallo ya cansado del combate; al perder movilidad representa un blanco más fácil, y entonces, el
gallo poco heridor puede usar sus armas con comodidad. ¿No lo creen?
¿Qué hace un gallo oriental después de empujar y cansar al otro gallo? Lo cala de punta y, si siente que ya no tiene enemigo fuerte, se le para de frente y lo hiere a placer.
¿Acaso no hace lo mismo un gallo corredor (torneador)? Y en navaja de una pulgada ¿Cuántas veces ruedan (tumban) al gallo sano y entero que se quedo parado frente al gallo moribundo que no corto? ¿Qué le pasa al boxeador estilista frente al noqueador, cuando baja su ritmo de pelea?
Señores galleros: para juzgar a un gallo de manera imparcial, hay que juzgar al contrincante.👍🏻🍻